El 62% de madres limita en tiempo el uso de la tecnología a sus hijos sin tener en cuenta el contenido

De este modo, el estudio realizado a una muestra de 3.230 madres, revela que 6 de cada 10 de ellas gestionan el control sobre la tecnología limitando el tiempo de uso de las pantallas. Mientras que el 45,8% asegura explicar a sus hijos el tipo de contenido que pueden ver ; el 28,3% de las progenitoras afirma utilizar el control parental para gestionar contenidos y tiempo de conexión; y un 14,1% pone un código de acceso en los dispositivos para evitar que entren sin consentimiento parental.

«Esto ha creado una obsesión por el tiempo que hay que revisar y analizar porque hay otras cosas que también nos preocupan como el uso que nosotras mismas le estamos dando a la tecnología , la sobreexposición de nuestros hijos en las redes sociales o el acceso a contenidos nocivos», ha agregado Baena.

La también impulsora de la asociación Yo No Renuncio ha indicado que el estudio busca indagar sobre la educación en tecnología que tienen las madres «con motivo de los miedos que se generan por desconocer las herramientas que existen para controlarla».

«Esto es un desahogo para hablar de los temas tecnológicos, no puede ser que por miedo lo que generemos sean prohibiciones o limitaciones que no queremos, lo que hay que hacer es acompañar a nuestros hijos en el buen uso aprendiendo a usarlas nosotras mismas», ha añadido.

Al respecto, ha subrayado que «a la mayoría de las madres les cuesta controlar el uso cuando se dice que es tan importante ser ejemplo ». Así, el estudio revela que el 63% de las progenitoras piensa que no controla su propio uso de las tecnologías a pesar de que lo intenta. El 78,3% dice poner normas de uso en casa, pero de este grupo, el 60,1% establece la normativa solo para los hijos y un 18,2% lo hace para toda la familia, incluidos el padre y la madre.

Asimismo, el estudio revela que las progenitoras encuentran tres principales barreras para educar a los niños . Por un lado, el 46% de ellas afirma que la presión social de las amistades de sus hijos las hace ser más flexibles o justificar decisiones de las que no están seguras. Por otra parte, el 42% asegura que otro obstáculo es el uso que hacen sus hijos de las tecnologías cuando los padres no están delante, y el 32% dice no tener conocimientos o información sobre cómo supervisar a los menores.

«Así como hay palabras que no sabíamos qué significaban cuando nuestros hijos hablan por “chat”, muchas madres no saben que existen herramientas para educar de una manera sana en este ámbito, lo cual es muy importante», ha explicado Baena.

La encuesta destaca que el 70,2% de las madres considera apropiado que sus hijos tengan móvil entre los 12 y 15 años . Pese a esto, el contacto con las pantallas se realiza desde temprana edad: el 47,8% de las mujeres encuestadas reconoce que sus hijos menores de 2 años hacen uso de estas, en una tableta o un móvil; un 77,4% indica que sus hijos de entre 3 y 5 años las utilizan; y un 95,5% afirma que sus hijos mayores de 6 años tienen acceso a la tecnología.

Entre los dispositivos más usados, la encuesta refleja que 46,1% de las madres reconoce que sus hijos utilizan la «tableta» familiar y el 39,5% afirma que los niños utilizan los móviles de los padres.

La socióloga del Club de Malasmadres, Maite Egoscozabal, ha explicado que la encuesta ha ayudado a revelar las principales preocupaciones de las madres sobre la participación de sus hijos en el mundo digital y que esto «puede ayudar a mejorar poco a poco con el tiempo».

Entre estas inquietudes están la pérdida de interés por la realidad «offline»; la adicción o dependencia que la tecnología puede crear; el miedo por el daño que pueden causar terceras personas con el «ciberbullying» o el «grooming»; y los riesgos de la exposición de la vida privada.

En este sentido, la experta en educación digital, María Zabala, ha apostillado que «lo primero que una madre debe hacer es conocer a su hijo y mirarlo con los ojos de su época» para poder controlar el uso de la tecnología sin llegar a las prohibiciones. «Nos preocupa que alguien dañe a nuestros hijos pero no lo que nuestros hijos hagan, es muy importante conocerlo y en base a eso hablarles con su propio lenguaje», ha dicho.

De este modo, Zabala ha recomendado conocer «tanto el carácter y la edad de los niños, como los entornos en los que se desenvuelve porque así como se gestiona su autonomía en el mundo “offline”, se hace lo propio en el mundo “online”». «Hay que tener la convicción de saber que la vida digital empieza por nosotros , y tener la conciencia de incorporar la tecnología a nuestros entornos y normalizarla», ha añadido.

Entre otras recomendaciones, la portavoz y miembro del Grupo de Redes Sociales de la Policía Nacional, Laura Garaboa, ha indicado que las contraseñas deben ser divertidas y creativas ; no compartir las mismas contraseñas para todas las plataformas o dispositivos; no proporcionar datos personales a personas en el mundo virtual, como tampoco se hace en el mundo real; y hacer un contrato hablado entre padres e hijos de lo que se debe hacer y lo que no.

La experta también ha señalado que «es recomendable que los padres se animen a conocer a los "instagramers" y cuentas digitales que los niños admiran, así como en el mundo real conocen a sus amigos o estrellas favoritas». Para concluir ha explicado que conocer la vida «online» es lo mismo que conocer la vida «offline».

Garaboa ha subrayado que el organismo atiende cada año más de 30.000 consultas, así como también recibe unas 4.000 menciones y 200 preguntas diarias «que incluyen dudas sobre si se es víctima de acoso ». Es por esto que ha aprovechado para poner a disposición los contactos de la Policía Nacional en caso de algún problema o si se sabe que un niño está siendo víctima de un delito.