El sorprendente cambio físico de Donatella Versace analizado por doctores expertos en cirugía y medicina estética

Relacionada con la moda desde joven, al ser la hermana pequeña del diseñador italiano Gianni Versace, Donatella lleva muchos años sometiéndose a cirugías y tratamientos de medicina estética. Su obsesión por rejuvenecer y cambiar algunos de sus rasgos físicos le ha llevado a estar irreconocible. Poco queda del rostro natural que lucía en los años 90. Los tratamientos de bótox y ácido hialurónico, junto con cirugías como el lifting facial o la rinoplastia podrían estar detrás de esta sorprendente transformación física, según los doctores consultados por ABC.

Aunque la transformación física de Donatella Versace es evidente desde hace años, si nos centramos en sus últimas fotografías, el doctor Álvaro Fernández García, especialista en cirugía plástica estética y reparadora de IML Clinic, cree que el gran cambio «al margen de filtros y otros tratamientos informáticos de las imágenes, es la nariz. La diseñadora puede haberse sometido a una rinoseptoplastia en la que ha rectificado el dorso de su nariz y ha reducido el tamaño de su punta. La forma de la nariz que era visible en el perfil de muchas fotografías de la empresaria en la década de 2010, se ha sustituido por una más rectilínea. La redondeada punta que siempre ha presidido el rostro de Donatella, ha adquirido proporciones más reducidas y geométricas». Además de la rinoplastia, el experto cree, a juzgar por las imágenes que también haya «actualizado su lifting con procedimientos médico-estéticos y/o tratamientos no invasivos (radiofrecuencia). Los surcos nasogenianos es probable que hayan sido atenuados con infiltraciones de ácido hialurónico».

Después

Antes

La doctora Rita Sêco, médico especializada en medicina estética, apunta a «un posible lifting facial, se ve la mirada más levantada, y también un rejuvenecimiento de la piel con láser fraccional».

El equipo médico de Clínica Ferraro, cree que analizando su rostro desde los años 90 hasta la actualidad, Donatella Versace podría haberse hecho diversas cirugías: «lifting facial, para levantar y tensar la piel del rostro, blefaroplastia, para corregir los párpados caídos y rinoplastia. En cuanto a medicina estética, neuromoduladores para reducir las arrugas de expresión y rellenos dérmicos para aumentar el volumen de los labios y de los pómulos».

Donatella Versace habría incurrido en el error de abusar de los rellenos y de la práctica consecutiva de diversos tratamientos médico-estéticos, lo que ha dado como resultado, a lo largo de los años, un rostro completamente nuevo. La doctora Rita Sêco cree que «las opciones estéticas exageradas y en exceso junto con los productos permanentes (normalmente antiguos) pueden haber comprometido la naturalidad de sus rasgos, y cuando es tal cantidad no se puede retirar de manera tan sencilla».

La medicina y la cirugía estéticas son una opción a la hora de corregir ciertos rasgos de nuestro cuerpo que no nos gustan y nos hacen sentir mal, y también la solución para retrasar el envejecimiento del rostro. Sin embargo, es importante ponerse en manos de profesionales con experiencia que puedan asesorarnos sobre las mejores prácticas para lograr un rostro en armonía y evitar un cambio físico tal que sea difícil reconocerse ante el espejo. El doctor Álvaro Fernández García nos cuenta que «cada intervención debe medirse de forma que, el paciente tenga 'buena cara', pero que nadie de su entorno sea capaz de focalizar la mirada en el punto intervenido. Es clave acudir a especialistas con criterio estético y sobrada experiencia en estas materias que pueda asesorarle con rigor y honestidad».

Por su parte, la doctora Sêco recomienda «optar siempre por intervenciones graduales y respetar la armonía facial, con el consejo de un buen profesional. Trabajar con profesionales cualificados y priorizar la sutileza de los resultados es esencial. Los procedimientos mínimamente invasivos, como el láser y los ultrasonidos, deben ser la base, complementados con bioestimuladores de colágeno y dosis conservadoras de bótox y ácido hialurónico, en pequeñas cantidades y en puntos estratégicos, que pueden marcar la diferencia en el resultado final. La naturalidad y elegancia de los rasgos es siempre mi misión».