Hallan en un desván una cinta con una canción inédita de los Rolling Stones

El propietario de las cintas se llama Jeremy Nielsen y es un antiguo empresario. Cuando tenía 19 años era amigo de un ingeniero de sonido de los estudios de Portland Place, situados en el barrio de Marylebone, en el centro de Londres. Allí comenzó a grabar en marzo de 1963 un grupo revisionista del blues algo desharrapado, llamado The Rolling Stones . Un día en una visita a su amigo, Nielsen vio que los estudios estaban haciendo limpieza. Le dejaron llevarse algunos discos (Otis Redding, Cher, The Equals) y tres cintas de grabaciones.

Nielsen se olvidó durante cincuenta años de las cintas, que dormían en una caja en un desván de su ático del Sur de Devon. Pero hace dos años, Keith Richards, el guitarrista de los Stones, publicó su biografía y al leerla descubrió que en sus comienzos habían grabado en aquel estudio que él visitaba de joven. Al chequear las cintas, resultaron ser dos grabaciones de la BBC y una maqueta de excelente sonido con nueve canciones de los primeros Stones.

La joya es que ha aparecido una canción inédita , titulada «No one loves you more than me». Es un tema curioso, porque imita claramente el sonido de The Beatles y el Mersey Beat y se aparta del tono blusero que mandaban por entonces en el canon stoniano. Solo la voz peculiar de Jagger le otorga un toque distintivo.

La cinta incluye también dos versiones de la preciosa balada pop «As tears go by», que originariamente Jagger cedió para que la publicase primero a su novia de entonces, Marianne Faithfull . Los Stones editaron su versión un año después. En la maqueta la canción se interpreta sin los violines que luego la ensalzarían. El resto de las piezas son versiones de clásicos del blues, que era de lo que se nutría la banda mayormente en su arranque.

Nielsen asegura que quiere que la cinta acabe en unas buenas manos, y en las de alguien «que tenga dinero», en alusión clara a su deseo de ganar unas libras con el hallazgo. El precio se salida que se ha fijado, el equivalente a 7.600 euros, es muy bajo para lo que se está pagando por recuerdos del pop de los gigantes de los sesenta (se acaban de abonar casi 30.000 euros por una muela de John Lennon ) y seguramente se superará de largo.

Mientras tanto, los que fueron aquellos jóvenes bluseros hace 50 años se preparan para su histórico desembarco en La Habana . Tocarán el viernes en la Ciudad Deportiva, un concierto gratuito al que se espera que asistan medio millón de personas, y que se podrá seguir con pantallas por las calles adyacentes. El grupo llega con toda su parafernalia: 61 contenedores transportan por mar el material de esa gran circo audiovisual que es hoy un concierto de Jagger, Richards y los numerosos músicos de apoyo que les cubren las espaldas.

Se calcula que la logística de un concierto de los Rolling Stones cuesta algo más de seis millones de euros. La filantropía del grupo tocando gratis en Cuba es relativa. Un fondo de Curacao pondrá el dinero, apelando a motivos filantrópicos. Además se grabará un documental, que previsiblemente se publicará muy pronto, como hicieron en su día con el macro concierto gratuito en las playas de Río de Janeiro.

Como sucedía cuando los dos grupos competían en los sesenta, los Beatles siguen batiendo a los Stones . Esta semana, en una puja la casa de subastas Omega, se han pagado 98.000 euros por el primer disco que grabaron The Beatles, que utilizó su manager y descubridor, el sagaz Brian Epstein , para convencer al recientemente fallecido George Martin de que los fichase para la Parlaphone.

Es un disco de 73 revoluciones, prensado en la tienda de HMV de Oxford Street , que aún sigue abierta hoy en día, aunque vendiendo más películas que discos. Incluye dos canciones: en una cara «Hello little girl» y en la otra, «Till there was you». Curiosamente, y para escarnio de Lennon , que siempre se sintió el fundador del grupo, y tal vez con razón, en el disco se les presenta como « Paul McCartney and the Beatles». Otro valor añadido es que lleva una anotación manuscrita de Brian Epstein.

El disco había salido a la venta por solo 12.700 euros, pero la cifra se pulverizó, lo mismo que ocurrirá previsiblemente con la canción inédita de los Stones.