Los «indignados» se agolpan ante las puertas de un parque de la Ciutadella blindado

Según las mismas fuentes, a lo largo de la tarde del martes se produjo una reunión con miembros de los «indignados» a los que la consejería que dirige Felip Puig les expresó su voluntad de respetar su derecho a manifestarse , aunque les advirtió que no podían acampar en el parque frente al Parlamento catalán e impedir que los diputados entraran hoy en la cámara.

Los indignados de Barcelona mantienen la convocatoria para montar un cordón a primera hora con el objetivo de evitar la entrada de los diputados en la cámara catalana, lo que supondría un delito, e impedir así que se aprueben los presupuestos. La Consejería de Interior considera que las vías de diálogo continúan abiertas, aunque los «indignados» no disponen de interlocutor.

Los responsables policiales han solicitado reunirse con alguna representación de los Indignados, pero les está resultando imposible, según fuentes de los "indignados", que han accedido tan sólo a entregar un comunicado en el que consideran que Interior no es el interlocutor de problemas que "no son de orden público, sino sociales y políticos".

Centenares de «indignados» se dirigeron hacia el Parlamento catalán para sumarse a la concentración que se ha levantado a las puertas del parque de la Ciutadella, cerrado al público desde media tarde del martes, y han cortado puntualmente varias calles de la capital catalana, como Plaza España, Avenida Diagonal, Avenida Paral·lel, Via Laietana, y Paseo de Gràcia.

Las marchas, pacíficas, empezaron desde varios puntos de la ciudad y fueron sumando a ciudadanos que antes participaron en las asambleas de diferentes barrios. Los manifestantes, algunos con sacos de dormir, corearon consignas pidiendo la dimisión del consejero de Interior, Felip Puig, y otras como: «Contra los recortes, paremos el Parlamento» o la repetida «No nos representan».

Un grupo de unas 200 personas procedente de Sant Antoni, Poble Sec y Raval pararon en la Plaza Sant Jaume, protegida por antidisburbios, sin causar incidentes. De forma espontánea, algunos vecinos también se sumaron a la protesta desde sus balcones con la ya habitual 'cacerolada', mientras algunos conductores se quejaron por los cortes sin preaviso.

Algunos de los manifestantes, a modo de protesta simbólica, quemaron ataúdes de cartón frente a la Bolsa de Barcelona y en Via Laietana, frente a la sede de CatalunyaCaixa, contra los recortes en Sanidad y Educación. Y es que el departamento de Interior y el Ayuntamiento de Barcelona decidieron cerrar al público todo el parque de la Ciutadella y mantenerlo cerrado por lo menos hasta el jueves para evitar la entrada de los «indignados».