LAPISABIEN
Toros y deseos
Madrid, pese a este 'morantismo' que llevo tatuado en las habitaciones últimas del alma (Lorca), es el Juli: un Butragueño con arte de los toros
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Iniciar sesiónEn Madrid, en la ciudad telúrica y mágica, se le quiere a Morante de la Puebla aunque pinche en hueso. Y es que José Antonio Morante de la Puebla no fundó la Puebla del Río: pero anduvo cerca. Tampoco él va dejando mucho - ... o sí- en Madrid frente al Juli , aunque lleva ya el cansancio de mito que ha creado frente a la verticalidad de otros. Hay que recuperarlo, porque él, la foto, la barbilla, el de detrás con el puro y todos, valen para recuperarlo. Morante es el torero de Sevilla, y no lo es. Lo aplauden con patillas rondeñas -las suyas-, las del 7 (cuando aplauden) y hasta el helicóptero que puede andar rondando la zona, que es lo suyo.
Madrid, pese a este 'morantismo' que llevo tatuado en las habitaciones últimas del alma (Lorca), es el Juli: un Butragueño con arte de los toros y una cicatriz facial con Historia donde pasan y refriegan los Rosarios las beatas. Julián tiene su pasodoble como Juncal el suyo; aunque uno sea real y valiente y el otro fuera los dos adjetivos dichos atrás. Se ha abierto en bien San Isidro y hasta el pediatra de mi hermana se han retratado con un puro. Pero está la vida, la medicina y la tauromaquia: y lo tercero es lo primero.
Van a haber días como colmenas, niñas que se parezcan a Victoria Federica y el Himno Nacional, lo más nosotros, que pone voces que, si se me perdona la expresión, le famosea el 'jopo' tieso a una mula, y hay cachondeo en los tendidos. La vida.
Después de lo de El Juli (otra vez), Madrid tiene muevo valor. El de siempre, el del Juli, 'en arrastrando la franela en el albero' , le ha quitado la guarrería sahariana a la Capital y nos enseñó otros mundos. Y había que verlo ahí: en su quietud y en esa 'manoletina' que se mueve poco cuando hay que parar el mundo, y los relojes. Porque la vida es así. Parar, templar y mandar. Ir, ver y contar.
El Juli sería un gran presidente de la cosa ,'monclovita'. Es fiable, puntual, y lleva heridas del vivir en su guapura; pregunten en Moncloa por una cicatriz del alma y le dirán «miau», ese «vuelva usted mañana» de Larra el impaciente
Sólo le pido ya una cosa a este San Isidro, tan tradicional como distópico: música en la faena para el año que viene. Es alimento del artista. Y que los que gritan -los sabemos- dediquen su tiempo a la Medicina, el parchís o la tertulia sana de café cuando alguien no se estén jugando la vida. Música en la faena, venirse arriba y cómo relucen los andaluces -y madrileños y extremeños y así- por la Calle de Alcalá.
Eso. Que hay días y días, «Búfalo mío» (Juncal dixit). Y que mi hermana se ha tatuado un muletazo de alguien que se parece a José Antonio. Pantorrilla derecha y en Triana.
Música, maestro. Eso o el PACMA.
Y queda feria, niño....
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