Un grupo de okupas atemoriza a los vecinos de Puente de Vallecas: «Es una venta continua de droga 24 horas al día»

En la Comunidad de Madrid, por ejemplo, se estima que cerca de 9.000 viviendas están okupadas. No obstante, la cifra no solo se limita a casas, sino también a terrenos abandonados donde ciertos delincuentes se han establecido en los últimos tiempos. Sucede, por ejemplo, en Puente de Vallecas, donde un grupo de 20 personas tomó un solar hace un año para montar un negocio vinculado al tráfico de drogas y otras actividades delictivas, algo que ha generado una espiral de delincuencia y vandalismo.

Así lo han denunciado los vecinos y comerciantes de la zona, preocupados por la escalada de la delincuencia que se ha producido en los últimos 12 meses. Lo han hecho en el programa 'Madrid Directo', de la cadena autonómica Telemadrid, donde han hablado de los problemas para la convivencia que ha supuesto para su vida diaria tener este punto de venta de droga activo las 24 horas del día.

Los residentes han recogido firmas e incluso se han manifestado en las calles a golpe de cacerola, pero, según explican, las autoridades no les han dado solución alguna «para que se vayan» estos delincuentes. A diario, este asentamiento ilegal ha ocasionado perjuicios para el barrio madrileño, como robos, peleas, tráfico de sustancias ilegales y «todo tipo de guarrerías»: «Es insostenible. Da igual a la hora a la que salgas, siempre hay peleas, reyertas, problemas de drogas, olores...».

Vecinos como Martín, dueño de uno de los negocios de la zona, revelan que, desde hace casi un año, reciben a diario amenazas por parte de los okupas. «Enfrentamientos como estos a diario, todos los días... No puedo abrir la ventana de mi propio local, no podemos hacer nada y encima tenemos que aguantar que nos amenacen», ha contado en el programa.

Miguel, otro de los vecinos de Puente de Vallecas, explica que este enfrentamiento también ha afectado a las fincas de los alrededores. «Todo lleno de meadas, peleas constantes y todas las mañanas el rellano del portal lleno de papelinas y de todo», recuerda.

La situación se agravó a principios del verano y los vecinos madrileños han tenido incluso que tomar medidas para evitar los enfrentamientos con los delincuentes: «Tuvimos que poner las ventanas opacas para que no se vea desde fuera... Es una venta continua de droga 24 horas al día, la puerta está rota, entran y salen como les da la gana y nos tienen a los vecinos amedrentados», ha asegurado Martín.

Desde entonces, el vandalismo ha comenzado a afectar a los negocios, viviendas y vehículos de la zona madrileña. «Han entrado a robar, han roto la luna y se han llevado el dinero que teníamos en la caja», explica un empelados de uno de estos establecimientos, mientras que algunos vecinos cuentan que les han robado cosas de sus propios coches como bicicletas y otro tipo de objetos.

El problema, cuentan, no es ajeno a la Policía, que no ha podido hacer nada para frenarles. Martín cuenta que los agentes «vienen todos los días», pero a los okupas solo «les saca y les identifica»: «Según les identifica se vuelven a meter dentro», cuenta este vecino, asustado por las consecuencias que esto puede traer al barrio.

Los residentes, desesperados, piden medidas para frenar este aumento de delincuencia, aunque por el momento no han obtenido respuesta. Según han relatado, el propietario del solar abandonado tiene conocimiento de lo que allí sucede, pero debe esperar a que las autoridades desalojen a los okupas para poder volver a cerrar el terreno.