Se buscan cien compradores para un Van Gogh (en NFT)

Se trata de una digitalización de la obra 'Les Vessenots en Auvers', de Vincent Van Gogh, cuyo original (con marco, y esas cosas tan pretéritas) también cuelga de las paredes salmón del museo madrileño. Pero si se habla del formato NFT, el verbo 'exhibir' quizá no sea el más preciso.

De la obra el pintor holandés se han hecho cien reproducciones digitales que cualquier persona puede 'poseer' por el precio base de 30.000 dólares. Al comprarlo, en eso se basan los NFT, adquiriría el comprador un certificado de autenticidad de la obra digital que le pertenece. Pero, ¿dónde puede uno comprarse un Van Gogh digital? A través de la plataforma Olyverse, que ha desarrollado el proyecto. También en el MarketPlace de Telefónica.

Ha querido hacer Acevedo un paralelismo entre la propia personalidad del artista y lo que supone la digitalización del arte tradicional: «En el Thyssen queremos ir marcando la pauta. El propio Van Gogh fue muy innovador, muy valiente. También él se enfrentó a que no le entendieran», ha asegurado tras dejar claro que se trata de una iniciativa con «partidarios y otros que no lo son tanto». Aún así, ha querido lanzarse a la piscina e «iniciarse con todas las cautelas en lo que ya es el presente del arte».

Carlos Grenoir, el CEO de Olyverse, la plataforma desde la que se podrá 'comprar' el NFT, ha explicado que «han cogido un Van Gogh y lo han tirado a la 'blockchain', pero con mucho respeto y sin romper nada».

Ya sobre el cuadro ha hablado Guillermo Solana, director artístico del Thyssen, para quien se trata de una de las joyas del mencionado museo y un pedazo de vida del artista. Van Gogh pintó 'Les Vessenots en Auvers' al término de su última gran crisis mental, en 1890.

El escenario muestra las afueras de Auvers y es el primer trigal que pintará allí. Un paisaje de horizonte muy alto donde se aprecia la compresión del espacio y un cierto deseo de fuga, como si Van Gogh quisiera mostrar su particular lucha contra el tiempo que le queda. Hay un misterio en el cuadro: una pincelada azul que podría ser un riachuelo, una pluma de humo o un pájaro o quizá un simple gesto del artista.

Desde luego, el movimiento del Thyssen es un hito en el mundo del arte, que ya se adentra en los terrenos desconocidos del metaverso. Nos queda pensar que también en su día las litografías nos parecieron rupturistas.