15 recetas con calabaza ricas y fáciles de hacer

No solo es deliciosa, sino que la calabaza también aporta numerosos beneficios para la salud. Su textura suave y su sabor ligeramente dulce la convierten en un excelente ingrediente tanto para platos dulces como salados.

Pero antes de descubrir todo lo que nos puede ofrecer en la cocina, vamos a adentrarnos en todo lo bueno que la calabaza nos aporta.

La calabaza es baja en calorías, rica en agua y fibra, por lo que es un alimento ideal para dietas de control de peso o digestiones ligeras. Además de ello, aporta varios nutrientes esenciales.

Uno de sus principales nutrientes son las vitaminas. La calabaza es rica en vitamina A, en forma de betacarotenos, que son antioxidantes y esenciales para la salud ocular y el sistema inmunológico. Reduce al mismo tiempo el riesgo de enfermedades crónicas como el cáncer y las enfermedades cardiovasculares.

También aporta vitamina C, que favorece la producción de colágeno y actúa como antioxidante.

Asimismo, este alimento también nos aporta minerales. Contiene potasio, magnesio y fósforo, que ayudan a la función muscular y ósea.

La calabaza es rica en fibra. De hecho, su alto contenido en esta sustancia hace que mejore el tránsito intestinal, regule el azúcar en sangre y contribuya a una mayor sensación de saciedad.

Se trata, por lo tanto, de un alimento muy beneficioso que debemos incorporar a nuestra dieta, sobre todo, en época otoñal, ya que es su temporada. Ocurre de manera similar con los boniatos o las setas, que en esta época del año alcanzan su máximo potencial, siendo ingredientes deliciosos para numerosas recetas.

La calabaza puede utilizarse de muchas formas en la cocina, ya sea como protagonista del plato o como acompañante.

En platos principales, la calabaza se puede asar, hervir o cocinar al vapor para hacer purés, sopas o cremas. La crema de calabaza es un clásico del otoño, y su suavidad y sabor natural son perfectos para un plato reconfortante. Asada, la calabaza también es ideal para acompañar carnes o para ensaladas, donde aporta una textura jugosa y un toque de dulzor.

Debido a su dulzura natural, la calabaza es ideal para la repostería. Se usa en pasteles, bizcochos y tartas. El famoso «pumpkin pie» (tarta de calabaza) es una delicia tradicional en países como Estados Unidos durante la temporada de otoño. También se puede usar en muffins o magdalenas, galletas y otros dulces.

La calabaza triturada también puede usarse como base de salsas para pasta o para rellenar masas, como raviolis o empanadas.

Simplemente cortada en rodajas o en cubos, aderezada con aceite de oliva, hierbas y especias, y asada al horno, la calabaza es un acompañamiento delicioso y nutritivo para cualquier comida.

Aquí te mostramos algunas de las recetas con calabaza más fáciles y deliciosas que podrás preparar en casa.