Entrevista
Fernando López Miras: «El futuro de España pasa por Feijóo. Es el único líder posible para el PP»
El presidente de la Región de Murcia defiende su pacto para evitar elecciones y promete estabilidad sin negar las diferencias con Vox
Se busca al Manuel Aragón del sanchismo
Es el más joven de todos los presidentes autonómicos del Partido Popular. Y a la vez el decano de todos ellos. Fernando López Miras (Murcia, 1983) visita la redacción de ABC tras ser recibido en Zarzuela por Felipe VI. Acaba de conformar ... un nuevo equipo de gobierno tras tener que aceptar la inclusión de Vox. Sigue reivindicando la legitimidad y la vocación del PP para gobernar en solitario. En la Región de Murcia y en toda España. Aunque ahora se propone centrarse en aquellos puntos en común con Vox, pero sin olvidar que son partidos «muy distintos».
—¿Qué valoración hace del acuerdo con Vox después de todo?
—Con el resultado que obtuvimos, a solo dos diputados de la mayoría absoluta, y sin ninguna alternativa posible, estábamos y seguimos estando legitimados para gobernar en solitario. Tuvimos un 43% de voto. Son cifras similares a otras comunidades como Andalucía donde con esos votos se alcanza la mayoría absoluta. Pero tras casi tres meses de bloqueo tomé la decisión que entendí que era responsable. De la misma forma que reivindico que la mayoría quería un Gobierno del PP en solitario, es cierto que tampoco querían una repetición electoral. Habría conllevado una parálisis de más de medio año. Lo más responsable era evitar esto.
—¿Usted sintió esa presión? ¿Se iba a entender que PP y Vox no acordasen?
—Es que yo nunca planteé que el Gobierno en solitario era fruto de no querer acordar con Vox. Yo siempre he hablado con mucho respeto a Vox. Dije que quería llegar a acuerdos con ellos. Lo hice en 2019. Acuerdos parlamentarios y también para algunos cargos institucionales. Lo que yo defendía era la legitimidad para gobernar en solitario. Con generosidad de ambas partes se ha evitado ese bloqueo.
—¿Por qué se ha llegado al límite?
—Porque el resultado del PP en la Región de Murcia fue muy diferente al del resto de comunidades. Es exclusivamente eso. No se puede comparar con comunidades donde el PP no ganó las elecciones o donde el PP no obtuvo más diputados que toda la izquierda. Se puede comparar con Baleares, donde esto último sí sucedió. Allí Vox no ha formado parte del Gobierno. Eso es lo que yo reivindicaba. Tuvimos el tercer mejor resultado del PP en toda España.
—Usted defendía el Gobierno en solitario por estabilidad ¿Cómo va a funcionar para que no sea inestable?
—Mantengo lo que decía entonces: son mejores los Gobiernos en solitario que en coalición y son más estables. Tenemos muchos ejemplos. En mi opinión solo ha habido uno que transmitía eficacia y que funcionaba, que fue el andaluz de Juanma Moreno con Ciudadanos. El resto de Gobiernos de cualquier signo, también evidentemente el de PSOE y Podemos a nivel nacional, nos mostraban ejemplos de inestabilidad o de dos Gobiernos en uno y de una parte enfrentada a la otra. Por eso yo decía que son más inestables. Ahora tenemos un reto. Porque una de nuestras prioridades es dar estabilidad. Transmitir fortaleza y unidad. Si conseguimos eso, todo lo demás va a funcionar. Es la voluntad de ambos, también de Vox.
Coalición con Vox
«PP y Vox somos muy diferentes. Vamos a centrarnos en lo que nos une»
—¿Y cómo va a canalizar las discrepancias? Allí son muy marcadas por ejemplo sobre Agricultura y el mar Menor.
—Agricultura en la Región de Murcia es muy importante. El 30% de nuestro PIB y del empleo dependen de una forma u otra de este sector. No se puede comparar con otras comunidades. Discrepancias personales entre el señor Antelo y yo no las hay. Nunca hemos faltado al respeto a Vox ni hemos vetado poder trabajar con ellos. Nos unen muchas cosas. Ahora bien, PP y Vox son partidos muy diferentes. Hay muchas cosas que nos separan. Muchas cosas en las que no coincidimos. Lo que hemos conseguido hacer es centrarnos en lo que nos une. Por ejemplo en la reivindicación de un sistema de financiación igualitario para todos los españoles, el agua, una fiscalidad baja… nuestras diferencias… seguirá habiéndolas. Pero vamos a poner de nuestra parte ambos partidos para que no afecten al Gobierno. Pero no se puede pretender que coincidamos en todo.
—Se ha cerrado el mapa autonómico. El acuerdo con Vox ha sido la tónica. ¿Qué valoración hace? ¿Por qué esa resistencia al acuerdo con Vox?
—No creo que hubiese una resistencia de por sí a pactar con Vox. Es cierto que todos los acontecimientos que suceden en torno a una campaña electoral tienen una trascendencia mayor a la que tendrían en otro momento. El PP ha hecho lo que tenía que hacer: propiciar el cambio. Eso es lo que ha pasado en Extremadura, Aragón, Comunidad Valenciana o Baleares. Los ciudadanos de esas comunidades votaron cambio, que la izquierda se fuera. Y el PP ha sido responsable. Porque esa alternativa solo podía llegar mediante los acuerdos con Vox. Esa es otra cuestión que aquí nos diferenciaba. Aquí no votaron cambio, sino que reforzaron aún más al PP.
La amnistía
«Feijóo liderará la reacción social, política y jurídica»
—Pero en su partido, y en el conjunto de la derecha, hay quienes critican que el PP parece tener más voluntad de acuerdo con el PSOE que con Vox.
—El PP es un partido muy amplio. Es normal que haya sensibilidades diferentes. Yo me defino como una persona extremadamente moderada, muy liberal y muy centrada. No estoy cómodo con posicionamientos excesivamente conservadores. Pero soy de los que defiende que donde hay una alterativa a la izquierda hay que propiciarla, y la tiene que liderar el PP. Pretender acuerdos con un partido moderado, de centro-izquierda y constitucionalista era posible antes. Ahora lamentablemente estamos viendo que no lo es. Lo estamos viendo con los ofrecimientos de Alberto Núñez Feijóo, que se están encontrando con la negativa como respuesta. Ante esto, el PP tiene que liderar la alternativa a la izquierda. Y tiene que liderarla con quien sea posible. Y el partido con el que tenemos más puntos de conexión es con Vox.
—¿Pero esa relación debe ser estructural? ¿O el objetivo del PP es no necesitar el complemento de Vox?
—Sin duda. Una cuestión es que donde se haya votado cambio y haya una alternativa a la izquierda hay que propiciarla. Y ahora mismo es con Vox. Pero el PP es un partido de gobierno y su aspiración son los Gobiernos en solitario, las mayorías absolutas. La aspiración del presidente Feijóo es conseguir lo que consiguió Aznar. Unir todo lo que había a la derecha del PSOE. Y poder representar a todos los ciudadanos que estén allí. Esa debe ser la aspiración.
Los pactos
«Si hay una alternativa a la izquierda, hay que propiciarla»
—¿Qué opina del planteamiento del lendakari Urkullu?
—No puede haber planteamientos fuera de la Constitución ni planteamientos que prioricen a unos españoles frente a otros. No puede haberlos. Ni yo los voy a permitir como representante ordinario del Estado en la Región de Murcia. Cuando vemos que en las negociaciones de Sánchez lo que está en cuestión es romper esa igualdad entre los españoles… yo me tengo que rebelar.
—¿Y qué tiene que hacer el PP si se aprueba una amnistía?
—Sinceramente espero que eso nunca pase. Hemos asistido muchas veces desde la incredulidad a actuaciones de Sánchez que ninguno nos esperábamos. Pero que sea capaz de someter los intereses de España por su interés personal… sería muy duro. Una barbaridad. Espero que recapacite. Una amnistía pondría en tela de juicio pilares sociales y constitucionales. Sin ningún tipo de arrepentimiento ni compromiso para no volver a delinquir… se les invita a volver a hacerlo. Es una barbaridad. Hay un sector muy importante del PSOE que también está en contra. Feijóo será quien lidere la reacción social, política y jurídica frente a la amnistía.
—¿Cómo valora la gestión de Génova tras el 23J? ¿Entiende la apelación a Junts o el PNV? Hay quien cuestiona la decisión de ir a la investidura.
—El 23 de julio se ganaron las elecciones. El presidente Feijóo volvió a ganar. Nunca se ha presentado a unas elecciones que no haya ganado. Y parece que se le resta importancia. Es cierto que teníamos otras expectativas. Tras las elecciones hubo una Junta Directiva Nacional. Todos los presidentes autonómicos le pedimos que tenía que ir a esa investidura, de lo que él ya estaba convencido. Alguien que gana no puede no presentarse a una investidura. Hay que defender el programa de gobierno que ha ganado las elecciones.
—¿Pero qué tiene que hacer el PP con PNV y Junts?
—Ya no sé si son partidos de derechas… eso es lo que siempre hemos creído. El PNV lleva legislaturas gobernando con el PSOE. Yo creo que quizás eso esté en sus reglamentos o en sus ponencias políticas, pero luego no lo ejercen en el día a día de su gestión. Y con posicionamientos como los de Junts va a ser muy difícil que haya interlocución. Es importante que quien gana las elecciones tenga una voluntad de diálogo con todos los partidos. Pero cuando certificas que lo que te van a proponer es que salgas de la legalidad, pues no es posible el acuerdo. Ni el diálogo.
—¿Está claro en el PP que, sean cuando sean, Feijóo tiene que ser el candidato en las siguientes generales?
—No hay ninguna duda. Es el único líder posible para el PP, lo era hace tres meses y lo sigue siendo ahora. El PP acertó al apostar por Feijóo. Debe atender al mandato de la mayoría de los españoles y de la unanimidad del PP. Si Feijóo no es presidente ahora, será una mala noticia para España. Porque entonces el presidente del Gobierno estará en manos de aquellos que quieren romper España. Esto es un horror. Sería un pacto que se tendría que prolongar en el tiempo. España quedaría muy debilitada. Y si no se prolonga en el tiempo porque es un pacto solo de investidura, estaría abocada al fracaso en pocos meses. En cualquier caso, el futuro de España pasa por Feijóo. Si no es en días o en meses, será en dos años.