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Por qué no todos los alimentos con pocas calorías son sanos

Al mirar la etiqueta de un producto, es importante fijarse en su cantidad de grasas, azúcar y sal

La información nutricional de un producto es una de las claves para saber si un alimento nos conviene Adobe Stock

M.A

30/04/2021
Actualizado a las 18:00h.

Las etiquetas nos engañan: con un vistazo rápido a las calorías de un producto y bajo la creencia 'a menos calorías, más sano', metemos en el carro de la compra cualquier producto. Pero esto es como si nos enfrentáramos a un armario de doble fondo: ... tras lo visible, se esconde mucho más. Es entonces cuando, si se mira con detenimiento la etiqueta de un alimento , se va más allá. Que si cuánto azúcar tiene, que si cuántas grasas saturadas, que si cuánta sal... y es ahí donde vemos si un producto es realmente saludable o no.

La información nutriciona l de un producto es una de las dos claves para ver si ese alimento nos conviene o no. Laura Isabel Arranz, doctora en nutrición, farmacéutica y dietista-nutricionista, explica cómo debemos interpretar esta parte de una etiqueta.

Lo primero que se ve es el contenido energético, es decir, las calorías. Es importante tener en cuenta que, porque un producto tenga pocas, esto no se traduce en que sea necesariamente saludable. Después se ven las grasas totales y, lo más importante, las grasas saturadas . Estas, indica la nutricionista, «deben estar en la menor cantidad posible para proteger nuestra salud». Lo siguiente que se encuentra son los hidratos de carbono y dentro de estos, una parte clave: los azúcares añadidos. También, encontraremos la información relativa a la cantidad de proteínas y sal que tiene el producto. Entonces, la clave de esto no son las calorías, sino las grasas, el azúcar y la sal. Cuantas menos grasas saturadas, azúcar y sal, más saludable será un producto.

Además, en la tabla se encuentra información sobre la cantidad de fibra, algunos tipos de grasas como las monoinsaturadas o las poliinsaturadas o la cantidad de vitaminas y minerales. «En este último caso tendremos que encontrar el % de esas vitaminas y minerales que aporta el producto respecto a los valores de referencia de consumo diario, así podemos valorar si aportan mucho o poco», dice la profesional.

¿Qué significa la 'E' con un número detrás en las etiquetas?

Cuando vemos, en la lista de ingredientes de un producto, una 'E' (es decir, algo parecido a E621 o E303, por ejemplo), lo que indican estas nomenclaturas no son más que los aditivos que lleva un producto .

Beatriz Robles, tecnóloga de alimentos y experta en seguridad alimentaria, asegura que, antes de poder utilizar los aditivos, tienen que pasar unos controles de seguridad. Juan José Samper, autor del libro 'Guía definitiva para interpretar las etiquetas de los alimentos', comenta que los aditivos se utilizan en la preparación con diversas finalidades, como puede ser la coloración, la conservación, la potencia del sabor, la edulcoración, etc. «Los aditivos sí son seguros, pero se deben ver con mucha precaución. Mi recomendación es evitarlos si es posible», dice Juan José Samper y apunta que «hay muchas opiniones al respecto, y en infinidad de ocasiones son contrapuestas».

Por otro lado, es importante fijarnos en la lista de ingredientes . A la hora de analizarla, hay que mirar varias cosas. Explica Laura Isabel Arranz que, en producto que tiene azúcares añadidos, «no es lo mismo que el azúcar aparezca en primer lugar o en el cuarto». Es muy importante el orden en el que están presentados los ingredientes, siempre de mayor a menor cantidad. Otra advertencia general que hacen los nutricionistas es que es importante que el primer producto que aparezca en la lista de ingredientes sea el mismo que se anuncia en el 'packaging'. Por ejemplo, si compramos crema de cacahuete, debería ser el primer ingrediente cacahuete, al igual que si compramos chocolate con leche, el primer ingrediente debe ser chocolate, y no azúcar, como puede ocurrir en algunos casos.