Dónde comer en España la mejor carne del mundo

Un total de veintidós países participaron con filetes de 35 razas diferentes, incluidas razas cruzadas y razas puras. De los 45 galardones de Oro, 37 de Plata y 54 de Bronce, España consiguió tres. Dos medallas de Oro - para la empresa Gutrei Galicia SL de la productora Jose Benito Vence Deza en la categoría de Solomillo y para la empresa De pujol de la productora De pujol en la categoría de filete de Rubia Gallega - y una medalla de Plata para la empresa Vacum Carnes De Lujo de la productora Vacum Carnes De Lujo en la categoría solomillo de vaca Rubia Gallega cruzada con la raza asturiana Casina.

El ganador del Concurso fue para una carne de vaca criada y alimentada en pastos de Finlandia . La empresa JN Meat International, productora de Dinamarca convenció a los jueces con un solomillo obtenido de un ejemplar de la raza Ayrshire originaria de Escocia y parte del Norte de Gran Bretaña, resultante del cruce de otras razas como la West Highland, la Shorthorn y la Chanel island. El jurado -compuesto por cocineros, críticos gastronómicos y maestros carniceros de distintos países- valoró la carne presentada, «extremadamente tierna y sabrosa, como un producto de calidad superior, caracterizado por un aroma y un sabor intensos, un marmoleado perfecto y una óptima consistencia de la grasa». La clave fue la alimentación de estas vacas finlandesas Ayrshire de color rojo y blanco, raza lechera por excelencia en dicho país, criadas en libertad y alimentadas únicamente con pastos.

Para comer el mejor filete del mundo no es necesario irse hasta los países nórdicos. En plena carretera de Valencia, a unos 45 minutos de Madrid, en Tarancón (Cuenca) se encuentra el restaurante Essentia , un multiespacio gastronómico de carácter familiar y corte tradicional, donde se puede degustar a la parrilla la carne de esta raza de vaca vieja finlandesa. Tras probar en carta con carnes de vaca frisona, alemana y danesa, los responsables de Essentia encontraron en esta raza de vaca vieja finlandesa –alimentada con pastos al aire libre– la infiltración, la textura y el sabor deseados, tras someter las piezas a maduraciones medias de entre 30 y 60 días. Dirigido por Riansares Loriente y especializado en cerdo ibérico –mención aparte merecen sus emblemáticos torreznos–, cordero lechal y vaca vieja, este restaurante y gastrobar tiene entre sus instalaciones una avanzada cámara de maduración cárnica que controla la temperatura y la humedad –las cuales se mantienen, respectivamente, entre 0 y 2 ºC y entre el 65 y el 85%– para una óptima conservación de las piezas, que acaban por revelar todo su potencial. El envejecimiento de la carne se consigue poco a poco y su textura se convierte en seda.