El bebé que sobrevivió gracias a la edición genética o la nueva IA china, entre los diez personajes científicos del año de 'Nature'
La prestigiosa revista científica publica su particular ranking de personas que más han influido en el desarrollo científico
EE.UU. crea la IA, China la copia y Europa se limita a regularla
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Iniciar sesiónDesde lo más profundo del océano hasta los confines del Universo. Desde la reescritura de nuestro ADN a la última revolución china de la Inteligencia Artificial. La revista 'Nature' acaba de publicar su tradicional lista de las diez personas más relevantes del año en los ... diversos campos de la ciencia. No es una competición, ni tampoco un ranking, sino un 'mapa' que nos permite ver hacia dónde va la humanidad.
La lista de este año no es una simple recopilación de éxitos académicos, sino que incluye héroes anónimos, detectives de datos, exploradores de mundos oscuros y, por primera vez, a un bebé que ha hecho historia. Brendan Maher, editor de Nature, lo resume así: «La lista de este año celebra la exploración de nuevas fronteras y la promesa de avances médicos revolucionarios».
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Nuria Ramírez de Castro
Tyson y el ojo digital que detecta asteroides peligrosos
Empecemos mirando hacia arriba. Muy arriba, a las áridas cumbres de Cerro Pachón, en Chile. Allí se alza el Observatorio Vera Rubin, una máquina del tiempo que promete regalarnos las mejores vistas jamás obtenidas de galaxias distantes. Es un auténtico gigante que ha costado 810 millones de dólares, y tras él está Tony Tyson, un físico de la Universidad de California que lleva tres décadas soñando con este momento.
Tyson no sólo diseñó un telescopio, sino que impulsó la creación de la cámara digital más grande jamás construida, una 'bestia' de 3.200 megapíxeles que tiene el tamaño de un utilitario. Su objetivo es ambicioso y titánico: cartografiar la materia oscura invisible en 3D y crear un 'video' continuo del cielo austral. «Era un riesgo alto con una recompensa alta», confiesa Tyson. Hoy, a sus 85 años, este pionero ha logrado lo que parecía imposible: abrir un ojo digital capaz de detectar asteroides peligrosos y supernovas lejanas cada 40 segundos.
El inframundo Oceánico de Mengan Du
Mientras, y al mismo tiempo que Tyson observaba las estrellas, Mengran Du miraba hacia abajo, justo en la dirección contraria, a lo más profundo. No en vano, esta geocientífica de la Academia China de Ciencias se ha convertido en la gran exploradora del 'inframundo' oceánico. A bordo del sumergible Fendouzhe, descendió, en la fosa de las Kuriles-Kamchatka, hasta los 9.000 metros de profundidad.
Y lo que encontró allí ha asombrado al mundo entero: el ecosistema más profundo hallado hasta ahora, una vibrante comunidad animal prosperando en la oscuridad más absoluta. Gusanos tubulares rojos y criaturas extrañas que no dependen del sol, sino de la quimiosíntesis, y que se alimentan de metano y sulfuro de hidrógeno. Gracias a este hallazgo, Du ha confirmado que existe un 'corredor global' de vida en las profundidades que conecta los océanos de la Tierra, un hallazgo que obliga a reescribir los libros de biología marina.
Kj Muldoon, el ejemplo de que se puede corregir el ADN
Si el espacio y el océano marcan nuestros límites físicos, la genética es la frontera interior. Y aquí es donde 2025 nos ha dejado sin aliento con dos historias diferentes, pero que tienen mucho en común.
La primera tiene nombre de bebé: KJ Muldoon. Quizás recuerden su foto, la de un niño de mejillas regordetas sonriendo desde Filadelfia. KJ nació con una condena de muerte: una deficiencia ultra rara (CPS1) que impedía a su cuerpo procesar proteínas, acumulando amoníaco letal en su sangre. No había cura, hasta que un equipo de médicos visionarios decidió intentar lo imposible: una terapia de edición genética 'hiper-personalizada'. Para conseguirlo, usaron una variante de CRISPR para corregir una única letra defectuosa entre los 3.000 millones de pares de bases de ADN del bebé. KJ es la prueba viviente de que la medicina genómica ya no es ciencia ficción; es una realidad que camina y sonríe.
Sarah Tabrizi, por ralentizar la enfermedad de Huntington
La segunda historia se desarrolla al otro lado del Atlántico, en Londres, donde la neuróloga Sarah Tabrizi ha logrado lo que llevábamos décadas esperando en el campo de las enfermedades neurodegenerativas. La enfermedad de Huntington es devastadora, una sentencia genética ineludible.
Sin embargo, Tabrizi ha liderado los ensayos de una terapia génica (AMT-130) que ha demostrado, por primera vez, que es posible ralentizar el desarrollo de la enfermedad. «El dial se ha movido», dice ella con cautela pero con emoción. Su logro, reducir el deterioro clínico en un 75% frente al grupo de control no es solo un dato; es tiempo de vida ganado para miles de familias.
Liang Wenfeng por democratizar la IA
2025 también será recordado como el año en que China sacudió el tablero tecnológico. El responsable es Liang Wenfeng, un financiero convertido en mago de la IA. En enero, su empresa Deep Seek lanzó el modelo R1. ¿La sorpresa? No solo funcionaba igual de bien que los mejores modelos de Estados Unidos, sino que se construyó con apenas una fracción de los recursos invertidos por las grandes compañías y, lo más importante, se lanzó como código abierto. Lo cual significa que cualquiera puede descargarlo y construir sobre él.
En otras palabras, para Nature el mérito de Liang consiste en haber democratizado la 'superinteligencia', rompiendo el monopolio de las grandes tecnológicas occidentales y demostrando que la eficiencia y el código abierto pueden competir con los gigantes de Silicon Valley.
Achal Agrawal, el detective de la mala ciencia
Pero la tecnología sin ética es peligrosa. Y aquí es donde entra en escena Achal Agrawal, un científico de datos indio que se convirtió en el 'detective de las retractaciones'. No cabe duda de que lo que hizo Agrawal tiene un gran mérito: sacrificó su carrera universitaria para exponer la 'epidemia' de plagio y fraude que afectaba a las instituciones académicas de la India.
Su trabajo, a menudo solitario y costoso a nivel personal, forzó finalmente al gobierno indio a cambiar radicalmente su forma de clasificar las universidades, penalizando por fin la mala praxis. Un recordatorio de que la integridad es el pilar sobre el que toda la ciencia debe sostenerse.
Precious Matsoso: salud para todos
En un mundo que hace poco padeció su última pandemia global, Nature ha decidido incluir en la lista de los 10 a Precious Matsoso. Desde Sudáfrica, esta diplomática de la salud logró lo que parecía imposible tras años de tensas negociaciones: el primer tratado mundial de preparación ante pandemias.
Matsoso tuvo que lidiar tanto con egoísmos nacionales como con la más que enraizada desconfianza entre el Norte y el Sur del planeta para tejer un acuerdo que garantice, o al menos promueva, que las vacunas y tratamientos lleguen a todos la próxima vez que un virus nos amenace. Matsoso llegó incluso a cantar 'All You Need Is Love', de los Beatles, a los delegados para romper el hielo. Y funcionó.
Luciano Moreira que combate el dengue con mosquitos
En la misma trinchera de la salud pública, pero en Brasil, encontramos a Luciano Moreira. Su enfoque es digno de una novela de ciencia ficción: combatir enfermedades transmitidas por mosquitos... con más mosquitos. Moreira inauguró la primera fábrica masiva de mosquitos infectados con la bacteria Wolbachia, lo que les vuelve incapaces de transmitir el dengue. Al liberar millones de estos insectos, Moreira consiguió reemplazar a la población de mosquitos peligrosos.
Los resultados en ciudades como Niterói, donde el dengue cayó un 89%, son incontestables. Moreira no solo hace ciencia; está 'fabricando' salud pública a escala industrial.
Yifat Merbl y el valor de la basura celular
En la lista de Nature se incluye también a la bióloga de sistemas israelí Yifat Merbl. Una científica que decidió mirar donde nadie mira: en la 'basura' de la célula. Así, estudiando los proteasomas (las trituradoras de proteínas celulares), Merbl descubrió que no solo reciclan desechos sino que, bajo ciertas condiciones, estas máquinas pueden cortar proteínas para crear péptidos antimicrobianos que combaten infecciones.
Se trata, en esencia, de una faceta totalmente nueva e inesperada de nuestro sistema inmunológico, una que estaba escondida a plena vista.
Susan Monarez contra Trump
Finalmente, la lista cierra con un caso de valentía política en Estados Unidos. Susan Monarez, microbióloga e inmunóloga, se mantuvo firme ante la administración Trump. Como directora de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU. (CDC), se negó a obedecer las órdenes del secretario de Sanidad de EE.UU., Robert F. Kennedy Jr, de despedir a los principales científicos de la agencia y de aprobar las recomendaciones de vacunas sin considerar antes los datos científicos relevantes. Monarez sólo duró un mes en el cargo, pero demostró que, a veces, el acto científico más importante es decir 'no' al poder cuando la evidencia dice lo contrario.
En conjunto, estos diez perfiles nos dicen algo importante sobre la ciencia en 2025. Nos dicen que el conocimiento, igual que la verdad, no es un camino recto, sino lleno de obstáculos, como el telescopio de Tyson; de sacrificios, los de Agrawal o Monarez. Pero también de pura maravilla, como los gusanos de Du o la sonrisa del pequeño KJ.
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