Allí ha podido comprobar que las espigas están bien cuajadas y las estimaciones que baraja la Junta apuntan a que se recogerán unos 8,12 millones de toneladas de grano, un 22 por ciento más que en la anterior campaña y que supondrá «la segunda mejor cifra de los últimos quince años».
Sin embargo, desde las organizaciones agrarias son algo «más pesimistas» y dejan algo por debajo de los ocho millones de toneladas lo que se cosechará en 1,81 millones de hectáreas sembradas esta campaña. Precisamente, haber recuperado literalmente terreno para trigo, cebada, centeno... y volver a cifras similares «similares» a 2022 y precedentes después de dos años en los que las siembras cayeron.
En los datos de esa «cosecha excepcional», según Corral, también los rendimientos de las parcelas, con una estimación media superior a los 4.500 kilogramos por hectárea, por encima de los promedios en las estadística.
El «contrapunto», como ha admitido la consejera, los precios. Un extremo en el que han incidido especialmente desde las organizaciones agrarias, que han criticado también los elevados costes de producción, por lo que consideran que el rendimiento en los bolsillos de los agricultores será «cero» pese a lo que recojan. Según la consejera, en base a la producción y el precio del cereal, se estima un valor de la cosecha de este 2025 en Castilla y León de 1.535 millones de euros, por encima de los 1.300 de la pasadda.
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