El cuerpo como ancla de atención plena
A través del movimiento físico podemos potenciar los beneficios mentales y emocionales de la meditación
Cómo disolver la envidia y convertirla en admiración consciente
¿Sabías que la meditación también puede practicarse en movimiento? El movimiento consciente nos permite regular el sistema nervioso y volver a un estado de mayor equilibrio interno. A través de las sensaciones corporales podemos reconocer cómo estamos, sin juicio y con curiosidad ... amable.
El cuerpo es un ancla que nos devuelve al presente cuando la mente divaga o se acelera. Es un recurso esencial para cultivar la atención plena. Al movernos con lentitud y de forma consciente, despertamos la percepción interna y ampliamos nuestra capacidad de autorregulación.
Esta práctica es especialmente útil en momentos de estrés, desconexión o saturación mental. Cada paso, cada transición, es una oportunidad para escuchar con más claridad lo que necesitamos. La atención plena encarnada nos ayuda a reconocer límites, emociones y señales de autocuidado.
A lo largo de la práctica de esta semana, te invito a respetar tu ritmo y a honrar lo que tu cuerpo exprese. Esta meditación te acompañará a integrar presencia y movimiento de manera natural y sostenible. Que este recorrido te sirva como un espacio de calma, conexión y escucha profunda hacia ti mismo.
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