La entidad soberanista OCB recurre en los tribunales la libre elección de lengua en las escuelas de Baleares

El plan de libre elección de lengua impulsado por el gobierno regional del PP permite a los alumnos estudiar dos asignaturas en castellano. Su adhesión es voluntaria, por lo que serán los centros educativos quienes lo decidan.

Con las matriculaciones a la vuelta de la esquina, la OCB, principal entidad soberanista de Baleares, alerta de que este plan es «nocivo, ilegal y no equitativo» y pide a los jueces que no entre en vigor hasta que se resuelva el pleito, una petición a la que el Tribunal Superior deberá responder en los próximos días o semanas.

La OCB dice que si este plan se aplica mientras dura el contencioso, podría provocar perjuicios irreversibles en el sistema educativo balear, ya que, entre otros, se materializará un efecto segregador.

El presidente de la OCB, Antoni Llabrés, subraya que la aplicación del plan supondría por primera vez en la historia la separación de los alumnos por razón de lengua «sin ningún criterio pedagógico que lo justifique». Insiste en esta idea pese a que el consejero de Educación ha negado que haya segregación y ha explicado que se llevará a cabo con desdoblamientos de grupos, como ya se hacía en materias como matemáticas en la época de Armengol, que permitía estudiar esta asignatura en una lengua extranjera.

Sin embargo, la OCB considera que poder estudiar en castellano dos asignaturas o aprender a escribir y leer en la lengua materna es «una segregación que está claramente prohibida por la Ley de normalización lingüística y la Ley de educación de Baleares y que pondría en riesgo la convivencia y la cohesión social de la comunidad educativa».

La OCB, que resucitó su Diada por la Lengua recientemente y sacó a la calle a 5.000 personas, considera que la separación podrá crear subgrupos lingüísticos, afectará al rendimiento escolar y beneficiará solo a los grupos clase y a los centros que obtengan recursos adicionales por parte de la Consejeria de Educación.

La entidad sostiene que el plan es «incompatible» con el modelo educativo vigente de Baleares. Además, veta el derecho de los padres a elegir lengua al asegurar que los encargados de decidir las reglas que determinan la lengua en la que se imparten las diversas materias son los poderes públicos, mientras que las familias «participan en el proceso de elaboración de los proyectos lingüísticos pero no tienen una facultad de elección de lengua, que sólo está legalmente reconocida, de forma limitada, en la primera enseñanza».

Pese a que el plan piloto es voluntario para los centros educativos y garantiza el 50% de clases en catalán, la OCB dice que «vulnera» el Decreto de Mínimos sobre las materias que se tienen que impartir en catalán y que supone una interferencia en la autonomía pedagógica y organizativa de los centros, a causa de «la ola de modificaciones precipitadas de los proyectos lingüísticos que pretende la Conselleria».

Según la OCB, se trata de un plan no equitativo, puesto que la dotación adicional de recursos prevista está pensada solo para los centros que ya disponen de espacios y medios adecuados, es decir, de los que pueden organizar una doble línea educativa en catalán y castellano. Por último, han recordado que la «comunidad educativa» y el Consejo de Educación de Baleares se han manifestado en contra del plan de libre elección de lengua.