La ministra de Igualdad ultima una propuesta para penalizar a los dueños de los burdeles
el permiso parental por cuidados se estrenará en agosto
Los socios de gobierno piden el cese de Isabel García, pero Redondo llama a "confiar" en la apuesta y anuncia un plan de inserción laboral para personas trans
Feministas piden a Redondo la retirada de las banderas trans de la fachada del Ministerio de Igualdad
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Iniciar sesiónA la ministra de Igualdad, Ana Redondo, Ione Belarra (Unidas Podemos) le ha dado una hora esta tarde jueves 25 de enero antes de recordarle que «el avance en derechos» feministas en el país «tuvo un altísimo coste político» para Irene Montero ... y que si ella está dispuesta a caminar en la misma senda, puede tener el mismo efecto también. Tras la advertencia, Belarra ha pedido el cese inmediato de Isabel García como directora del Instituto de las Mujeres y ha repasado uno tras otro sus tuits ofensivos a propósito de la 'ley Trans'. También se ha congratulado por que «un sexo no consentido sea una agresión», a tenor de la decisión del juez de procesar a Luis Rubiales por su actuación con Jenni Hermoso. La jugadora de la selección española de fútbol ha acaparado más minutos esta tarde en las intervenciones de los parlamentarios en la Comisión de Igualdad del Congreso de los Diputados que la propia Isabel García y su polémico nombramiento. Para la ministra, esto obedece a una razón: "Han hecho más las jugadoras de fútbol por la igualdad que muchas de las políticas de los últimos años".
En su segunda respuesta, Redondo ha dicho que es "consciente del malestar generado por el nombramiento de la directora del Instituto de Mujeres", pero ha pedido "confianza" en esta apuesta, porque García pidió disculpas y eso "es una lección de humildad". A juicio de la ministra, "el currículo digital no puede pesar", porque ella entre otras cosas no tiene ni usa redes sociales. "Yo trabajo en equipo y este equipo está comprometido en los avances de derechos. Quien no esté comprometido en esa línea, no tiene cabida en este ministerio". No obstante, en sus turnos socios de gobierno como Unidas Podemos, Sumar, Junts, PNV y Bildu piden a Redondo el cese de García por "transfobia".
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La ley Trans, así como el resto de las que implementó Montero la pasada legislatura ('sí es sí', reforma del aborto o de igualdad de trato) van a ser desarrolladas por la nueva responsable socialista, según ha anunciado en su comparecencia vespertina en el Congreso de los Diputados, que ha escogido la línea continuista.
Redondo pretende armar una mesa de diálogo social con el Ministerio de Trabajo, donde se sienten patronal y sindicatos, para lograr una mayor inserción laboral del colectivo trans a través de un plan específico (un 80% de ellos confiesan haber sido discriminados en los trabajos o no lograr uno por su condición), así como para redistribuir los usos del tiempo en los hogares (porque recae el peso doméstico mayor en las mujeres, según las respuestas del CIS) y los cuidados de personas al cargo (las mujeres destinan el doble de tiempo que los hombres y eso no les permite ni aburrirse, ha dicho la ministra, siendo ese tiempo de descanso el idóneo para «soñar, crear»).
Ante las representantes de la Comisión que preside la exvicepresidenta del Gobierno socialista, Carmen Calvo, Redondo ha puesto como eje principal de su departamento y las líneas a desarrollar en la legislatura la renovación del Pacto de Estado contra la Violencia de Género. Ha dicho que es «la dimensión más salvaje de la desigualdad» y para su erradicación convocará a todos los ministerios en la Comisión Interministerial de Igualdad que no se reúne desde 2018. En este sentido, ha evocado a Ana Bella (superviviente de violencia de género) y también a Ana Orantes (con la que "la sociedad cambió para siempre") antes de anunciar que trabajará con el Ministerio de Sanidad para impulsar el cribado universal en la Atención Primaria para detectar de forma precoz los casos de violencia de género y pondrá en marcha las unidades de forense integral en todos los partidos judiciales que se contempló en la Conferencia Sectorial de Igualdad que tuvo lugar en el verano de 2022.
La ministra ha manifestado que los cuatro pilares que van a vertebrar toda su acción política son «la coordinación, la transversalidad de la igualdad en todos los ámbitos de la actuación política, la transparencia y el diálogo». Ha pedido a los negacionistas de la violencia de género que no rompan el consenso en ese Pacto de Estado logrado en 2017.
La ministra Redondo se ha comprometido esta tarde a equiparar en derechos a las familias monoparentales con dos o más hijos a las numerosas, aunque no duplicarles el permiso de paternidad-maternidad como le han pedido algunos grupos de la Cámara. El permiso parental de 20 semanas debería extenderse a seis meses para las madres, ha reclamado también Podemos. Por su parte, en agosto de 2024 se estrenará el permiso de ocho semanas (cuatro de ellas retribuidas) anunciado en la pasada legislatura por la propia exministra Belarra y recogido el guante en ésta por el titular de Derechos Sociales, Pablo Bustinduy.
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También ha anunciado una ley de protección a los menores, con una APP «pionera» para protegerlos de la pornografía, la firma de un Pacto de Estado contra los Discursos de Odio, desarrollar la creación de una autoridad independiente que garantice la igualdad de trato y contra la discriminación que está recogida en esa norma de julio de 2022 (la llamada 'ley Zerolo'), así como conseguir la creación de los centros 24 horas de crisis y atención a las mujeres que sufran agresiones sexuales en todas las provincias de España. Esta medida viene incluida en la ley 'del solo sí es sí' y tiene como plazo máximo de cumplimiento diciembre de este año.
En su intervención, Redondo ha anunciado que presentará una proposición de ley para penalizar la tercería locativa (tercería locativa es una figura jurídica que alude al lucro de quien proporciona un lugar en el que la persona prostituida realiza su actividad sexual, es decir, los dueños de lupanares por ejemplo) enmarcada en una futura ley de trata (para la que aún queda, ha dicho) que provocó desequilibrios la pasada legislatura y quedó estancada. "Para mí el abolicionismo es un fin, un objetivo, necesitamos un intenso debate social" sobre la prostitución, ha señalado la ministra.
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