Las razones de una pedagoga por las que los menores no deberían utilizar redes sociales antes de los 14 años

Además, el 98% de los menores españoles utiliza Internet de forma habitual desde la pandemia y siete de cada diez tienen teléfono móvil. Esta sobreexposición a Internet puede derivar en la visualización de contenido inadecuado y en la mala utilización de herramientas digitales que pueden acabar siendo un peligro.

En este contexto, la revista infantil «Namaka» lanza su nuevo número (41) centrado en cómo pueden relacionarse los niños con los dispositivos electrónicos con seguridad, conciencia y respeto. El objetivo no es demonizar las pantallas, sino mostrar los secretos que esconden y hacer un uso responsable de ellas. Para este número han contado con la colaboración de Anna Ramis, profesora y pedagoga e impulsora de la campaña #De0a3PantallesRES y del Manifiesto Infancia y Pantalles. Ramis alerta de los riesgos asociados al permitir que los menores tengan acceso ininterrumpido a Internet a través de los dispositivos móviles.

Según Ramis, el uso de dispositivos móviles por parte de los menores depende de para qué se utilicen y del control parental que se ejerza sobre ellos. En el caso de dispositivos con control parental, destinados a tareas específicas y no a distracciones innecesarias, Ramis sugiere que el uso podría ser apropiado a partir de los 4 años. Sin embargo, la colaboradora alerta sobre los peligros de proporcionar a los menores dispositivos móviles con acceso ilimitado a Internet antes de los 18 años. Argumenta que las familias deben mantener el control sobre el uso de estos dispositivos hasta que los jóvenes sean suficientemente maduros para gestionarlos de forma responsable.

«Mis amigos ya tienen móvil, y ya juegan a videojuegos. ¿Por qué a mí no me dejas?«. Esta es una de las preguntas que más se repiten en el entorno familiar y, cada vez, a edades más tempranas. Ramis destaca la importancia de contar a los menores las razones detrás de las restricciones, evitando simplemente prohibir sin justificación. »Queremos protegerlos porque les queremos. Por eso, debemos decirles que sabemos los efectos que pueden tener en su salud mental«, afirma, destacando la necesidad de establecer una relación de confianza para abordar estas cuestiones de forma abierta y constructiva.

Recientemente, la ciudad de Nueva York emitió una alerta sanitaria que clasifica a las redes sociales como una «toxina de salud ambiental» debido a su impacto en la salud mental de los niños. La experta colaboradora de la revista infantil «Namaka» apoya esta postura y afirma que «las redes sociales pueden ser nocivas para los menores». Entiende que los niños menores de 14 años no deberían utilizarlas. «En todo caso pueden empezar a los doce años viendo cómo un hermano mayor, la madre o el padre utilizan sus redes y tomar nota de qué precauciones toman y qué tipo de interacciones son saludables y cuáles no», comenta Ramis, y añade « y ya, cuando sean grandes, y tengan redes sociales, que sea con mucho control y con una gestión de mucha confianza con las familias o tutores legales».

Tal y como afirma Ramis, las redes sociales son sumamente adictivas, por el sistema del 'scroll' infinito, de consumo rapidísimo, por la luz de las imágenes, etc. Los contenidos que se encuentran pueden ser totalmente inadecuados, con un sesgo muy sexualizado, que banaliza la vida, la salud... Todo esto atrapa a los adolescentes y, si no tienen un seguimiento o un acompañamiento adulto, pueden ser muy negativas.

En el ámbito educativo, Ramis apoya la prohibición del uso de dispositivos móviles en las aulas, señalando que estos dispositivos pueden distraer la atención del alumnado. Propone mantener dispositivos desconectados o en modo avión durante las clases para garantizar un ambiente propicio para el aprendizaje. Por otro lado, en cuanto a los estudios y opiniones que desaconsejan el uso de los dispositivos móviles como herramientas de aprendizaje en las aulas y que defienden volver a la enseñanza tradicional a través del libro, Ramis considera que los dispositivos digitales no sirven para realizar los aprendizajes tempranos (leer, escribir...).

En el ciclo de infantil es necesaria la manipulación, la presencia, el lápiz y el papel. Sin embargo, a finales de primaria o en secundaria Ramis afirma que es necesaria la introducción de dispositivos digitales (ordenadores, tabletas...) «porque están en la sociedad y los chicos y chicas deben saber gestionar sus aprendizajes y aprender a ser buenos ciudadanos digitales».

¿Cómo orientar a nuestros hijos e hijas hacia un uso saludable del teléfono móvil? Ramis afirma que, en primer lugar, podemos ser ejemplos positivos mostrándoles cómo utilizamos el dispositivo, evitando quedar atrapados en él todo el tiempo y siendo honestos sobre nuestras actividades en lugar de recurrir a mentiras como «todavía estoy trabajando» cuando estamos ocupados con otra cosa.

En segundo lugar, «es esencial construir una relación de confianza sólida con nuestros hijos, brindándoles el apoyo necesario en cualquier situación». Antes de proporcionarles un móvil, es crucial haber establecido esa conexión de confianza, de modo que siempre se sientan cómodos compartiendo información, buscando ayuda o expresando cualquier preocupación que puedan tener.