Varios manifestantes propalestinos pegan en Berlín una paliza a un periodista que informa sobre su radicalismo

Según ha confirmado la Policía, el periodista de 38 años fue atacado en el marco de su actividad profesional, en las inmediaciones de Alexanderplatz de Berlín. Gracias a las imágenes que el propio periodista había tomado del entorno, fue posible identificar y detener al atacante, que, tras recibir información legal y quedar establecida su identidad, fue puesto en libertad a la espera de que se presenten cargos. Sefati cubría también ese mismo día otra reunión sobre el tema 'Seguridad a través de la solidaridad y la humanidad – contra las ofensivas de deportación y las fronteras militarizadas', que tuvo lugar en Lausitzer Platz (Kreuzberg).

Al parecer, el periodista y varios de sus colegas fueron inicialmente acosados por varios jóvenes que después se dieron a la fuga. La Policía de Seguridad del Estado se ha hecho cargo de la investigación.

Los manifestantes antiisraelíes se concentran en Berlín todas las semanas. Sefati cubre habitualmente estas movilizaciones y ha sido reiteradamente amenazado. La semana anterior, cuando sacó su teléfono móvil frente al tribunal de distrito de Tiergarten de Berlín para tomar una fotografía, fue inmediatamente rodeado por un grupo. «Napoleón», le gritó uno de los hombres, aparentemente en referencia despectiva a su baja estatura. Después, tanto en alemán como en árabe, le gritaron varias veces una frase en referencia a la procedencia de su familia: «¡Vuelve a Irán!». En ese caso, estaba cubriendo el juicio contra un activista violento.

Escenas como estas se han vuelto habituales en su día a día laboral. Desde el 7 de octubre, cuando Hamás asesinó a 1.139 personas en Israel y secuestró a otras 240 como rehenes en Gaza, se propuso observar las protestas antiisraelíes en Berlín. Intenta entrevistar a los participantes, filma los discursos, a menudo incendiarios, y los documenta en su canal de la plataforma X. «Conozco bien el odio a los judíos», dice Sefati, que creció hasta los 14 años en Teherán, donde su familia se había manifestado contra la Revolución Islámica y la toma del poder por los mulás en 1979.

Ebrahim Raisi, el presidente de Irán que murió en un accidente de helicóptero en mayo, ordenó ejecutar a su padre en 1988, cuando él tenía sólo dos años, por haberse manifestado a favor de los derechos de la mujer, lo que lo había convertido en un enemigo del Estado.

A finales del pasado mes de julio, los manifestantes incluso lo siguieron hasta su casa y un hombre lo amenazó con un cuchillo justo delante de la puerta de su apartamento. Doce horas después, reconoció al hombre del cuchillo en otra manifestación propalestina y llamó a la Policía, que identificó al agresor. La investigación está en curso.

«Nunca pensé que estas personas estarían dispuestas a venir a mi puerta y poner en peligro a mi familia y a mis vecinos», dijo entonces, «fui ingenuo». Sefati ha cubierto más de noventa manifestaciones de ese tipo en Berlín, en las que «ni un solo orador se distanció nunca de Hamás». Solo participantes individuales, con los que hablaba al principio, le dijeron que no solo veían a Israel, sino también a Hamás como un peligro.

La intención de Sefati es seguir cubriendo estas manifestaciones, pero su familia le ha pedido que deje de hacerlo y, por el momento, se lo está pensando.