Suscribete a
ABC Premium

La Tercera

El rayo verde

Un fenómeno a caballo ente lo óptico y lo poético que convierte al observador (que es quien merezca observarlo) en improbable elegido con algo de lo que presumir en el largo otoño que acaba donde acababa el padre de Jorge Manrique

Nieto

RODRIGO CORTÉS

Dicen -o dicen que dicen- que, al ponerse el sol, en ocasiones, en ese instante final en que sólo su corona queda por refugiarse al otro lado del horizonte, un rayo verde e incongruente, un último fulgor esmeralda, resplandece como un soplo donde se acaba ... el mundo y da paso a la noche, prosaica de repente. Pasa, dicen, pocas veces. Muy pocas, casi ninguna. Muy raramente. Al nivel del mar, o en el mar mismo. Si la mirada no encuentra obstáculos. Si la tierra está más caliente que el aire. Si no hay nubes. Si está uno en racha. Si el aire está excepcionalmente limpio. No es el meñique de Zeus prolongado hasta el cielo, ni una explosión fulgurante que atravesara el alma como un estornudo. No es la mirada afilada de la mujer de hielo que sólo se ve a sí misma. Es, como a menudo sucede con las cosas importantes, un óvalo achatado que sólo por su escasez importa: lo esencial, por lo visto, no tiene tamaño y lo sublime se oculta entre los desechos. Julio Verne aseguraba -cuando no escribía de globos- que el rayo es «de un verde que ningún artista podría obtener jamás en su paleta , un verde del cual ni los más variados tintes de la vegetación ni los tonos del más limpio mar podrían nunca producir un igual». Los franceses, cuando se ponen, se ponen. «Si hay un verde -concluía- en el Paraíso, no puede ser salvo de este tono, que es muy seguramente el verdadero verde de la Esperanza». Verne espolvoreaba exclamaciones que le he ahorrado al cajista, pero la idea es clara: el rayo es verde. Un fenómeno a caballo ente lo óptico y lo poético que convierte al observador (que es quien merezca observarlo) en improbable elegido con algo de lo que presumir en el largo otoño que acaba donde acababa el padre de Jorge Manrique.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia