El Senado rechaza que la Mesa del Congreso tenga legitimidad para contestar al choque institucional por la amnistía

Las turbulencias entre el Congreso y el Senado, lejos de rebajarse, han aumentado este martes, en el que la Mesa presidida por Francina Armengol ha resuelto rechazar el requerimiento hecho por la Cámara Alta para retirar la ley de amnistía al considerar que se había tramitado de manera incorrecta. «Es improcedente», resumen los letrados del Congreso, con Fernando Galindo -ex cargo socialista- al frente. Una tesis que el órgano de control del Congreso ha hecho suya este marte y en la que se ha apoyado para elaborar la contestación que elevará al Senado en las próximas horas.

Una respuesta para la que ya están preparados en la Plaza de la Marina, donde tienen listo un borrador en el que se considera ilegítima la decisión de la Mesa presidida por Armengol y de mayoría socialista. «La Mesa del Congreso de los Diputados no tiene la competencia para contestar al conflicto planteado por el Pleno del Senado», señala la nota de la presidencia adelantada por ABC.

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Un documento de cuatro páginas en el que se justifica la ilegitimidad de la Mesa y la necesidad de que sea el Pleno el que estudie, debata y conteste al requerimiento. «No puede entenderse que la Mesa de la Cámara posea la atribución de contestar al requerimiento previo al planteamiento de un conflicto de atribuciones entre órganos constitucionales del Estado ante el Tribunal Constitucional. Muy al contrario, la regulación del conflicto entre órganos constitucionales se establece en el artículo 73 de la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional, en que se remite al Pleno como órgano competente para la adopción de acuerdos en relación con este proceso ante el Tribunal Constitucional», explica el escrito.

En el mismo, se recalca que solo el Pleno está autorizado a retirar una proposición de una ley orgánica y que la Mesa no puede atribuirse competencias que no ostenta y que, además, corresponden al Pleno.

«No cabe el ejercicio de competencias que estén atribuidas a otro órgano especifico, como el Pleno, pues no existen como tales competencias compartidas o concurrentes, ni siquiera en el procedimiento legislativo», apunta el borrador.

Ahonda más en esta cuestión, al entender que «fue el Pleno de la Cámara Baja el que hizo suya la iniciativa -de la amnistía- mediante la votación del 14 de marzo y solo a él compete su retirada o el pronunciamiento relativo a este punto (si la retira o no la retira), sin que la Mesa de la Cámara pueda hurtar esta función del órgano que ostenta la competencia de la competencia, y la representación por antonomasia de la Institución».

La nota de la presidencia del Senado hace referencia al artículo 120 del Reglamento de la Cámara Baja, en el que se apunta que «aprobado un proyecto de ley por el Congreso, su presidente lo remitirá, con los antecedentes del mismo y con los documentos producidos en la tramitación ante la Cámara, al presidente del Senado». En ese sentido, el informe en el que se apoyará la previsible respuesta del órgano presidido por Pedro Rollán señala que «el artículo se refiere al 'Congreso', en cuanto órgano que aprueba las iniciativas legislativas, sin que pueda entenderse que el término Congreso, en este contexto, equivale a la Mesa de la Cámara, puesto que el procedimiento legislativo es una concatenación de actos de otros órganos del Congreso, además de la Mesa y desde la calificación y admisión a trámite por parte de esta, como son muy relevantemente la Ponencia, la Comisión y finalmente el Pleno, quien toma la decisión final sobre la propuesta que le plantea la Comisión».

Se pone también de manifiesto que «las que se alegan como invadidas en el conflicto que plantea el Pleno del Senado no son las competencias de la Mesa del Congreso de los Diputados, sino las del Pleno de esta Cámara, que vota en sesión plenaria la versión final en el Congreso».

La nota es muy contundente en sus argumentos y uno de ellos desmonta la legitimidad del órgano de control de la Cámara Baja aduciendo que «no representa al pueblo español y ni siquiera representa al Congreso de los Diputados debido a su composición y el Pleno del Senado sí lo hace». «Debe hacerse notar que en ella ni siquiera están representados todos los Grupos Parlamentarios», insiste en su argumentación para deslegitimar la respuesta de la Mesa del Congreso.