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El Papa se reúne con Vance tres meses después de criticarlo en redes sociales

El Vaticano evita el choque sobre migración y propone colaborar por la paz en Gaza y en Ucrania

León XIV trabajará por «una Iglesia unida» que sea el «fermento de un mundo reconciliado»

El Vicepresidente estadounidense J.D. Vance y el Papa León XIV durante su encuentro en el Vaticano EFE
Javier Martínez-Brocal

Javier Martínez-Brocal

Corresponsal en el Vaticano

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El Papa no quiere una política de choque con la Casa Blanca. Al menos, no quiere empezar pisando demasiado fuerte el acelerador. Este lunes León XIV se ha reunido 45 minutos con J.D. Vance en el Palacio Apostólico Vaticano. La primera reunión de alto nivel entre la Santa Sede de León XIV y la administración Trump ha dejado sobre todo sonrisas y fotos de cordialidad. El Vaticano le ha solicitado que «en las zonas de conflicto se respete el derecho humanitario y el derecho internacional y se alcance una solución negociada entre las partes implicadas», en referencia a la situación en Gaza y a la guerra en Ucrania.

Como es habitual, el comunicado de prensa del Vaticano evita informar del contenido de la conversación privada con el Papa. Sí se refiere en términos positivos a las cuestiones que Vance ha abordado con el ministro de exteriores del Vaticano, Paul Richard Gallagher. Curiosamente no menciona la cuestión migratoria en EE.UU. y prefiere concentrarse en temas de política internacional.

La reunión entre el nuevo Pontífice y el vicepresidente de EE.UU. ha comenzado a las 7.56 horas y ha concluido 45 minutos más tarde sin descarrilamientos. Vance estaba acompañado por el secretario de Estado Marco Rubio. Luego, la delegación americana se ha reunido con el ministro de exteriores del Vaticano.

«Esta mañana, lunes 19 de mayo de 2025, Su Santidad León XIV ha recibido en audiencia al vicepresidente de los Estados Unidos de América, Hble. James David Vance, quien posteriormente se ha reunido con S.E. Monseñor Paul Richard Gallagher, secretario para las Relaciones con los Estados y las Organizaciones Internacionales», ha explicado la oficina de prensa de la Santa Sede.

«Durante las cordiales conversaciones en la Secretaría de Estado se renovó la satisfacción por las buenas relaciones bilaterales y se hizo hincapié en la colaboración entre la Iglesia y el Estado, así como en algunas cuestiones de especial relevancia para la vida eclesial y la libertad religiosa. Por último, se ha procedido a un intercambio de opiniones sobre algunos temas de actualidad internacional, expresando el deseo de que en las zonas de conflicto se respete el derecho humanitario y el derecho internacional y se alcance una solución negociada entre las partes implicadas».

Polémica en redes sociales

En la reunión de esta mañana parecía aparcada la polémica que Vance y el cardenal Prevost protagonizaron en redes sociales, y que habría pasado desapercibida si no hubiera sido elegido Papa. El pasado mes de febrero, el entonces cardenal Prevost criticó en X al vicepresidente de EE.UU., por haber manipulado la expresión de san Agustín 'ordo amoris' para justificar la deportación de migrantes.

«Basta buscar en Google 'ordo amoris'», había tuiteado Vance el 30 de enero como respuesta a las críticas contra la política de deportaciones forzadas. Se trata de una idea que san Agustín presenta en «De civitate Dei», donde explica que el amor tiene un orden preciso pues depende de «la relación en la que se sitúa». Vance aplicaba este principio religioso al marco ideológico del 'America first', para decir que primero va el propio país y luego el resto.

El 3 de febrero, el cardenal Prevost publicó este mensaje: «JD Vance se equivoca. Jesús no nos pide hacer una clasificación con el amor a los demás». Una semana más tarde, el 10 de febrero, también el Papa Francisco contestó la interpretación de Vance. «El verdadero 'ordo amoris' que es preciso promover, es el que descubrimos meditando constantemente en la parábola del 'buen samaritano', meditando en el amor que construye una fraternidad abierta a todos, sin excepción. Preocuparse por la identidad personal, comunitaria o nacional, al margen de estas consideraciones, fácilmente introduce un criterio ideológico que distorsiona la vida social e impone la voluntad del más fuerte como criterio de verdad».

Hoy la cuestión de san Agustín y de los migrantes se ha reservado probablemente a las conversaciones a puerta cerrada, quizá para no eclipsar la emergencia geopolítica internacional y no restar fuerza a la voluntad de colaborar por la paz mundial.

El último líder en reunirse con el Papa Francisco

Por otro lado, JD. Vance fue el último líder mundial que se reunió con el Papa Francisco. Lo visitó en Casa Santa Marta el pasado domingo de Pascua, 20 de abril, menos de 24 horas antes de su fallecimiento. Por eso, este sábado aprovechando el viaje a Roma, fue a rezar ante su tumba.

«Era muy querido por muchos católicos de todo el mundo, y espero que me acompañen en la oración por el descanso de su alma», publicó en la misma red social de la polémica.

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