Científicos crean un diccionario 'bonobo-humano' y confirman que emiten 'frases' complejas como las nuestras

Estos primates, nuestros parientes vivos más cercanos junto con los chimpancés, crean combinaciones de sonidos que se asemejan a las composiciones humanas

Los bonobos, los chimpancés pacifistas, mucho más agresivos de lo que se pensaba

Mia, una joven hembra bonobo de la comunidad Fekako, vocalizando en respuesta a los miembros distantes del grupo Martin Surbeck/Kokolopori Bonobo Research Project

Siempre se ha presupuesto que el lenguaje elaborado, con múltiples matices, es una de las cosas que distinguen a los humanos del resto de especies. Por ejemplo, el conocido como principio de composicionalidad señala que somos capaces de entender oraciones complejas a partir de ... las oraciones más simples que las componen. Pero no solo encadenar palabras, como 'bailarina rubia' (entendiendo que es una mujer que se dedica a la danza y que, además, es rubia); sino frases que exigen un mayor nivel de compresión como 'mala bailarina' (en la que la primera palabra, 'mala', afecta a la siguiente, 'bailarina', creando un significado complejo unitario y no solo la suma de las palabras involucradas).

Algo que es natural para nosotros se suponía una 'rara avis' en el mundo animal. Lo más cercano que se había constatado era que algunas especies de grandes simios y aves emitían sonidos que componían vocalizaciones con diferentes significados. Es decir, que podían construir, 'frases' con sonidos con una complejidad a la altura de 'bailarina rubia' (lo que se llama composicionalidad trivial); sin embargo, un nuevo estudio señala que los bonobos, nuestros parientes vivos más cercanos, son capaces de ir un paso más allá, y emiten sonidos que alteran el significado de los otros que producen en la misma 'frase', al estilo de 'mala bailarina' (composicionalidad no trivial).

«Esto sugiere que la capacidad de combinar tipos de sonidos de maneras complejas no es tan exclusiva de los humanos como pensábamos», señala Mélissa Berthet, investigadora postdoctoral en el Departamento de Antropología Evolutiva de Universidad de Zúrich e investigadora principal del estudio, que se acaba de publicar en la revista 'Science'.

Diccionario 'bonobo-humano'

Solo nos diferencia de los chimpancés y los bonobos un 1,3 por ciento de nuestro ADN. Se calcula que nos separamos del género Pan (al que pertenecen ambos) para convertirnos en Homo hace entre 4,5 y 6 millones de años. La clave está en buscar el ancestro común para dirimir si ciertas características que pensamos nos hacen humanos, como la composicionalidad, son ciertamente particularidades exclusivas nuestras. «Dado que los humanos y los bonobos tuvieron un ancestro común hace aproximadamente entre 7 y 13 millones de años, comparten muchos rasgos de descendencia, y parece que la composicionalidad es probablemente uno de ellos», afirma por su parte Martin Surbeck, de la Universidad de Harvard y coautor del estudio.

Para llegar a esta conclusión, los autores primero crearon una especie de diccionario 'bonobo-humano': una lista de sonidos que emiten estos animales (en concreto, un grupo de bonobos salvajes que viven en la Reserva Kokolopori Bonobo, situada en la República Democrática del Congo) con su significado. «Esto ya representa un paso importante hacia la comprensión de la comunicación de otras especies, ya que es la primera vez que se determina el significado de los sonidos emitidos en todo el repertorio vocal de un animal», indica Berthet.

En busca de mayor complejidad

Después de este paso, los investigadores analizaron 700 grabaciones de sonidos de bonobos buscando combinaciones que indicaran composicionalidad, hallando más de 300 ejemplos. El siguiente paso fue discernir entre las estructuras que podrían significar composicionalidad no trivial (configuraciones de sonidos al estilo de 'mala bailarina'): hallaron que los tipos de 'ruidos' de bonobo se integran en cuatro estructuras de composición, tres de las cuales exhiben composicionalidad no trivial. «Por lo tanto, nuestro estudio sugiere que nuestros ancestros ya utilizaban ampliamente la composicionalidad hace al menos 7 millones de años, si no más», añade Simon Townsend, de la Universidad de Zúrich.

Los hallazgos también indican que la capacidad de construir significados complejos a partir de unidades vocales más pequeñas existía mucho antes del surgimiento del lenguaje humano, y que la comunicación vocal de los bonobos comparte más similitudes con el lenguaje humano de lo que se creía.

No es la primera vez que los bonobos, famosos por ser pacíficos y juguetones, capaces de resolver muchos conflictos con sexo y caricias sorprenden a la comunidad científica con sus 'comportamientos humanos'. Se les ha visto fabricando herramientas y usándolas como nuestros primeros ancestros, o cooperando entre grupos desconocidos, viajando y alimentándose juntos. Cada vez más y más estudios nos demuestran que nuestra especie no es tan 'exclusiva' como pensábamos.

Artículo solo para suscriptores
Tu suscripción al mejor periodismo
Anual
Un año por 15€
110€ 15€ Después de 1 año, 110€/año
Mensual
5 meses por 1€/mes
10'99€ 1€ Después de 5 meses, 10,99€/mes

Renovación a precio de tarifa vigente | Cancela cuando quieras

Ver comentarios