La Cidade da Cultura contará con el Centro de Artes Digitales en los próximos dos años

Parte de la celeridad de su construcción se debe a que la infraestructura principal ya existe: se adaptará una superficie subterránea ya existente y en desuso en la Cidade da Cultura, un espacio de 4.400 metros cuadrados diseñados en su momento como estacionamiento del Teatro de la Música, uno de los edificios del proyecto original del Gaiás que finalmente no fue construido.

Señalan desde la Cunta, además, que ubicación en la Ciudad de la Cultura permite un ahorro significativo. No hay que adquirir un solar con los parámetros necesarios para un centro de estas características, se aprovecharán las redes tecnológicas, de energía y seguridad existentes en el Gaiás, así como las sinergias y conexiones con otros servicios ubicados en la Ciudad de la Cultura, como la AMTEGA, el Polo GaiásTech o el Instituto de Ciencias del Patrimonio (Incipit), dependiente del CSIC.

La Cidade da Cultura transiciona así de ser un espacio esencialmente expositivo a también ser un sitio para la creación y experimentación con las nuevas disciplinas artísticas. El centro, asegura desde la Xunta, «permitirá vivir experiencias inmersivas de realidad virtual y aumentada, así como zonas de videomapping para intervenciones artísticas de gran formato, áreas de experimentación con laboratorios creativos y espacios para la formación de la comunidad escolar y artística».

Se busca convertir el Centro de Artes Digitales en uno de los polos de España en esta materia, acogiendo «ambiciosos» proyectos artísticos elaborados a partir de la tecnología digital. Al mismo tiempo, desarrollará una actividad como banco de experimentación donde las generaciones de creadores gallegos encuentren recursos innovadores para desarrollar su acción creativa. Este proyecto está conectado con la estrategia de digitalización de la cultura que está llevando a cabo la Xunta, convirtiendo este equipamiento en «una pieza clave para preservar y divulgar el patrimonio material e inmaterial». Los trabajos de construcción del centro no afectarán al funcionamiento normal de las instituciones situadas en el Gaiás ni a las actividades que se realizan, y tampoco alterarán ni interferirán en el valor arquitectónico singular del complejo.