Agresiones y proclamas violentas en las manifestaciones propalestinas de Berlín con motivo del 7-O

Los manifestantes levantaban el dedo índice extendido, que en la oración islámica representa la unidad de Dios pero que los islamistas utilizan como símbolo de terror. En las últimas horas se han registrado protestas violentas en varias de estas convocatorias, en las que se denuncia el «genocidio israelí» en Gaza, una expresión prohibida, y se llama a la «batalla de resistencia». Los manifestantes han arrojado piedras y botellas contra los agentes, causando varios heridos.

A la cabeza de las manifestaciones desfilan personas en sillas de ruedas, en los vehículos que transportan la megafonía van subidos niños de corta edad y son personas edad estudiantil quienes gritan 'Yallah Intifada'. Además de las banderas de Palestina y del Líbano, en muchos de los vehículos que saldrán hoy a la marcha en Neuköln aparece estampado el simbolismo de la hoz y el martillo. El grupo de extrema izquierda Migrantifam es uno de los convocantes de la manifestación. «El domingo por la tarde, unas 1.000 personas participaron en una manifestación pro Palestina y el ambiente está ya caldeado», dice una portavoz de la Policía, que espera hoy más violencia en las calles.

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El comisario de Antisemitismo Felix Klein advierte contra la banalización del islamismo y los ataques contra judíos alemanes. «Después del 7 de octubre se rompieron las compuertas», dice, y se queja de que en Alemania se agrede abiertamente en las calles «cualquier cosa o persona judía y se trivializa cada vez más a los islamistas». «Los triángulos rojos de Hamás, que son marcadores de objetivos, están rociados en los edificios. Se ocupan institutos y se ataca a personas que no tenían nada que ver con el conflicto de Oriente Medio», lamenta Klein, que se refiere expresamente al senador de Cultura de Berlín, Joe Chialo.

Chialo, político de la CDU, fue recientemente acosado e insultado por activistas pro palestinos que rociaron su casa con pintura roja, a modo de amenaza. «Existe un cierto entumecimiento entre la población en general cuando se trata del tema del antisemitismo. La visible solidaridad mostrada con Israel también está menguando», denuncia Klein.

El canciller Olaf Scholz ha reiterado, con motivo del aniversario, su total solidaridad con los judíos de Alemania. En su vídeo-pádcast Chancellor Compact, publicado el domingo, ha insistido en que «en nuestra sociedad libre siempre se puede luchar por el mejor camino y argumentar como demócratas», pero «está claro lo que nunca debería ser es que los ciudadanos de la fe judía tengan que vivir con miedo y terror aquí en Alemania». «No debería ser el caso que los judíos ya no se atrevan salir de casa con una kipá o los estudiantes judíos ya no se atrevían a decir que son judíos en la universidad. Nunca aceptaremos el antisemitismo y el odio ciego hacia Israel. Los judíos aquí en Alemania merecen la total solidaridad de nuestro Estado y la solidaridad de toda la gente decente de este país», han sido sus palabras. Además, ha recordado que «hace un año, los terroristas de Hamás asesinaron a más de mil israelíes: mujeres, hombres, niños, bebés». Y se ha referido a su primera visita a Israel después del ataque: «Ver los rostros de personas que no saben si volverán a ver a sus hijas, a sus madres, hermanas, padres, hijos o hermanos, esa impresión nunca me abandonará».

El canciller ha insistido también en que el alto el fuego debe «finalmente producirse ahora, para que la población civil en la franja de Gaza pueda estar mejor protegida y, por supuesto, mejor atendida. ¡Y para que finalmente los rehenes israelíes puedan ser liberados!», ha dicho, aunque ha admitido que en los últimos días «no está resultando más fácil evitar que el conflicto se agrave aún más». «La paz o incluso la reconciliación en Oriente Medio parecen más lejanas que nunca, pero sabemos una cosa: un camino creíble hacia una solución negociada de dos Estados es esencial para una pacificación sostenible del conflicto».