«Los que tuvieron que salir»

Y se quedó tan pancha. Sin tener ni idea de lo que dijo pero da igual. Se lo ha escrito el jefe y ya está.

¿Si incorporamos a los que tuvieron que irse? Puigdemont, Marta Rovira y el resto de supremacistas que salieron por patas ¿tuvieron que irse o se escaparon como cobardes? ¿Tuvieron que irse a Suiza o a Bruselas? ¡Anda que se escaparon a Moscú, Managua o a Caracas! No, no... a Ginebra y a Waterloo. Y como éramos pocos, parió Míriam Nogueras, portavoz de Puigdemont en el Congreso, pocas horas después de su socia del PSOE: «Lo que no podemos hacer nosotros (el legislativo) es estar sometidos al poder judicial. Todavía hay partido, nos queda hasta el 30 y esperamos que esta ley se pueda reforzar un poco más. Y se pueda garantizar esta separación de poderes que hoy es complicada».

El problema de esta buena señora es que, a diferencia de Esther Peña, sí sabe lo que dice. Porque el artículo uno del manual del buen supremacista dice que el catalán está por encima del poder judicial y de cualquier otro que ose someter al «molt honorable y a sus subdites». Hasta ahí podíamos llegar, ¿verdad Míriam?

Otra cosa es cobrar el apestoso sueldo de diputada que pagamos todos los españolazos, vivir como una reina en Madrid e, incluso, que los mismos que te pagamos el salario os paguemos el 'procés'. Pelillos a la mar. La pela es la pela.

PD: Y usted, querido lector: ¿Cuándo cree que veremos a Puigdemont haciéndonos un corte de mangas bajándose del avión en el Prat, desde la escalerilla de Falcon en Torrejón o en la frontera de Perpiñán? Se admiten apuestas. Yo creo que le tendremos dando el co... peñazo por aquí para mayo o junio a más tardar. Con los Presupuestos bien atados, con la ley de su amnistía aprobada y tras haber humillado a Sánchez (y a todos nosotros) reunión tras reunión con el mediador salvadoreño llevándose lo suyo.