Detenida una terrorista de Baader-Meinhof tras 30 años en busca y captura

Las autoridades alemanas tienen pruebas de que el trío robó supermercados y camiones de transporte para financiar su vida en la clandestinidad y que planearon varios atentados. En total, calculan que los terroristas robaron millones y, según la Oficina Federal de Policía Criminal (BKA), durante uno de los atracos se produjo además un intento de asesinato.

Klette es considerada responsable, por otra parte, del atentado con explosivos que tuvo lugar el 27 de marzo de 1993 a la una de la madrugada en la prisión de Weiterstadt, en Hesse. La nueva prisión, que en aquel momento aún no había sido puesta en funcionamiento, fue parcialmente destruida por cinco bombas, con un total de 200 kilos de explosivos. También fueron hallados rastros de ADN de Burdock en un ataque con armas de fuego contra la embajada de Estados Unidos en Bonn, que tuvo lugar el 13 de febrero de 1991. En aquel ataque se realizaron 60 disparos contra el edificio, a pesar de lo cual no se registraron víctimas mortales.

Las investigaciones permanecían en vía muerta hasta que, a mediados de febrero, el programa ZDF 'Aktenzeichen XY...' ('Casos sin resolver') reabrió públicamente la búsqueda de los tres terroristas. La llamada a la colaboración de la ciudadanía alemana tuvo como resultado la aportación de alrededor de 250 nuevas pistas, cinco de ellas de máxima prioridad para la Fiscalía de Verden, que registró de nuevo los domicilios de familiares de Garweg.

Seguía siendo «incierto» si los acusados, incluidos desde 2020 en la lista de los más buscados de la Europol, se hallaban en Alemania o en el extranjero. La principal hipótesis de los investigadores era, en todo caso, que el trío vivió en Alemania al menos entre 1999 y 2016 con la ayuda de terceros y que cometió en ese periodo varios atracos con violencia, ya no por motivos políticos sino por pura cuestión de supervivencia.

Algunas de las nuevas pistas condujeron a personas residentes en Kreuzberg y la Policía pudo finalmente llegar hasta un cajero automático al que los sospechosos accedían siempre con la cabeza cubierta y evitando las cámaras de seguridad. En el domicilio de Klette ha sido incautada abundante munición, varias cajas de documentación y huellas digitales que han permitido constatar su identidad sin ningún género de duda.

Klette pasó a la clandestinidad después de la caída del Muro de Berlín, en el invierno de 1989/1990. Sus vecinos en la Sebastianstraße han declarado que vivía en ese apartamento desde hacía muchos años y que se daba a conocer con el nombre de 'Claudia'. Tenía mucho tiempo libre, paseaba a su perro y se ofrecía a dar clases particulares de matemáticas a escolares con problemas. En Navidad, incluso, horneaba galletas para sus vecinos. Ahora la investigación continúa en busca de sus dos estrechos colaboradores.

El grupo al que pertenecían es considerado responsable, entre otros, del asesinato en 1977 del fiscal general del Estado Siegfried Buback y de asesinato del presidente de Deutsche Bank Alfred Herrhausen en 1989, en un atentado con explosivos. La propia Klette militaba en organizaciones izquierdistas desde 1975 y se sospecha que estuvo implicada en varios atentados, aunque no hay consenso sobre si pertenecía al nivel de mando de la RAF en las décadas de 1980 y 1990. En 2016, la policía criminal (KKA) de Baja Sajonia publicó nuevas fotos y ofreció una recompensa de hasta 150.000 euros por información decisiva que condujera a una condena definitiva. El experto en la RAF Butz Peters ve el arresto de Klette como una oportunidad para arrojar luz sobre esa tercera generación. «Este último contingente de la RAF asesinó a diez personas entre 1984 y 1993«, recuerda, »pero solo se ha resuelto un crimen hasta ahora«.