Castilla y León trabaja en una «franja de seguridad» para evitar que el incendio de las Hurdes entre en la Comunidad

Por ello, ha detallado que en los efectivos de la Comunidad están tomando «las medidas adecuadas», y entre ellas, «se ha pedido autorización a Extremadura para poder intervenir en la zona». Se trata, ha detallado también, de una «franja de seguridad» que ya existe a lo largo de una carretera, y se ha trabajado con ella anteriormente. El objetivo es que «si hay un cambio de viento y es desfavorable para Castilla y León, que pueda detenerse el fuego y no entrar en la Comunidad».

«Ya tuvimos el año pasado la experiencia terrible del incendio de Monfragüe en Salamanca, que por tres veces vino desde Cáceres a Castilla y León y por lo tanto estamos muy alerta y trabajando para que esto no se produzca».

El consejero ha trasladado todo su «apoyo y ánimo» a Extremadura «para hacerse con este incendio que de momento está fuera de control». «No nos cabe duda de que Extremadura, con los apoyos necesarios, se hará con él». Ha detallado que Castilla y León sumó ayer a este operativo dos helicópteros, cuadrillas helitransportadas, una cuadrilla de tierra, un agente medioambiental y una estación autobomba, y este viernes ya están trabajando en la zona un agente medioambiental, una curadilla terrestre y una cuadrilla helitransportada con su helicóptero.

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Al incendio de las Hurdes también se ha referido el presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, quien ha asegurado en su cuenta de Twitter que sigue con «preocupación» la evolución del incendio forestal de las Hurdes y la Sierra de Gata mientras la administración autonómica pone a disposición de Extremadura los recursos que «necesiten».

Fernández Mañueco ha apuntado que el fuego no entiende de fronteras ni colores políticos, además de mostrar toda su «solidaridad» y «ayuda» al pueblo extremeño.

El incendio declarado en las Hurdes, que se declaró en Pinofranqueado, ha sido catalogado en el nivel 2 de peligrosidad. Está descontrolado y ya se encuentra en Sierra de Gata, limítrofe con la provincia de Salamanca. De momento, más de 550 personas de tres municipios han sido desalojadas por precaución y el operativo de extinción está formado por 275 personas aunque las fuertes rachas de viento dificultan los trabajos.