Tres innovaciones en medicina y cirugía estéticas para rejuvenecer

La toxina botulínica (popularmente conocida como bótox) es uno de los procedimientos de medicina estética más demandados para luchar contra el envejecimiento del tercio superior del rostro (frente, entrecejos y patas de gallo). Durante la presentación en España de la nueva toxina botulínica tipo A Nuceiva® (prabotulinumtoxintypeA) por parte de la empresa americana Evolus, la doctora Rosa del Río, dermatóloga del Grupo Pedro Jaén y una de las primeras en usar este nuevo producto en nuestro país, explicó algunos cambios que se han producido en los últimos años respecto al bótox. «Los pacientes son más jóvenes, porque quieren envejecer bien, antiguamente venían pacientes mayores con las arrugas marcadas. Ahora la medicina estética también es más accesible a la población, y ha dejado de ser algo de ricos. También ha cambiado el secretismo, ahora se comparte la experiencia, incluso en las redes sociales. Y finalmente, también ha cambiado la forma en la que inyectamos. Antes se buscaba una cara planchada, ahora se busca una cara fresca, natural, que se pueda mover y no pierda su expresividad». La dermatóloga empezó a trabajar con Nuceiva® en junio y ha tratado a más de 200 pacientes. Aunque la duración es la misma que otras toxinas botulínicas (entre 4 y 6 meses), asegura que sus pacientes han destacado de este lanzamiento «la rápida efectividad (un gran porcentaje tenía el músculo bloqueado a las 48 horas de la sesión) y la precisión en el tratamiento».

Otra de las novedades en medicina estética es el ácido poliláctico Juläine, un bioestimulador del colágeno, comercializado por el laboratorio sueco Nordberg Medical. La doctora Virtudes Ruíz, cirujana y médico estético, explica que «del ácido poliláctico hay mucha experiencia, tanto en medicina tradicional como en estética, ya que lleva 20 años utilizándose, pero hasta ahora ayudaba a sintetizar colágeno por 'inflamación' con lo que podía conllevar una peor degradación del producto (acúmulos de producto que no se van), mientras que ahora lo logra por 'regeneración activa', lo que supone que mejora la firmeza, las arrugas, la elasticidad y, en general, la calidad de la piel, y se degrada completamente». Indicado específicamente para tratar las arrugas del surco nasogeniano (aunque se puede poner por toda la piel del rostro para tratar el descolgamiento, e incluso en cuello y escote), promueve la bioestimulación de colágeno propio que consigue tensar la piel y mejorar su textura. La nota diferencial de Juläine es su seguridad y efectividad, también tiene un precio más elevado que otros ácido polilácticos, por eso la doctora Ruíz lo aconseja para «pacientes exigentes, que quieren la mejor calidad y lo más novedoso». Está recomendado para mejorar arrugas, flacidez e incluso manchas, su duración es de un año, y requiere tres sesiones.

El lifting facial es la cirugía estética estrella para rejuvenecer el rostro. Antiguamente se trataba solo de un lifting de piel, con grandes incisiones, que provocaban cicatrices, y resultados artificiales y poco duraderos. Con los años la técnica ha evolucionado para conseguir mayor naturalidad, y mejores resultados. El doctor Ahmad Saad, cirujano plástico certificado por la Junta Estadounidense de la Cirugía Plástica, y director médico de Imagn Institute en Barcelona, es el único en España que realiza el Deep Plane Face and Neck Lift, una cirugía que aborda las capas más profundas de la anatomía facial (incluido el cuello) para ofrecer resultados más duraderos y naturales. Según explica el cirujano, que se formó en las Universidades de Yale y de California, «el procedimiento, que dura entre cuatro y seis horas, implica la manipulación precisa de la capa SMAS y los músculos platisma para restaurar la firmeza y elasticidad de la piel y los músculos. Para garantizar resultados estéticos sin cicatrices notorias, utilizamos incisiones meticulosamente ocultas. En la parte superior del rostro, se realizan incisiones endoscópicas dentro del cuero cabelludo, mientras que en la parte inferior, se ubican estratégicamente en pliegues naturales delante y detrás de las orejas. Las cicatrices son mínimas y prácticamente invisibles». El postoperatorio es rápido y con mínimas complicaciones: se recomienda una noche de hospitalización. En términos de seguimiento postoperatorio, las suturas son retiradas después de una semana, y el tiempo de reincorporación al trabajo es de 10 días aproximadamente.