Los humanos no son los únicos que cooperan con extraños: los bonobos también lo hacen
Nuestros parientes vivos más cercanos establecen lazos con los miembros de otros grupos para hacerse favores mutuos. Juntos viajan, descansan y se alimentan sin agresiones ni conflictos
Primer caso de adopción altruista entre simios
Madrid
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónSomos la única especie humana sobre la faz de la Tierra, un éxito frente a otros homínidos que acabaron extintos. Nuestra supervivencia pudo deberse a una gran variedad de factores, desde una notable capacidad para adaptarnos a distintos entornos a la creatividad, pero uno de ... los más citados por los antropólogos es nuestra disposición para establecer relaciones de cooperación sólidas más allá de la familia e incluso la propia tribu. Pues bien, resulta que no somos los únicos capaces de colaborar con extraños. Los bonobos, los simios más parecidos al ser humano, también lo hacen.
Investigadores de la Universidad de Harvard y el Centro de Primates de Alemania examinaron el comportamiento prosocial de los bonobos (Pan paniscus) en la Reserva de Bonobo Kokolopori, en República Democrática del Congo, y descubrieron que también son capaces de cooperar con individuos de diferentes grupos.
A pesar de vivir en grupos sociales similares compuestos por varios miembros adultos de ambos sexos, chimpancés y bonobos, las dos especies más cercanas al ser humano, interactúan de forma distinta entre grupos sociales. En los chimpancés, que han sido más estudiados, las relaciones entre diferentes grupos son predominantemente hostiles y la agresión letal no es infrecuente. Como resultado, los modelos de evolución humana a menudo suponen que la hostilidad y la violencia grupal son innatas a la naturaleza humana.
Súbete a mi espalda, aséame o aléjate: entendemos los gestos de los chimpancés de forma innata
Judith de JorgeUn curioso experimento que cualquiera puede hacer online sugiere que los humanos conservamos la comprensión de la mímica de otros simios aunque ya no la practiquemos
Pero el estudio de los bonobos descubre una historia diferente. Los bonobos en peligro de extinción, famosos por ser pacíficos y juguetones, capaces de resolver muchos conflictos con sexo y caricias, son muy difíciles de estudiar en su hábitat natural, ya que sólo viven en zonas remotas y en gran medida inaccesibles del Congo. «Es a través de fuertes colaboraciones y el apoyo de la población mongandú local en Kokolopori, en cuyo bosque ancestral deambulan los bonobos , que los estudios de esta fascinante especie son posibles», dice el profesor de Harvard Martin Surbeck, autor principal del estudio que publica este jueves la revista 'Science'.
Entre los elegidos
Cuando diferentes grupos de bonobos se encuentran, suelen viajar, descansar y alimentarse juntos. A diferencia de los chimpancés, los investigadores no han observado disputas entre bonobos que conduzcan a agresiones letales. «Al rastrear y observar múltiples grupos de bonobos en Kokolopori, nos sorprenden los notables niveles de tolerancia entre miembros de diferentes grupos. Esta tolerancia allana el camino para conductas cooperativas prosociales, como formar alianzas y compartir alimentos entre grupos, un marcado contraste con lo que vemos en los chimpancés», añade Liran Samuni, del Centro Alemán de Primates en Göttingen y coautor principal de la investigación.
El estudio encuentra que los bonobos no interactúan aleatoriamente entre grupos. En cambio, la cooperación ocurre entre unos pocos elegidos. «Preferiblemente interactúan con miembros específicos de otros grupos que tienen más probabilidades de devolver el favor, lo que resulta en fuertes vínculos entre individuos prosociales», apunta Surbeck. «Estas conexiones también son aspectos clave de la cooperación que se observa en las sociedades humanas», subraya.
Para los autores, los bonobos muestran que la capacidad de mantener relaciones pacíficas entre grupos no es exclusivamente humana. Según Samuni, «la capacidad de estudiar cómo surge la cooperación en una especie tan estrechamente relacionada con los humanos desafía la teoría existente, o al menos proporciona información sobre las condiciones que promueven la cooperación entre grupos por encima del conflicto».
El comportamiento homosexual en mamíferos: lejos de un rasgo aberrante, una adaptación
Judith de JorgeEsta conducta sexual es más común en animales sociales como los primates y puede evitar la violencia y favorecer la cohesión social, según un estudio del CSIC
Las culturas, tradiciones y normas sociales humanas permiten la cooperación en todas nuestras sociedades. La importancia de esta cooperación entre diferentes grupos humanos es indiscutible. Conduce al intercambio de ideas, la difusión de innovaciones y la acumulación de conocimientos en el espacio y el tiempo. Las redes humanas fomentan el intercambio de recursos, lo que resulta en el comercio de materiales y bienes que pueden compensar los déficits. Los bonobos también comparten recursos entre grupos y lo hacen sin ninguna influencia cultural fuerte.
MÁS INFORMACIÓN
Los autores del estudio enfatizan las similitudes entre la cooperación social de los bonobos y la de los humanos. Según explican, el comportamiento de los bonobos debería desafiar la idea de que la cultura y las normas sociales son componentes necesarios para que surja la cooperación entre grupos. Los bonobos muestran que la guerra constante entre grupos vecinos no es necesariamente un legado humano y no parece evolutivamente inevitable. Una enseñanza a tener en cuenta.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete