Benidorm hace el agosto en mayo con la coronación de Carlos III y el puente festivo para los británicos

El ambiente ya habla inglés esta semana en este destino preferido para estos visitantes que, además, en estos momentos tiran la casa por la ventana.

«Mayo es su mes siempre, pero ahora hay muchos y se lo gastan todo: es curioso, por la mañana ves una mesa de españoles, italianos o franceses y tienen una cuenta de 20 euros en cuatro personas, mientras que al lado hay otra mesa de cuatro ingleses y la cuenta es de 150 euros», compara el portavoz de la asociación de restaurantes Abreca, Alex Fratini.

De todas formas, la oferta de ocio que se les presenta mientras siguen la ceremonia real -el próximo sábado, 6 de mayo- en las pantallas de los establecimientos hosteleros se ajusta a todos los bolsillos, con propuestas desde los siete euros por tomarse su tradicional té, con un módico suplemento de tres euros más para acompañar el ritual con el vino espumoso italiano Prosecco, por ejemplo.

O también un buffet por 17 euros que incluye cava para brindar por el feliz acontecimiento, sin descartar a quienes quieran estirarse más con un «menú de Reyes» en el que no se precisan precios, al menos en el cartel.

Y para amenizar la fiesta, algunos completan el programa hasta con karaokes y actuaciones en vivo, sin mucha relación con el evento.

Desde la agrupación hotelera Hosbec, su secretaria general, Nuria Montes, ha precisado que el aeropuerto de Alicante-Elche Miguel Hernández tiene reservadas 45.000 plazas entre el 1 y el 5 de mayo y que la ocupación estará en torno a las cifras de 2019 en el mismo es, antes de la pandemia, lo que resulta positivo después de caídas de entre el 8% y el 10% en la tendencia de los últimos meses.

No esperan muchas contrataciones de última hora, porque los británicos interesados en aprovechar la coronación para irse de vacaciones han reservado su viaje y alojamiento con antelación.

Este segundo puente festivo seguido en mayo llega en un momento dulce para el sector turístico en Benidorm, después de un lleno técnico en el del Primero de Mayo, prolongado hasta este martes, en el caso de los visitantes de Madrid, donde también es fiesta.

A esas buenas cifras de ocupación se une un elevado consumo, no sólo por parte de los británicos aunque sean los más generosos, según se ha visto en los restaurantes. Fratini atribuye esta coyuntura, a pesar de la inflación y la pérdida de poder adquisitivo, a que la subida media de precios en la hostelería se ha quedado en un 6%, un esfuerzo del gremio, ya que el incremento para estos profesionales en el coste de materias primas se ha disparado más del 30%.

Además de en Benidorm, la coronación de Carlos III anima las actividades lúdicas, encuentros y fiestas en otros destinos de la provincia de Alicante, como Rojales -el municipio con mayor presencia de británicos en España- o Torrevieja, donde incluso ha surgido algún foro de debate en internet acerca de las retransmisiones de televisión del evento.

Si bien no falta también alguna opinión menos entusiasta, de escoceses que muestran su desinterés por ver a Carlos III entronizado.