La jueza envía a prisión por homicidio al hermano del fallecido en la reyerta entre clanes en Ribeira

Los otros cinco están investigados por riña tumultuaria. La jueza los ha dejado en libertad, aunque a dos de ellos les prohíbe entrar en el término municipal de Ribeira. Los seis son miembros del clan de los Bentos, de Lavacolla, en Santiago de Compostela. Es decir, familiares de la víctima mortal de la reyerta. Uno de ellos, concretamente uno de los tres hombres que han quedado en libertad, es el propio novio que pedía la mano de Ainoha, una joven del clan de los Borja, de Ribeira.

Los seis detenidos por la pelea del pasado martes, cuatro hombres y dos mujeres, llegaron a primera hora de esta mañana a los juzgados de la localidad para prestar declaración ante la magistrada sustituta de instrucción número 2. Lo hicieron alrededor de las 8.40 horas y entre grandes medidas de seguridad, lo que impidió cualquier conato de algarada en las inmediaciones del edificio judicial. Los cuatro hombres detenidos llegaron juntos, procedentes de la comisaría de Santiago, en un furgón policial. Mientras, las dos mujeres fueron trasladadas en coche y se bajaron ante el juzgado para entrar andando.

Aquel día, los seis acusados, familiares del novio, se fueron a toda velocidad desde el Centro Recreativo de Artes, en Ribeira (La Coruña), donde se estaba celebrando la pedida de mano. La Guardia Civil les dio el alto a la altura del peaje de Teo, en las cercanías de la capital gallega, después de una persecución de película que fue grabada por decenas de usuarios de la vía, sorprendidos por los hechos.

Durante esta semana, además, las fuerzas de seguridad incrementaron los controles policiales en la comarca de O Barbanza tras la pelea multitudinaria ante el temor a represalias entre clanes implicados en la reyerta. También en Santiago la presencia de los agentes en las inmediaciones de la vivienda del fallecido es continua. La familia de la novia, los Borjas, son de Ribeira, de muy cerca de donde se celebra la pedida de mano para una boda que ha quedado truncada.