Los pueblos más bonitos de Jaén que debes visitar una vez en la vida
Este recorrido es una invitación a detenerse, mirar con calma y descubrir rincones que sorprenden incluso a quienes creen conocer bien la provincia
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Jaén
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Iniciar sesiónJaén es una provincia de sorpresas y contrastes. En distancias cortas conviven patrimonio, naturaleza y pueblos con encanto. Lugares que tienen motivos de sobra para merecer una visita, una parada y un momento para la admiración. Aunque, en realidad, la provincia en su ... conjunto reviste de un encanto propio de la Andalucía de interior, verde, histórica y cultural que, además, asegura una visita sin excesos ni aglomeraciones. Quien recorre estos pueblos una vez en la vida no solo descubre un destino, sino una forma distinta de mirar el paisaje.
Este recorrido es una invitación a detenerse, mirar con calma y descubrir rincones que sorprenden incluso a quienes creen conocer bien la provincia: calles de piedra, fortalezas, sierras infinitas y pequeños pueblos que parecen ajenos al paso del tiempo.
Úbeda y Baeza: dos ciudades Patrimonio de la Humanidad
Es imposible hablar de los lugares más hermosos de Jaén sin empezar por esta pareja inseparable. Úbeda y Baeza comparten reconocimiento internacional, historia y ese brillo renacentista que las hace únicas. Pasear por ellas es hacerlo por escenarios que parecen sacados de una novela histórica.
En Úbeda, la plaza Vázquez de Molina funciona como una carta de presentación que adelanta todo lo que al viajero le espera: palacios, la Sacra Capilla del Salvador y un horizonte que se abre al campo jiennense. La ciudad combina monumentalidad con una vida vibrante: talleres de cerámica, bares siempre animados y calles que invitan a caminar sin rumbo.
Baeza, en cambio, tiene una elegancia más clásica y tranquila. Su piedra dorada, su antigua universidad —donde Antonio Machado dejó su huella— o la catedral crean una atmósfera cálida, acogedora. No hace falta ser experto en arte para enamorarse de su trazado ordenado y de su casco histórico.
Cazorla: naturaleza y agua
Cazorla es uno de los lugares más visitados de Jaén. Casas blancas escalonadas, un castillo vigilante y un entorno natural que marca su carácter. El sonido del agua acompaña al visitante en muchos rincones, y la sierra aparece casi como una prolongación del propio pueblo.
El castillo de la Yedra, el paseo junto al río Cerezuelo o la plaza de Santa María —con el río discurriendo bajo la antigua iglesia— son paradas obligatorias. Cazorla es ideal para quienes buscan combinar senderos, patrimonio y vida local sin renunciar a un ambiente tranquilo.
Alcalá la Real: al pie de una fortaleza
La silueta de la Fortaleza de la Mota domina Alcalá la Real desde kilómetros de distancia. Su presencia, imponente y cargada de historia, convierte la visita en un viaje al pasado. Murallas, torres, restos de antiguos barrios y vistas inmensas hacen que la subida merezca cada paso.
Pero Alcalá la Real no se queda en su joya monumental. El encanto del pueblo late en sus plazas, en su oferta cultural y en un casco urbano amplio y cuidado. Es un lugar perfecto para quienes disfrutan tanto del patrimonio como del ambiente cotidiano.
Andújar, equilibrio entre patrimonio y naturaleza
Andújar es uno de esos lugares que sorprenden por la mezcla de historia, naturaleza y vida cotidiana. Su casco antiguo conserva iglesias, palacios y rincones con mucha personalidad, mientras que el Parque Natural de la Sierra de Andújar aporta ese contraste de monte, silencio y fauna salvaje que la hace única. Desde sus calles llenas de comercio hasta la presencia imponente del Santuario de la Virgen de la Cabeza, la ciudad combina tradición y carácter propio, convirtiéndose en una parada imprescindible para quienes desean entender la diversidad y la riqueza cultural de Jaén.
Segura de la Sierra: el balcón que mira las montañas
Encaramada en lo alto, Segura de la Sierra obliga a subir con paciencia, pero recompensa con creces. Desde su castillo, las vistas parecen no tener fin. El pueblo, recogido, silencioso y ordenado, mantiene su esencia medieval.
Sus baños árabes, su curiosa plaza de toros cuadrada o la casa de Jorge Manrique añaden encanto a un enclave que combina historia y paisaje con una naturalidad admirable. Segura es el destino perfecto para quienes buscan desconexión real.
Baños de la Encina: un castillo milenario
El castillo de Burgalimar es uno de los más impresionantes de España. Sus murallas rojizas, perfectamente conservadas, sorprenden incluso al visitante que llega sin expectativas. A sus pies, Baños de la Encina mantiene el equilibrio entre tradición, tranquilidad y su entorno serrano.
Sus calles invitan a un paseo breve pero intenso, perfecto para disfrutar del ambiente sin prisas.
Sabiote: piedra, calma y patrimonio
Sabiote, desconocido pero asombroso. Su castillo renacentista, robusto y elegante, marca la entrada a un casco urbano de calles amplias y fachadas de piedra que transmiten serenidad. Es un pueblo para perderse sin mapa, para disfrutar de la calma y para comprender por qué tantos visitantes lo incluyen siempre entre sus imprescindibles.
La Iruela: un castillo suspendido en el aire
A un paso de Cazorla, La Iruela se presenta como un pequeño tesoro colgado en la roca. Su castillo, literalmente asomado al vacío, regala una de las vistas más impactantes de la provincia. El pueblo es íntimo, de cuestas pronunciadas y rincones inesperados.
Para quienes buscan sensaciones fuertes sin necesidad de hacer grandes desplazamientos, La Iruela es ideal.
Aldeaquemada: arte rupestre y naturaleza en estado puro
Al norte de la provincia, Aldeaquemada ofrece una combinación muy especial: naturaleza salvaje, tranquilidad absoluta y un patrimonio único gracias a la presencia de pinturas rupestres declaradas Patrimonio Mundial.
Además, su entorno alberga uno de los rincones más sorprendentes de Jaén: la Cascada de la Cimbarra, un salto de agua espectacular que aparece de pronto entre paredes de roca. El pueblo en sí es pequeño, sencillo y perfecto para desconectar. Pero su entorno lo convierte en un destino imprescindible para cualquier viajero que busque un tipo de belleza más natural, más cruda y menos transitada.
La provincia de Jaén cuenta con 97 municipios. En este reportaje aparece solo una selección de algunos de sus rincones más destacados, pero lo cierto es que la provincia ofrece 97 motivos para detenerse en ella y descubrir un territorio tan sorprendente como a menudo desconocido.
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