salen a la venta las memorias de don juan carlos
«Tras cuarenta años de dictadura, yo di a los españoles una democracia que sigue viva y es mi herencia. Es la obra de mi vida»
Don Juan Carlos repasa en 'Reconciliación' toda su vida, desde su llegada a España desde Estoril a su marcha a Abu Dabi «para no complicar la tarea de mi hijo»
Felipe VI apela a «la contención y al silencio de las armas» ante el conflicto en Oriente Medio
Corresponsal en París
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesión'Reconciliación', las memorias de Don Juan Carlos, ya está a la venta en Francia. El libro, de 500 páginas y que llegará a las librerías españolas el 3 de diciembre, es un relato esencial donde se cruzan informaciones muy mayores llamadas a servir ... de matriz para la reescritura de una encrucijada capital de nuestra historia, la gran transición de la dictadura franquista a la democracia europea.
Sobre esa página esencial de nuestra historia moderna existe una bibliografía importante. Siendo el Rey Juan Carlos el gran actor que inició personalmente tal proceso histórico, su testimonio es doblemente capital, comenzando por revelar cuestiones primordiales de sus relaciones por los protagonistas que lo 'instalaron' en ese pedestal e impulsaron con sus consejos las grandes decisiones históricas: su padre, don Juan de Borbón, y el general Francisco Franco.
Con pudor, respeto y amor filial, don Juan Carlos recuerda los «consejos» de su padre, que tienen mucho de «embrión» de la futura democracia por construir tras la muerte de Franco: «Debes hablar y escuchar a todos aquellos que no están de acuerdo contigo: eso es lo esencial que mi padre me repitió…». Dos frases que resumen con precisión clínica todo el programa de la Transición.
Los consejos de sus padres
Antes de instalarse en Madrid, a la «sombra» tutelar de Franco, don Juan Carlos recibió de su madre muchos otros consejos «prácticos» para «hacer más llevadera» su convivencia con el Generalísimo. Se trata de consejos prácticos del tipo: oír, ver y callar, «siguiéndole la corriente», pero «preservando la identidad personal». Palabras mayores de la más alta diplomacia de Estado. Puestas al servicio de la tarea esencial transmitida por don Juan de Borbón: escuchar a quienes piensan de otro modo, para construir una «casa común», España.
Establecidas al más alto nivel institucional, las relaciones entre el joven príncipe y el Caudillo, don Juan Carlos revela, décadas más tarde, un rostro de Franco que quizá sorprenda a muchos de sus rivales de ayer y de hoy, presentado de este modo: «Para qué mentir, si fue la persona que me hizo rey. Y, en realidad, me hizo rey para que yo crease un régimen más abierto».
Detalle quizá capital. El gran protagonista y encarnación del cambio de régimen, el artífice de la transición de la dictadura a la democracia, reconociendo a Franco el deseo expreso de «crear un régimen más abierto». Detalle que los especialistas podrán matizar, sin olvidar ese testimonio único. A juicio del Rey que instauró y salvó la democracia, en una fecha que pudo ser trágica, es «necesario» reconocer a Franco su deseo de una transición a un nuevo régimen «más abierto».
Reescrita o matizada esa matriz de la gran Transición de la que ahora se cumplen cincuenta años, don Juan Carlos hace revelaciones muy mayores sobre otro de los momentos cruciales de nuestra historia, cuando estuvo en juego la supervivencia misma de la democracia, el intento de golpe de estado fallido del 23 de febrero de 1981.
Juan Carlos I: «La democracia española no cayó del cielo»
Pablo De la VargaEn una entrevista con 'Le Figaro' con motivo de la publicación del libro de sus memorias, el Monarca ha hecho repaso de los acontecimientos históricos que marcaron su reinado
Recordando esa fecha negra en la historia de España, don Juan Carlos escribe: «Dos meses antes de aquel famoso 23 de febrero, mi padre cenó con el general Milán del Bosch en casa de su fiel amigo, Luis de Ussía, conde de los Gaitanes, que era su secretario particular. Un encuentro amistoso, sin nada que ocultar. Con aplomo, el general le dijo a mi padre: ¡Antes de jubilarme sacaré los tanques a la calle..!. Cuando mi padre me contó la historia pensé que era una broma [ .. ] Pero yo sabía que el descontento estaba creciendo en los cuarteles. Y los militares trataban de traidores a los miembros del gobierno…».
«No hubo golpe de Estado, hubo tres»
¿Es muy conocida esa historia? Dos meses antes del intento del golpe de Estado, el general Milán del Bosch, protagonista emético de la gran «crisis», anuncia a la Familia Real que piensa «sacar los tanques a la calle». Don Juan Carlos sigue aportando revelaciones sensibles sobre aquellas oscuras jornadas históricas: «No hubo un intento de golpe de Estado. Hubo tres. El golpe de Tejero. El golpe de los franquistas que quedaban. Y el golpe de Alfonso Armada, que había pasado diecisiete años a mi lado. Yo lo quería mucho. Él me traicionó y convenció a los generales que hablaba en mi nombre para justificar el intento de golpe de Estado».
Don Juan Carlos tomó su histórica decisión en defensa de la libertad y la democracia. Quizá no estén definitivamente historiadas las relaciones entre esos «tres» intentos de golpe de Estado, que él neutralizó con la ejemplaridad que tiene su puesto en la historia.
Esa dimensión heroica de la figura de Don Juan Carlos coincidía con la dimensión esencial de «dialogar con todos», para seguir con el consejo de su padre.
En ese terreno, el diálogo más simbólico quizás sea el sostenido con Santiago Carrillo, líder del PCE, recibido por vez primera con esta petición: «No lance usted una guerra civil tras la muerte de Franco. Deme tiempo para legalizarlo». Consumada, al fin, la legalización del PCE, Carrillo felicitó a Don Juan Carlos con cierto humor: «Majestad, nos engañó usted, aceptando que lo tratásemos como un idiota, durante muchos años. Cuando, en verdad, era y es usted muy pillo e inteligente. España y su democracia se lo deben».
Don Juan Carlos se muestra mucho más discreto con Felipe González, presidente del Gobierno durante años difíciles y «complejos» para ambos, cuando los escándalos comenzaron a manchar profundamente la imagen del Rey, del PSOE y sus gobiernos sucesivos. Existe entre ellos una suerte de «complicidad» inconfesable.
Las comidas de Don Juan Carlos con González, Aznar, Rajoy y Zapatero, en un restaurante famoso del Madrid de los Austrias, tampoco tiene un interés significativo y coinciden con el estallido de escándalos mayores, la cacería en Botswana, el regalo de 65 millones de euros del rey de Arabia Saudita, las primeras filtraciones sobre aventuras y desventuras amorosas, con Corinna Larsen y Bárbara Rey.
«Sofía no tiene igual en mi vida»
Llegada a esa encrucijada decisiva, para su vida íntima y para España, el Rey Juan Carlos hace un púdico «mea culpa». Y rinde homenajes familiares, comenzando por el más íntimo, quizás, a su esposa, doña Sofía: «No tiene igual en mi vida.. Y así quedará, incluso si nuestros caminos tomaron distintos rumbos desde mi salida de España… Ella es la madre de mis hijos, una reina extraordinaria. «Sofi» es una mujer extraordinaria de rigor y bondad». En esa estela de gran «reconciliación» familiar, don Juan Carlos evoca con cariño y respeto a su hijo, don Felipe, sus nietos y la princesa Leonor, dirigiéndose a ella con respeto familiar y político, institucional: «Debe estar segura de ella misma, para cumplir con su deber con simpatía y buena voluntad, como garante del respeto a la Constitución».
Esa culminación de sus memorias, con el homenaje más íntimo a su familia quizá tiene un 'fallo'. Don Juan Carlos no oculta sus diferencias y poco «entendimiento» con Doña Letizia, responsable, a su juicio, del alejamiento de sus nietos. Detalle que puede tener muchos flecos «públicos», ya que la historia íntima es indisociable, finalmente, de la dimensión más altamente política: «Los reyes no se confiesan. Y menos en público. ¿Por qué lo hago yo? Tengo el sentimiento que me están robando mi historia, mi obra. Los últimos años han proliferado interpretaciones erróneas, falsas 'verdades', falsedades, sobre mi vida y sobre la institución democrática de la corona de España…».
A partir de esa experiencia íntima, familiar, indisociable de la experiencia pública, política, en el sentido más profundo, Don Juan Carlos hace este balance en forma de confesión personal: «¡La democracia no cayó del cielo! He vacilado a la hora de escribir este libro. Pero, poco a poco, comprobé que los hijos y los nietos de mis amigos no tenían la más mínima idea sobre Franco y la Transición democrática que siguió». Y agrega con precisión y orgullo: «Tras cuarenta años de dictadura, yo di a los españoles una democracia que sigue viva y es mi herencia [ .. ] ¡La democracia no cayó del cielo! [ .. ] Es la obra de mi vida, que yo construí, con todas mis fuerzas. Y que deseo explicar y defender».
Don Juan Carlos no calla la tragedia íntima que precipitó su alejamiento de España y de su familia, para instalarse en Abu Dabi: «Ante la presión de los medios y del Gobierno, tras la revelación de la existencia de una cuenta en Suiza y de la acusación totalmente infundada de comisiones, decidí partir para no complicar el buen funcionamiento de la Corona y complicar la tarea de mi hijo en sus funciones de Soberano [ .. ] Verme forzado a tal desarraigo y soledad no es fácil para mi vida. Estoy resignado, herido por un sentimiento de abandono. No llego a contener mi emoción cuando pienso en algunos miembros de mi familia. Ni cuando pienso en España, sobre todo, que me falta tanto. Hay días muy duros que abruman, ensombrecen mi vida».
Límite de sesiones alcanzadas
- El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Has superado el límite de sesiones
- Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete