Miranda Rijnsburger cumple 55 años: la desconocida vida de la mujer de Julio Iglesias

Nacida en 1965, es la primogénita de una gran familia que vivía en una casa flotante dentro del pueblo de Leimuiden , en el sur de los Países Bajos. Su padre, Wim Rijnsburger , trabajó en buques transoceánicos y, según ha contado Miranda varias veces, «recorrió el mundo entero». A día de hoy todavía recuerda las aventuras que le contaba su padre, a quien describe como una persona «buena» y «generosa».

Después de acabar sus estudios de primaria, fue trasladada a un colegio que quedaba a once kilómetros de su casa, hasta donde llegaba tras largas travesías en bicicleta. Años más tarde obtuvo su recompensa y, al terminar el bachillerato, logró acceder a un curso de secretariado ejecutivo que le abrió las grandes puertas para trabajar dentro de una firma de ropa y en una compañía de ordenadores .

Desafortunadamente, según contó a «Vanity Fair», en aquel momento sus planes se vieron truncados por un accidente : «Tenía 19 años y fui a esquiar por primera y última vez en mi vida a Sauerland (Alemania). El primer día tomé una clase y, al siguiente, me animé y subí a una pista negra. Hacía mal tiempo, menos 18 grados y la pista estaba helada. Cuando salté sin querer por un pequeño desnivel, me caí. Sentí un dolor horrible en la espalda. Me fracturé una vértebra y también la nariz. Hubo mucha sangre. Me trasladaron en una ambulancia a Holanda, donde estuve tiempo en un hospital. Con rehabilitación, a los seis meses pude hacer vida normal. Tuve suerte aquel día», comentó la exmodelo.

En 1990, después de una larga recuperación, y con tan solo 24 años, logró destacar y captar el ojo de grandes firmas que quisieron contratarla como modelo. «Iba sobre todo a Canadá, pero visité muchos países. Fue una gran experiencia», cuenta Miranda a Vanity Fair . Tan grande fue en ese gran momento que uno año más tarde, debutó como modelo profesional y conoció al amor de su vida : Julio Iglesias .

« No creo en el destino, creo en las circunstancias », esta frase la hemos escuchado más de una vez por parte del mismísimo Julio Iglesias. Y es que el músico fue deslumbrado por la belleza de Miranda al bajarse de un avión: « Esa va a ser mi mujer », contó el artista en su día a quien lo acompañaba. Y sí, efectivamente, esa chica holandesa, joven de 24 años, y deslumbrante, se convirtió veinte años después en su mujer.

Las pocas veces que Miranda ha logrado hablar con público ha contado que Iglesias se le había acercado y le invitó a un concierto. Luego le surgió otra invitación que resultó ser una propuesta que, para aquel entonces para muchos podría haberse considerado muy atrevida: acompañarle en su gira por Asia. Algo que en su momento trajo muchas dudas: «Tuve dudas. Yo sabía quién era, aunque lo desconocía todo acerca de su vida personal. Me lo pensé y finalmente accedí», ha comentado Miranda a «Vanity Fair».

Fue a mediados del año 91 cuando empezaron a vivir juntos su gran historia de amor en Miami. Sus retoños Miguel , Rodrigo , las gemelas Victoria y Cristina , y por último, el menor de todos, Guillermo , han sido los frutos de su gran amor.

A pesar de ser una persona muy privada, sus hijas, Cristina y Victoria Iglesias , han publicado una felicitación muy especiala través de Instagram, dejando constancia del cariño y amor de su madre: « Feliz cumpleaños a la persona más increíble que conozco, te amo infinitamente », ha expresado Cristina al compartir tres adorables fotos en la que aparece en la playa con Miranda.

En la primera imagen se puede apreciar una mirada picarona por parte de Victoria, pero si es verdad que, al igual que muchos de sus seguidores han comentado, tanto su madre como ella comparten « una mirada bondadosa, dulce, encantadora ». Por otro lado, Victoria, su hermana gemela, ha hecho lo propio desde su perfil y ha abierto el álbum familiar expresando sus felicitaciones: « Te deseo el cumpleaños más feliz mamá, te amo más allá de las palabras. Gracias por ser tu ».

Las gemelas han querido reflejar no solo el cariño y la dulzura de Miranda como madre, sino también el apoyo y la alegría que le proporciona su padre con una imagen de cuando sus progenitores se enamoraron. Minutos después, los seguidores de sus hijas han comentado cómo el tiempo parece no pasar sobre Miranda: «Así pasen 50 años esta mujer siempre será igual», «es que no le hace falta nada, es simplemente hermosa. Tenga los años que tenga, es fantástica», comentaban algunos en Instagram.