Los sindicatos ven «injusto» el plan y temen otro más duro

El más beligerante en su censura fue el secretario de acción sindical de CC OO, Ramón Górriz, quien advirtió al Ejecutivo de que su primer movimiento es "una mala señal" y podría desembocar en movilizaciones en la calle para frenar el ímpetu neoliberal adoptado por Rajoy. Las centrales temen que el Ejecutivo se instale en el discurso de la imperiosa necesidad de reconducir el déficit para imponer nuevos y más intensos recortes.

Para las dos formaciones, las medidas aprobadas por el Consejo de Ministros no conseguirán animar la maltrecha economía española. Muy al contrario, dicen, agravarán la crisis. Denuncian también que el golpe recae en los más necesitados o las rentas más bajas, lo que ahoga toda su capacidad de consumir y de ayudar a la recuperación. UGT está convencida de que se trata "sólo de un anticipo". Recuerda la formación que la revaloización de las pensiones es tan sólo el cumplimiento de un acuerdo social vigente, y asegura que el 1% de subida para estas prestaciones es claramente insuficiente, por lo que reclama a Rajoy a que se comprometa a completar el alza en función del IPC de 2012 para que los pensionistas no vuelvan a perder poder adquisitivo.

Sobre la tasa de reposición cero en la función pública, la formación liderada por Cándido Méndez afirma que "no responde a las necesidades de nuestra economía y terminará afectando a la calidad de los servicios públicos". UGT no quiere sorpresas desagradables en los presupuestos y ha emplazado a Mariano Rajoy a que clarifique ya si piensa acometer nuevos recortes salariales en la función pública.

CC OO acusa al Gobierno de olvidar "a las primeras de cambio" muchos de sus compromisos de la campaña electoral y de actuar de forma errática. Comisiones se lame la herida y tilda de "radicalmente injusta la reducción (en un 20%) de la subvención a los sindicatos, cuando en realidad siguen (las centrales) sin recibir el reconocimiento institucional que se merecen".