El «túnel de la risa», el de más circulación de España, cierra de junio a noviembre

De acuerdo con los datos del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), entre 2014 y 2018 se registraron 225 incidentes en este túnel, que afectaron a una media de 28 trenes y supusieron retrasos de 316 minutos –algo más de cinco horas– por suceso. Algo que no se puede permitir un servicio que transporta cada año a 256 millones de viajeros .

Para reducir al máximo estos problemas, los responsables de Adif planificaron las obras que se inician este domingo, y que son «las más importantes que se han hecho en décadas », resumen. Suponen la reforma integral del túnel. Se va a desmontar la vía sobre balasto –la capa de grava bajo las traviesas– y la catenaria flexible –por donde va el cable eléctrico que alimenta a los trenes–, y se van a sustituir por una vía en placa y una catenaria rígida .

También se va a modernizar la señalización ferroviaria que controla el tramo del túnel. Los trabajos van a afectar a las líneas de cercanías C1, C2, C7, C8 y C10 del núcleo entre Atocha y Chamartín, y a partir del 1 de julio también a la C1 y C10 entre Delicias y Atocha. Portavoces de Adif explica a ABC que son «plenamente conscientes» de los problemas que va a suponer este cierre del túnel para cientos de miles de usuarios cada día , pero recuerdan que los trabajos se hacen por la necesidad imperiosa de reformar un túnel de los años 60 del siglo pasado, que necesita una actualización para convertirse en un subterráneo con prestaciones del siglo XXI.

El túnel de Recoletos, más conocido como «túnel de la risa», nació como idea en tiempos de la Segunda República, en 1933, cuando Indalecio Prieto era ministro de Fomento. Pero el inicio de la contienda bélica y las posteriores dificultades económicas de la postguerra ralentizaron su construcción, y su puesta en marcha no se produjo hasta 1967. Tiene 7 kilómetros y cuatro estaciones: Chamartín, Nuevos Ministerios, Recoletos y Atocha Cercanías.

Aunque su apodo proviene de la risa con la que se tomó la oposición política su creación, lo cierto es que se ha convertido en un pilar fundamental de la red ferroviaria de Cercanías en Madrid. La necesidad de modernizarlo es indudable , explican en Adif, por los años que lleva funcionando y la intensidad de su uso.

Además, los trabajos previstos en él no se pueden realizar por tramos, sino que exigen el cierre total, que se hará coincidir al menos parcialmente con el verano con el fin de causarle a los usuarios las menores molestias posibles.

Una vez que se terminen los trabajos, los usuarios probablemente no aprecien que se acorten los tiempos de sus recorridos habituales; tal vez, informan en Adif, sólo noten un mayor confort en los trenes, porque la vía será ya similar a la que se utiliza en el segundo túnel ferroviario, el que va hasta Sol, que se finalizó en 2008. Sin embargo, insisten, la obra es «imprescindible para la mejora del servicio de Cercanías» y para mejorar «la fiabilidad» de la infraestructura y su seguridad, evitando que se repitan las incidencias que tantos problemas causan a los usuarios cuando se producen.

Desde hace ya algunas semanas, cerca de 200 informadores apostados en las estaciones más relevantes entregan folletos explicando el alcance de las obras y su repercusión en la circulación ferroviaria. También se van a instalar puntos fijos de información y podrán conocerse detalles de la obra y de los itinerarios alternativos en los canales de Renfe y Adif en redes sociales e internet.

Habrá además un servicio especial de autobuses de la EMT , que conectarán las estaciones de Cercanías de Atocha, Recoletos y Nuevos Ministerios. Serán en total 20 autobuses articulados que tendrán frecuencias de paso de entre 2 y 4 minutos en hora punta. Se habilitarán dos carriles bus para este servicio especial en dos tramos: en el paseo del Prado entre Atocha y la plaza de Cibeles, solo en sentido norte; y entre la glorieta del Emperador Carlos V y la avenida Ciudad de Barcelona.

Estos autobuses saldrán del intercambiador de Atocha Renfe y tendrán paradas en el número 22 del paseo de Recoletos, frente a la Biblioteca Nacional, y otra en el 67 del paseo de la Castellana, cerca de Nuevos Ministerios . Otras líneas de autobuses que pasan por zonas que se pueden ver afectadas serán reforzadas : la 24, la 57, la 63, la 145, y la 102.

También habrá un servicio especial de trenes en ambos sentidos en el Corredor del Henares, desde Guadalajara a Chamartín.