El catalanismo balear resucita su Diada para medirse contra el PP de Prohens

La OCB, la principal entidad soberanista de las Islas, que en 2017 otorgó un premio a los Jordis por promover un referéndum ilegal en Cataluña, se erigió este domingo como defensor de los votantes del PP avisando a Prohens de que si rectifica, «lo agradecerán».

Según su presidente, Antoni Llabrés, quienes apoyaron al PP en las urnas en mayo de 2023 «no votaron las medidas que están aplicando ahora mismo», aunque lo cierto es que tanto la supresión del requisito del catalán en la sanidad pública como la libre elección de lengua en las escuelas, medidas contra las que ahora protestan y se movilizan la OCB y sus entidades afines, fueron compromisos electorales del Partido Popular. Ni siquiera que la presidenta haya conservado las ayudas públicas para el catalán ha rebajo el tono hostil contra el Ejecutivo del PP.

El catalanismo rescató las camisetas verdes -símbolo de las protestas contra el trilingüismo del Gobierno del PP balear de José Ramón Bauzá en 2013- y se echó a la calle para tomar esta primera Diada como un «buen termómetro para comprobar la movilización social en Mallorca frente a la violencia y actitud obsesiva de la extrema derecha política».

Cinco años después de quedar en pausa por el coronavirus, la Diada por la Lengua resucitó tras la caída del Gobierno de izquierdas y nacionalista para proclamar «el amor por el catalán» y acusar a los defensores del bilingüismo de «odiarlo». Miles de personas volvieron a movilizarse en las calles de Palma, avivadas también por el don de la oportunidad de la Casa Real, que concedió justo esta misma semana el título Real a la 'Acadèmi de sa Llengo Baléà', algo que soliviantó a las principales entidades catalanistas de las Islas, que lo interpretaron como un ataque a la unidad de la lengua catalana.

La fiesta no se celebraba desde 2019 pero este año volvió con más fuerza para protestar contra la política lingüística a favor del bilingüismo del PP de Marga Prohens. La concentración de este domingo en Palma, desbordando la plaza mayor, fue -sobre todo- un aviso al Ejecutivo del PP de que «si toca el catalán», agitarán la calle.

Su presidente, Antoni Llabrés, rechazó que en los 11 meses de legislatura del PP se haya eliminado el requisito de catalán a los médicos y se haya incorporado el español en las comunicaciones oficiales del Parlamento balear por primera vez en la historia, a propuesta de Vox.

La OCB hace un llamamiento también a los centros educativos para que no se adhieran al plan piloto de libre elección de lengua que se implantará de forma voluntaria para los colegios a partir del próximo curso la libre elección de lengua. Bautizándolo como «un plan de segregación lingüística», la OCB quiere blindar la escuela 100 % en catalán, un «modelo que ha funcionado razonablemente bien en los últimos 20 años«, aseguró.

Antes de la Diada, la llama de la lengua, simbolizada con una antorcha, recorrió durante cinco días por las cuatro islas. A las cinco de la tarde llegó a Palma y recorrió las principales calles de la capital hasta llegar a la plaza Mayor donde también participó la presidenta del Congreso, Francina Armengol, expresidenta de Baleares, cuyo anterior gobierno regional subvencionó notablemente a la OCB y los medios en catalán durante los ocho años de legislatura.