Por qué a veces nos da la risa tonta

La risa, además de ser una forma más de expresar emocionalmente bienestar y felicidad , también ha demostrado tener una función altamente beneficiosa a nivel neurobiológico . Cuando nuestro sistema nervioso percibe un estímulo que nos provoca risa , se ponen en marcha muchos de los neurotransmisores implicados en procesos biológicos del día a día. Nuestro cerebro, al parecer, libera endorfinas y oxitocina, sustancias involucradas en producir efecto analgésico, sensación de placer, estado de relajación y fortalecimiento del sistema inmunitario. Unido a este proceso, también se ve involucrado otro neurotransmisor: la dopamina, también relacionada con la búsqueda de placer y la recompensa.

Beatriz Gil Torres, psicóloga en Cepsim Psicólogos , explica que nuestro cuerpo, al generar dopamina de manera regulada, hace que comportamientos naturales como reírnos, abrazarnos o recibir otras formas de afecto, «nos resulten muy placenteras e influyan así en nuestro estado de ánimo». Por otro lado, dice la experta que la risa también «ayuda a regular los niveles de cortisol», conocida como la hormona del estrés , provocando una disminución de dicha sustancia en el organismo, lo que ayuda a reducir la ansiedad y el estrés, a que el resto de sustancias y áreas cerebrales funciones de manera óptima, a que nuestro estado de ánimo sea adecuado y nuestro sistema inmune funcione correctamente.

«La risa no solo nos ayuda a "estar más felices" sino que juega un papel muy importante a nivel de desarrollo neuronal y, por tanto, a nivel social», manifiesta y, según cuenta, es a los tres años de vida cuando más neuronas disponibles tiene nuestro cerebro: «Uno de los elementos para los que el bebé está programando de manera innata es para la sonrisa de sus figuras de apego, ya que es fundamental para que, en un futuro, pueda desarrollar una interacción social y conexión adecuada con su entorno», cuenta.

Y como hemos visto, hay numerosas situaciones que invitan a soltar una risotada, aunque dependiendo del contexto tendrá uno u otro significado. Definir los tipos de risa es algo complicado puesto que podemos atenernos a diferentes criterios como por ejemplo la intensidad de la misma, si es genuina o, por el contrario, simulada... Sin embargo, Beatriz Gil Torres ha sabido hacer el recuento de las más comunes:

Risa genuina . Este es el tipo de risa que comúnmente todos conocemos. Se trata de la risa espontánea que procede de la expresión de una emoción de felicidad momentánea. Suele estar asociada a estados de bienestar .

Risa «tonta» . Qué incómodo y divertido es reír y no saber exactamente el porqué. Lo que comúnmente llamamos «risa tonta» dice Beatriz Torres Gil que a veces puede referirse a la risa nerviosa que hemos citado anteriormente pero, también se puede confundir con otro tipo de risa, de carácter social, llamada «risa contagiosa». «Este fenómeno se produce, en parte, gracias a las neuronas espejo, que nos ayudan a sentir empatía y felicidad hacia otras personas. Esta es la razón de por qué, cuando oímos una carcajada, nuestra primera reacción es sonreír y si esa risa continúa, lo más probable es que acabemos riéndonos nosotros también».

Risa simulada o social . Al contrario que la anterior, este tipo de risa se produce «de una forma voluntaria». Dice la experta en psicología que se lleva a cabo cuando «queremos transmitir un mensaje comunicativo con dicho gesto» y puede tener diversos objetivos: pertenencia a un grupo, estrechar relaciones, manifestar aprobación o aprecio hacia algo o alguien, etc.

Risa devaluadora . De la misma forma que la risa simulada, este tipo de risa también tiene una connotación social. Sin embargo, «su función va dirigida a mostrar desagrado o con intención de ridiculizar a alguien».

Risa nerviosa. Aunque este tipo de risa suele ser genuina, «no siempre está asociada a un elemento jocoso», sino que más bien corresponde «a la necesidad de hacer frente a un estado emocional ansiógeno» reaccionando con ésta como mecanismo de defensa o regulación.

Risa patológica . «Existen algunas patologías neurológicas que pueden cursar con risas súbitas, fuera de lugar o sin que exista un motivo aparente debido a una desregulación o daño en el sistema nervioso», comenta la psicóloga.

Risa provocada por consumo de sustancias . Algunas sustancias y medicamentos pueden inducir ciertos estados de desinhibición provocando episodios de euforia, trance o incluso alucinaciones que dan lugar este fenómeno.

Risa provocada por estímulos fisiológicos . La estimulación placentera de determinadas áreas sensibles de nuestro cuerpo como las axilas, los pies, el cuello o las costillas, comúnmente conocido como cosquillas, pueden generar una reacción involuntaria y refleja que se parece mucho a la risa espontánea, solo que ésta última es producida por estimulación física.