real madrid
El vestuario: «Nos jugamos todo en diez días»
El equipo señala que la Champions debe dar una inyección de confianza para ganar en Anoeta y recuperar las opciones ligueras
tomás gonzález-martín
Fue una goleada sin risas. El equipo piensa que el título de Liga lo dirime en San Sebastián y la Champions se debate en diez días con dos partidos frente al Borussia Dortmund.
El Real Madrid goleó al Rayo Vallecano y las caras de ... sus futbolistas denotaban responsabilidad. Concentración. El equipo reflexionaba en el vestuario que el miércoles se jugará la Champions, frente al Borussia Dortmund, y tres días después apostará todas sus posibilidades ligueras ante el Real Sociedad en San Sebastián. Por eso no había semblantes sonrientes. Todos pensaban en lo que deben hacer durante los próximos diez días, incluida la visita al Borussia el 8 de abril.
La tez de cada jugador del Madrid mostraba esa necesidad de dar el do de pecho en los siguientes tres encuentros. Y los jefes del vestuario manifestaban que una victoria importante ante los alemanes en el Bernabéu inyectaría moral al equipo y a la afición.
Ancelotti ofrecía optimismo después de escuchar en la grada algunos silbidos a Diego López, víctima del debate con Casillas, y otros pitos a Bale y a Cristiano Ronaldo por su individualismo. El técnico dio una vuelta de tuerca a la situación ambiental: «El público animará al máximo al equipo en la Champions, no hay problema. Respecto a los silbidos a Diego López, a él no le hacen daño. Los pitos a Cristiano no me parecen comprensibles».
La verdad es que esas protestas de la grada eran realmente una reacción de desencanto de los seguidores madridistas tras constatar las victorias del Barcelona y el Atlético. A Ronaldo le recriminaron no dar un pase a Morata, que estaba solo. A Bale también le acusaron de individualismo. Ancelotti sabía que eran explosiones de enfado por la decepción de los resultados de los rivales. Y lanzó otra dosis de adrenalina pura: «Todo el mundo sueña con ganar la Décima. Hay confianza en el equipo, porque la Champions y la Copa del Rey solo dependen de nosotros. En la Liga dependemos de los demás».
Cristiano, solo una herida. A CR7 le echaron en cara ese centro que no concedió a Morata, pero todo el mundo estaba preocupado cuando se quejó de una lesión, tendido en el suelo. Su entrenador tranquilizó a los seguidores: «Le hicieron un corte en la rodilla, por una entrada. No es nada importante». El madridismo respiró, incluidos los protestones.
En este Real Madrid plagado de estrellas, dos canteranos marcaron goles. Morata anotó una preciosa diana en un disparo por la escuadra, con efecto. El chaval salió al césped con un corte de pelo de los Marines. «Me he afeitado la cabeza para ayudar a quienes sufren cáncer». Su tiro afeitó las telarañas: «Necesitaba este gol». No habló de su futuro. Hace un mes se le aconsejaba marcharse cedido en julio. La lesión de larga duración de Jesé ha cambiado la situación: «No sé lo que pasará a final de temporada». Quiere ser importante en este tramo final de la temporada.
Su amigo Carvajal protagonizó su primer gol en el Real Madrid , que dedicó precisamente a Álvaro. El defensa lo marcó con la pierna izquierda. Dani habló del debate de la portería que se vive en la prensa y en la grada: «Hay debate Íker-Diego López, pero el entrenador ya tomó una decisión a principios de la temporada».
Arbeloa, su rival por la titularidad en el lateral diestro, dio una lección de deportividad al dar la enhorabuena a Carvajal: «Felicidades, Dani, por tu pimer gol».
Objetivo Modric. Los jugadores hablaban de la goleada al Rayo y la mente estaba centrada en el Borussia Dortmund y en la Real Sociedad. Se notaba esa mirada a medio plazo. Todos están obsesionados con tres partidos que marcarán su porvenir. El primer objetivo de Ancelotti era recuperar a Modric, que no jugó anoche por sufrir un proceso febril. Los médicos han trabajado con precisión para que el croata recupere la fortaleza física y afronte el duelo de Liga de Campeones con garantías.
El técnico defendió el rendimiento de Alonso, discutido por sus partidos ante el Barcelona y el Sevilla. No ha disfrutado de ningún descanso desde hace meses: «Xabi no necesita el dinamismo de Modric y de Di María para jugar bien. Su labor es aportar equilibrio, estar colocado y jugar con inteligencia. Y Xabi es muy inteligente».
El vestuario ha dialogado en la «cocina». Siente que el miércoles hay que demostrar que son el Real Madrid. El equipo sabe que debe levantar el ánimo del madridismo en la Champions. Se la juega.
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