LAPISABIéN
Ojos de ceniza
El cerebro achicharrado, canas irreparables
Si yo fuera 'colono' (2) (20/7/2023)
He salido cansado, con los ojos de ceniza, el ánima en un puño y la planta de los pies ardiendo. Con el cerebro achicharrado de naderías, de marketing tendente al matonismo, con unas canas ya irreparables en el mentón y padeciendo una sensación de tiempo ... perdido. De cuestión pasada que no pasa y que se enquista aunque salga el sol.
El destino ha querido que en el mejor Tour que vieran los siglos, los malos signos se evaporasen en la calor de la tarde. En unas pocas horas se dejaba todo lo malo del mundo, de este verano que es verano, y no culpa mía y de la ultraderecha y las multinacionales, como dicen los cofrades de la Agenda 2030, que son casi todos los que pasan el cazo a diestra y siniestra. Esos nuevos negacionistas que tienen a la atmósfera como mi tito Juan a la Virgen del Rocío.
He sentido que el sentido (sic) de mi voto tendría que depender de lo que dijera mi amigo Chomsky, solterón con gatos, que se creyó que montándome una barbacoa me iba a comprar el alma con pitracos de carne. O la familia, claro, sibilina, a la que faltó darme el sobre o meterme en él y perderme de vista. O la filípica de mi compañero de piso, el que va dejándome deudas hasta que uno diga basta ya de sabandijas.
Piensen hoy noche lo que quieran. Que sea con fresco y una miguilla de esperanza.
Verdad que cuando el aborto natural de Ayuso, España entera se dio la paz y la palabra, brevemente. Hubo sinceridad y hasta nos creímos un nuevo tiempo
Pero salieron en liza los no más aptos, que es algo que el maestro Manolo Alcántara siempre comentaba cuando todo estaba tan embarrado. Los días que escribía sobre los pescadores que veía por su ventana, gente de sol y de sal a los que nadie, ni un espídico en un mitin, pudo jamás prometerle ni el sol ni las aguas mansas para que las sardinas brotarán como un maná de yodo.
Ha dolido todo este tiempo chufla y electoral. Mucho.
Aparte los ojos de ceniza, no me quedan ya sueños en el magín, vendrá una factura de la luz inasumible y empezará, de nuevo, el caos: la soltería, el bozo, y la casa sin barrer.