La familia del muerto en la reyerta gitana de Galicia: «Sacaron machetes para una matanza»
Los Bentos acusan a los Borja de una encerrona y la Policía dice que en los vídeos difundidos «sólo se ve un 30 % de lo que pasó»
La pedida de Cheito y Ainhoa que acabó en tragedia

En esa batalla campal en la que se convirtió la pedida de mano de Cheito a Ainhoa pegaron desde los dos bandos, y serán los investigadores los que tengan que resolver, sobre todo, quien fue el responsable de la muerte de José Manuel Bentos ... Montoya. Pero la reyerta entre dos familias gitanas el martes en Ribeira (La Coruña) fue a todas luces desigual. Y los Bentos, la familia del novio, procedente de Santiago, estaba en clara inferioridad numérica frente a los Borja, que jugaban en casa. Piden que se haga justicia y acusan a la familia de la novia de tenderles una trampa: «Estaban preparados con machetes y barras, fue como una matanza», dicen los Bentos en conversación con ABC.
Los Bentos fueron, con diferencia, los que salieron peor parados de una trifulca que se originó, supuestamente, por una advertencia de la familia de la novia a la del novio sobre las consecuencias de no cuidar bien a Ainhoa. Se entendió como una amenaza y prendió la mecha en el interior del centro recreativo de Artes, en Ribeira, donde se celebraba la ceremonia.
Luego, la reyerta se recrudeció y se trasladó al exterior del local. Los Bentos, que eran una quincena frente a medio centenar de miembros de la familia Borja, describen así aquel momento: «Los Borja nos encerraron en el restaurante y salieron para fuera. Cuando quisimos salir, nos esperaban todos con machetes, con barras y con palos. Queríamos salir de allí, pero no nos dejaban».
«Los Borja nos encerraron en el restaurante. Cuando salimos, nos esperaron con machetes, barras y palos»
Familia Bentos
Los incidentes a las puertas del centro recreativo están recogidos en multitud de vídeos, que en pocas horas se hicieron virales en toda España. Los Bentos salieron de allí pisando a fondo el acelerador y quemando las ruedas de sus coches para poner rumbo a Lavacolla, la parroquia a las afueras de Santiago donde viven. Algunos fueron interceptados y detenidos por la Guardia Civil en el peaje de Teo (La Coruña). Otros prefirieron una carretera alternativa a la autopista para llegar a casa, aunque, al día siguiente, recibieron una visita de la Policía para intervenir el coche y tomar muestras.
«Estaban preparados con machetes y barras, aquello fue como una matanza»
Familia Bentos
Los detenidos en el peaje de Teo eran cuatro hombres y dos mujeres. Entre ellos, un hermano de la víctima, al que la jueza de Ribeira que instruye el caso envió a prisión preventiva. Está investigado, entre otros delitos, por homicidio, porque la juez considera que pudo ser el responsable del atropello mortal de su hermano, aunque fuese de forma accidental, durante aquellos momentos de desconcierto. Los otros cinco, entre ellos Cheito, el novio, quedaron en libertad, pero investigados por un delito de riña tumultuaria.
Un muerto y un herido grave
En definitiva, los Bentos fueron los que más perdieron con la reyerta: el muerto y los seis detenidos son de esta familia de Santiago. Pero no sólo eso. Por escasos centímetros, no tuvieron que enterrar a un segundo miembro de su familia. A David le rajaron en el cuello y en el hombro, hiriéndole de gravedad. Necesitó dos docenas de grapas y un drenaje, como se aprecia en la foto que acompaña a esta noticia. El resto de los heridos fueron leves.
Los Bentos no entienden por qué la Policía no arrestó todavía a ningún Borja, cuando ellos ya han puesto seis detenidos sobre la mesa. La familia de Cheito señala con nombre y apellido al supuesto autor de la agresión a David. Y también a otro miembro de los Borja, que, supuestamente, en ese mismo momento habría intentado agarrar al padre de David para que no pudiera defenderlo de los machetazos.

Falta mucho todavía para saber qué fue lo que sucedió con exactitud entre las tres de la tarde y las nueve de la noche en el interior y en el exterior del centro recreativo de Artes. Han salido a la luz numerosos vídeos de la reyerta, pero no recogen todo lo que allí paso. «En esos vídeos sólo se ve más a o menos un 30 % de lo que realmente pasó», explica a ABC uno de los primeros agentes en llegar al restaurante aquella tarde. Cuando llegó, ya todo el mobiliario volaba por los aires.
Llegaron al lugar seis policial: dos de la policía local, otros dos de la nacional, un auxiliar y uno en prácticas, y nada pudieron hacer en aquellos momentos para contener lo que ya era una batalla campal. Sufrieron algo más de media hora muy crítica, hasta que de Santiago, y luego desde La Coruña, empezaron a llegar los antidisturbios. También acudieron efectivos de la Guardia Civil, desplazados desde los municipios cercanos de Boiro y Outes.
Los vídeos, determinantes
Los vídeos serán importantes para esclarecer todo lo que sucedió, en un margen de tiempo en los que las agresiones se producían simultáneamente, con miembros de las dos familias corriendo de un lado para otro y los coches acelerando y derrapando en el recinto del centro recreativo. Allí, los Borja ya habían hecho celebraciones anteriormente, pero sin que entonces se produjeran incidentes.
Hay bastantes grabaciones que, como se ha dicho, ya se han hecho virales en las redes, pero quedan muchos más por analizar. Unos vídeos los grabaron los propios asistentes a la pedida de mano; otros, algunos vecinos de la zona, que veían atónitos lo que estaba sucediendo en el aparcamiento del centro recreativo. «La policía nos pidió que grabáramos lo que pudiéramos con los teléfonos», explica a este diario un vecino del lugar. Aunque desde la barrera, este ribeirense fue testigo de todo lo que estaba pasando y relata cómo vio a los policías disparar a dos coches que escapaban pisando el hierro a fondo: «Fueron dos disparos a un coche verde y cinco o seis a una furgoneta». Eran de los Bentos de Santiago. El primero, el que al otro día requisó la Policía.

También será fundamental el análisis de las imágenes, todavía no difundidas, de las cámaras que los agentes llevaban en sus uniformes, explican a ABC fuentes policiales. Entre las cuestiones más importantes por resolver con ellas, la autoría del atropello mortal de José Manuel Bentos Montoya. Las dos familias se señalan mutuamente. Por ahora, quien está detenido es un hermano de la víctima, pero los investigadores creen que a José Manuel lo pudieron haber arrollado dos vehículos distintos. En ese caso, habría que indagar cuál de los dos atropellos fue el letal y definitivo.
Este sábado, Ribeira ha amanecido tranquilo y con una discreta presencia policial. En el mercadillo, los feriantes gitanos marcaban distancia con los protagonistas de la reyerta: «Esos no tienen nada que ver con nosotros». Explican que los Borja, que viven en poblados, apenas bajan al centro y ninguno de ellos tiene puestos en el mercado. La Policía Local patrullaba por allí «como un sábado más» pero, al mismo tiempo, queriendo hacer visible su presencia.
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