«La única lengua segregada en Baleares es la española, que no se puede usar»
El profesor que planta cara a la marea verde denunció un claustro contra el castellano
Seis estudios prueban el fracaso de la inmersión lingüística en Cataluña
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesión«La verdadera lengua segregada en las aulas de Baleares es la lengua española, que no se puede usar». Pedro, docente de una escuela de Ibiza que prefiere usar un pseudónimo, da la primera razón para no sumarse al manifiesto del Movimiento por la Escuela en Catalán ... que se acaba de colar en su centro y que quiere boicotear el uso del castellano en las aulas. Tiene más motivos pero no pudo exponerlos en la asamblea de profesores porque finalmente no se celebró.
Este docente ibicenco es el primer profesor que ha conseguido parar los pies a la resucitada marea verde, que hace días convocó un claustro ilegal para boicotear el español como lengua de enseñanza.
La plataforma educativa, secundada por docentes nacionalistas, buscaba una foto de los profesores vestidos de luto por el catalán y forzar a todo el claustro a significarse en contra de la libre elección de lengua, una medida anunciada por el Gobierno del PP que se aplicará de forma voluntaria para los centros a partir del próximo curso.
MÁS INFORMACIÓN
Gracias a la denuncia de Pedro, asesorado por Hablamos Español, el claustro fue cancelado. «Le recordé a la directora y a la Inspección educativa que los profesores estamos obligados a asistir a los claustros y tenemos la obligación de votar, no podemos abstenernos. Les dije que no pueden preguntarme por cuestiones políticas ni obligarme a significarme con mi voto», explica a ABC este docente que con su denuncia quiere ayudar a otros compañeros en la misma situación.
A Pedro, estas 'reuniones por el catalán' le recordaron al conflicto vivido hace una década cuando el sector nacionalista se levantó contra la aplicación del trilingüismo del PP bajo el lema «una escuela pública, de calidad y en catalán», convocando asambleas a favor de la inmersión lingüística.
«Por entonces estaba solo pero ahora no estoy dispuesto a pasar por lo mismo. Por eso he dicho 'basta'», se planta Pedro, que se armó de valor esta vez para intervenir en la 'asamblea por el catalán'. A raíz de su queja, la Inspección educativa suspendió el claustro y «me quedé con las ganas de asistir» reconoce. Con un listado de razones escritas en un papel, empieza a dar sus argumentos en contra del manifiesto por la inmersión lingüística.
Para empezar, «la única lengua segregada en la educación pública de Baleares es la lengua española, que no puede utilizarse en las comunicaciones oficiales, ni en los documentos internos del centro» y que recuerda que es la lengua oficial de Baleares.
«No cuela», prosigue, que le acusen de romper la convivencia por pedir clases en castellano cuando «son los que quieren imponer una única lengua en el sistema educativo público los que la rompen» al negar el derecho de poder estudiar en castellano.
«Hace una década no se pudo aplicar el trilingüismo por la presión de los intolerantes que no respetan los resultados electorales cuando no gobiernan los suyos», recuerda Pedro, que argumenta que las urnas han votado un gobierno que prometió respetar la libre elección de lengua de los padres en la educación pública.
Para acabar, lanza un reproche a la llamada comunidad educativa, liderada por el sector docente nacionalista, de la que dice que «sólo se moviliza cuando no gobiernan los socialistas». Se refiere, especialmente, a los sindicatos educativos que firman el manifiesto: el STEI, que apoyó el referéndum ilegal de Cataluña; UOB o Alternativa, que no se han movilizado en ocho años de gobierno de izquierdas.
«No protestaron cuando Armengol no nos devolvió la retención del 2 % del salario, ni movieron un dedo ante la aprobación de la nefasta ley educativa del Gobierno de Sánchez que estamos padeciendo, ni ante el abuso de temporalidad de los interinos por parte de la administración pública. En cambio, siempre están dispuestos a movilizarse cuando no gobiernan los socialistas«, prosigue Pedro, que acusa a estos sindicatos y entidades catalanistas de ser »el instrumento político de los partidos independentistas catalanes en Baleares«.
«Por todo ello, me opongo firmemente a la politización de mi escuela y me niego a firmar este manifiesto», concluye Pedro, satisfecho de que la imagen del centro no se viera «manchada» por «cuestiones políticas ajenas al normal desarrollo de sus actividades educativas».
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete