Midway, los rostros de los héroes que salvaron Occidente de la barbarie japonesa
Roland Emmerich («Independence Day», «El patriota») viaja a 1942 para retratar a los soldados americanos que frenaron el avance del Eje por el Pacífico
M.M.
El cine ha encontrado en la Segunda Guerra Mundial una trinchera desde la que explotar cada cierto tiempo historias épicas de superación y heroísmo frente a tanto horror y barbarie. Héroes anónimos que se dejaron la vida para proteger sus sociedades frente a ... la barbarie enemiga. Y nadie ha sabido ensalzar a esos valientes como Hollywood , que los recuerda y aplaude incluso en sus episodios más oscuros. Como en el ataque de Pearl Harbor , en el que en lugar de fijarse en los errores de inteligencia que llevaron a la muerte a cientos de soldados prefieren ensalzar la ansias de venganza y reparación de los supervivientes.
Es el caso de Midway , la batalla decisiva para controlar el Pacífico tras el desastre de Pearl Harbor. Un episodio en el que dos hombres salieron, a ojos del pueblo americano, como salvadores: El almirante Chester Nimitz, que terminó por convertirse en comandante en jefe de la flota del Pacífico, y Richard Best, un piloto de bombardero, con grado de teniente, que pertenecía al Escuadrón de bombardeo VB-6 del portaviones USS Enterprise.
Dos hombres que tuvieron que frenar el avance nipón y cuyos actos llegan al cine de la mano del director Roland Emmerich (el mismo que dirigió « Independence Day », « El patriota ») en la película «Midway», que se estrenará el 5 de diciembre. Emmerich regresa a su género favorito con una historia repleta de acción y drama que arranca con los acontecimientos reales ocurridos en la Batalla de Midway, que tuvo lugar en 1942. La victoria de Estados Unidos en esta épica batalla marcó un cambio decisivo en el curso de la Segunda Guerra Mundial y transformó la Guerra del Pacífico . «Midway» narra la historia de amistad, lealtad, sacrificio y valor de todos los que arriesgaron sus vidas, desafiando todas las probabilidades, para garantizar la victoria.
Una batalla para salvar a Occidente
Tras las espectaculares victorias del invierno de 1941-1942, el Alto Mando Imperial japonés estaba inmerso en una cuestión fundamental. Los objetivos por los cuales ha entrado en guerra —las materias primas del sudeste asiático— han sido asegurados tras la conquista de las Indias Orientales Holandesas y las posesiones del Imperio Británico. La ocupación de las Filipinas y del numeroso anillo de islas en el Pacífico proporciona el cinturón defensivoque protege las nuevas adquisiciones y sus rutas marítimas hacia Japón. Pero la guerra continúa y se establece un debate en torno a la estrategia a seguir: ¿cuál debe ser el siguiente paso?, ¿se debe adoptar una actitud defensiva u ofensiva? Estas preguntas las planteba en un texto de ABC Víctor Javier García Molina , que las respondía con un pormenorizado análisis de la batalla de Midway .
El almirante Yamamoto —verdadero conductor de la estrategia naval japonesa— considera que permanecer a la defensiva ante una potencia con el poderío industrial y los recursos humanos de los Estados Unidos es una actitud suicida. Se hace necesario plantear una estrategia que provoque una paz negociada, en la que Japón, desde una posición victoriosa, pueda conservar la mayor parte de lo conquistado.
Para ello el contralmirante Ukagi, jefe del Estado Mayor de Yamamoto, plantea tres opciones diferentes: la primera, invadir Australia, opción que será rápidamente descartada al contar con la oposición radical del Ejército japonés, que, volcado en la guerra con China, no está dispuesto a involucrar más tropas de las estrictamente necesarias en nuevos frentes de guerra. Las otras dos: invadir la India, vía Ceilán, o hacer lo propio con Hawai, vía Midway, son las que entran en el debate… ¿Midway o Ceilán? Ambas opciones cuentan con vehementes defensores y, tras un agrio debate, parece que la opción del ataque a Ceilán tiene más partidarios, aunque Yamamoto apoya personalmente el ataque a Midway.
Pero la discusión se zanja como consecuencia del raid de Doolittle. Se atacará Midway. Con ello se intenta forzar a la US Navy a plantear una batalla decisiva. Una batalla que sus fuerzas ganarán y así se obligará a los EEUU a sentarse a negociar la paz . Al mismo tiempo, se decide ocupar algunas de las Islas Aleutinas, en Alaska, ya que su posesión permitirá ampliar todavía más el cinturón defensivo nipón y protegerá el flanco norte del ataque a Midway y Hawaii.
Mientras, la lucha continúa. Dos son los frentes principales. Uno es Birmania, cuya campaña acabará a finales de 1942 con la expulsión de las tropas británicas e hindúes hacia la India. El otro frente se encuentra en las Salomón y Nueva Guinea, que son escenario de cruentas luchas entre las tropas australianas y japonesas. La posesión de dichas islas permitiría estrangular Australia, al quedar rodeada de bases japonesas (Rabaul, la principal) que impedirían el tránsito de convoyes o tropas desde los EEUU y hacia Europa... A principios de mayo de 1942, una poderosa escuadra escolta a una fuerza de desembarco nipona con el objetivo de tomar Port Moresby, la capital de Nueva Guinea.
A su encuentro salen dos Task Forces (grupos de combate de la US Navy) . En los enfrentamientos que siguieron, conocidos como Batalla del Mar del Coral, los estadounidenses, a pesar de unas pérdidas superiores, obligan a la marina japonesa a abortar sus planes de invasión. Pero los planes de ataque a Midway y la posterior invasión de las Hawaii prosiguen . Sin embargo, los estadounidenses, ayudados por su conocimiento del cifrado enemigo, logran adivinar el proyecto japonés.
Y así, a pesar de su inferioridad en portaaviones , el conocimiento del dispositivo nipón les otorga cierta ventaja. Durante los días 4 a 7 de junio tiene lugar uno de los combates más trascendentales de toda la guerra. La suerte y el valor se alían con la pericia en el bando estadounidense para otorgarle una victoria decisiva que cambiará el curso de la guerra en el Pacífico.
Al finalizar los combates, los cuatro portaaviones japoneses de la flota de invasión han sido hundidos y, lo que es más importante, las expertas —e insustituibles— tripulaciones de los aviones y navíos que habían hecho posible la expansión del Imperio del Sol Naciente han sido eliminadas. El hundimiento del portaviones «Yorktown» y la ocupación de las islas de Attu y Kiska en las Aleutianas no pueden compensar, ni con mucho, el carácter decisivo de esta derrota japonesa.
En la película de Roland Emmerich
La sinopsis de «Midway» promete ese cine espectacular y épico al que acostumbra el cineasta: 1942, Segunda Guerra Mundial. Después del devastador ataque sorpresa que destruyó Pearl Harbor , la Armada Imperial Japonesa se prepara para un nuevo ataque. Pero el Almirante Nimitz ( Woody Harrelson ) y Dick Best ( Ed Skrein ), el mejor piloto de la armada estadounidense, preparan un contraataque al imponente ejército japonés . Dick encabezará un ataque masivo que hará que Japón se dé cuenta de su error. Una decisión que cambió el curso de la historia para siempre.
Mientras estos dos titánicos enemigos emprenden una letal batalla para cambiar el rumbo de la guerra, todas las miradas se vuelcan hacia la remota isla de Midway, donde una serie de impactantes ataques aéreos y marítimos pondrán a prueba la potencia y la fortaleza de ambas naciones. La película refleja uno de los rasgos más característicos del cine de Emmerich: un reparto coral que encabezan Ed Skrein (‘ Juego de tronos ’, ‘Deadpool’), Woody Harrelson (‘Los juegos del hambre’, ‘Han Solo’), Patrick Wilson (‘Aquaman’, ‘La monja’), Luke Evans ( ‘El Hobbit’, ‘La bella y la bestia’), Nick Jonas (‘Uglydolls’, ‘Jumanji’), Mandy Moore (‘This is us’, ‘Un paseo para recordar’) y Dennis Quaid (‘El día de mañana’, ‘Lejos del cielo’).
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