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¿En qué provincia de Andalucía se encuentra el Bosque de Cobre y por qué se le llama así?
Noviembre es el momento perfecto para descubrir este lugar único, tras el fin de la temporada de cosecha de castañas, una tradición profundamente arraigada en la Serranía de Ronda
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A.T.
Sevilla
En lo más profundo de la provincia de Málaga, la Serranía de Ronda nos brinda un regalo otoñal que despierta todos los sentidos. El Bosque de Cobre, como lo llaman los lugareños, es un espectáculo natural que se tiñe de marrones, amarillos, ... naranjas y ocres cuando las hojas de los castaños caen. Este rincón mágico se convierte en un refugio de paz para los amantes de la naturaleza, ofreciendo la oportunidad de caminar sobre un tapiz de hojas amarillas, ocres y rojizas que se desprenden de los majestuosos castañares. Noviembre es el momento perfecto para descubrir este lugar único, marcando el fin de la temporada de cosecha de castañas, una tradición profundamente arraigada en la Serranía de Ronda.
Mucho más que un bosque
El Bosque de Cobre se encuentra principalmente en el Valle del Genal, una de las tres zonas geográficas que conforman la Serranía de Ronda. Este valle se caracteriza por su relieve montañoso, que contrasta con los paisajes circundantes de la Costa del Sol, el Campo de Gibraltar y los Llanos de Antequera. Desde la ciudad de Ronda, una serpenteante carretera se adentra en el valle, ofreciendo vistas vertiginosas y panorámicas impresionantes. Durante el recorrido, es posible encontrar desvíos que conducen a senderos que se adentran en los bosques de arces, sabinas, alcornoques, encinas y, sobre todo, castaños, que son la especie predominante en la zona.
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Y es que los castaños que se alzan en esta zona pueden alcanzar alturas de hasta 25 metros y son una parte esencial de la economía, la cultura y la ecología de la región. Este bosque se extiende por una docena de municipios, cada uno de los cuales tiene en la castaña un producto distintivo que da vida a oficios locales, festividades y tradiciones. Algunos de estos castañares son accesibles para caminar, mientras que otros son de propiedad privada, pero ofrecen miradores cercanos desde donde se pueden admirar.
Senderos y rutas
Los municipios que conforman el Bosque de Cobre, como Alpandeire, Benadalid, Benalauría, Cartajima, Faraján, Genalguacil, Igualeja, Jubrique, Júzcar, Parauta, Pujerra y Yunquera, tienen una rica tradición en torno a la castaña. Cualquier época del año es una oportunidad para visitar estos lugares y descubrir hermosos paisajes, disfrutar de una deliciosa gastronomía y participar en diversas festividades, algunas de las cuales han sido declaradas de «Singularidad Turística» debido a su importancia provincial.
Si bien el Bosque de Cobre no es un lugar público y los castañares son fincas privadas, se pueden explorar a través de senderos locales o rutas de gran recorrido, como la Gran Senda de Ronda (GR 141), cuyas etapas 4, 5 y 6 pasan cerca del río Genal y de los castaños que dan nombre al bosque. Además, los visitantes pueden disfrutar de los «tostones», festividades tradicionales en las que se asan castañas y se acompañan con anís, aguardientes y licores locales. También es posible degustar platos cocinados con castañas en los restaurantes locales, que ofrecen menús centrados en este fruto espinoso durante la temporada.
Una emocionante excursión es dirigirse a la fuente del río Genal, partiendo desde el pueblo de Igualeja, el más grande del Alto Genal. Este itinerario lleva a los visitantes hasta el nacimiento del río Genal, un espacio declarado Monumento Natural. Pujerra, considerado uno de los pueblos más bonitos de Málaga, cuenta con la iglesia del Espíritu Santo, un busto dedicado al rey visigodo Wamba y un pequeño Museo de la Castaña. Parauta es uno de los pueblos menos habitados del valle pero está profundamente inmerso en el Bosque de Cobre. Faraján, además del Bosque de Cobre, cuenta con otro atractivo natural: Las Chorreras de Balastar, una cascada vertical que aumenta su caudal en otoño. Además, hay otros pueblos blancos, como Alpandeire, Benalauria, Genalguacil, Jubrique y Júzcar, que comparten la belleza del castañar.
Vistas impresionantes
Para aquellos que prefieren no caminar, existen miradores a lo largo del Valle del Genal, desde los cuales se pueden admirar los castañares en todo su esplendor. Pujerra, Atajate y Benadalid tienen sus propios «miradores de los castañares», mientras que la atalaya de Fray Leopoldo, en Alpandeire, ofrece vistas panorámicas impresionantes. Además, las carreteras y senderos del valle sorprenden con recodos y colinas que ofrecen vistas al dorado Bosque de Cobre.
El Bosque de Cobre es mucho más que un bosque de castaños; es un lugar mágico donde la naturaleza, la cultura y la tradición se entrelazan en un espectáculo otoñal que nunca olvidarás.
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