Las llamas devoran cerca de 30.000 hectáreas en solo una semana

Los bomberos de la Generalitat plantearon ayer por la tarde la posibilidad de confinar varias poblaciones de la provincia de Barcelona afectadas por el fuego iniciado en la mañana de ayer en la comarca del Bages. El incendio forestal declarado en Pont de Vilomara ha quemado unas 1.200 hectáreas y se estabilizó, parcialmente, pasadas las 22.00 horas. Las poblaciones afectadas son: El Pont de Vilomara i Rocafort; Sant Vicenç de Castellet; Sant Fruitós de Bages; Castellbell i el Vilar y Navarcles. Para Sant Fruitós de Bages (unos 9.000 habitantes) y Navarcles (alrededor de 6.000 personas) los bomberos sugirieron que se confinen. A media tarde se decidió el confinamiento total en Pont de Vilomara y la urbanización de River Park.

Además se evacuaron Can Riera, y algunas casas de Marqués de Paradís y Les Brucardes, ambos núcleos de Pont de Vilomara. Parte de las hectáreas quemadas son del Parque Natural de Sant Llorenç del Munt i l'Obac. En la extinción del incendio llegaron a trabajar 121 dotaciones de los bomberos de la Generalitat, de las que 17 eran medios aéreos. El objetivo es que hoy, «cuando se repetirán las condiciones extremas», se pueda atacar un posible reavivamiento de uno de los flancos, informaron los Bomberos de la Generalitat a última hora.

Casas quemadas, vecinos desalojados, carreteras cortadas y miles de efectivos a pie de monte incapaces de hacer frente al avance de las llamas. Esta era la fotografía a última hora de ayer en el monte gallego, que arde sin control en las provincias de Lugo y Orense, las que más preocupan. Con un saldo de más de 5.000 hectáreas calcinadas en los últimos tres días, la situación empeoró a media tarde de ayer por un cambio de viento que descontroló incluso algunos de los fuegos que ya se daban por estabilizados. «Estamos desbordados», indicó la alcaldesa de Folgoso do Caurel (Lugo), uno de los municipios más afectados por los incendios que la tormenta eléctrica del pasado jueves provocó.

En total, son siete los núcleos en situación 2 de alerta por la cercanía de las llamas con la población. El polvo derivado de los fuegos obligó a cortar varias carreteras en Lugo y las llamas quemaron una motobomba de los servicios de extinción y un buldócer. Además, un operario resultó herido por la caída de una piedra y otro sufrió quemaduras en los pies. Los técnicos de la Xunta explicaron ayer, ante la mala evolución de los fuegos, que «la orografía de montaña de las zonas afectadas», las altas temperaturas y la baja humedad están detrás de este drama ambiental.

La noche había sido «tranquila» en Castilla y León. Era el balance al amanecer de los incendios forestales que aún seguían activos y que se había podido en su mayoría contener, con la excepción del del Monsagro. Las llamas que asolan la Sierra de Francia desde que el lunes se originaran en Las Hurdes cacereñas habían sufrido reactivaciones de madrugada en el entorno de Las Batuecas y éstas se siguieron sucediendo durante toda la jornada de la mano de un viento que soplaba fuerte y desfavorable a las labores de extinción. A primera hora de la tarde, éste incluso puso en tierra a los medios aéreos que no podían volar en esas condiciones y durante dos horas estuvieron en sus bases hasta poder volver a la 'carga' e incorporarse al operativo.

No remonta, así, este fuego, que ha quemado al menos 9.000 hectáreas y mantiene a los vecinos de dos localidades, Monsagro y Guadapero, fuera de sus casas. El resto parecía que daban por fin una tregua a un fin de semana intenso. El viernes por la tarde absolutamente todos los medios aéreos y la práctica mayoría de los terrestres estaban trabajando en algún incendio, pero a medida que avanzó el día, algunos de los frentes que se habían logrado contener dejaban de tener perspectivas tan optimistas.

No en vano, Medio Ambiente había advertido de que con temperaturas de 40 grados y rachas de hasta 30 kilómetros por hora «podrían complicar las tareas de extinción» y «cualquier» mecha podía «puede generar un incendio forestal». En Cebreros, de madrugada se habían frenado las llamas surgidas en una urbanización próxima al pueblo con comportamiento explosivo en una zona de elevada carga de combustible. Sin embargo, entrada la tarde su gravedad paso de nivel 1 a nivel 2 por la simultaneidad de focos en la provincia, uno de ellos originado a escasos veinte kilómetros, en Herradón de Pinares, con el mismo grado de peligrosidad por haber forzado el corte de una carretera.

En Navafría, por el contrario, sí se notaron mejorías. Tras una «noche tranquila» se redujo su gravedad de nivel 2 a nivel 1. Medios de la Junta de Castilla y León y de la Comunidad de Madrid trabajaron en el terreno con la previsión de más de doce horas de trabajos para su control. Las llamas han quemado ya aproximadamente 1.000 hectáreas, pero su evolución ha permitió que la UME se retirara y los vecinos evacuados de Torre Val de San Pedro pudieran regresar a sus hogares.

Otros siete fuegos: Roelos de Sayago y Figueruela de Arriba (en Zamora); Navalonguilla (Ávila); Villafranca del Bierzo (León); Candelario (Salamanca) y Balboa (León) seguían ayer en nivel 1 sin ser controlados, algunos después de toda una semana de evolución bajo la ola de calor.

«Esta tarde le están dando un buen golpe, parece que va bastante controladillo», decía satisfecho Gabriel Iglesias, alcalde de Jerte, en la tarde de ayer, sobre el incendio forestal, intencionado según la Junta, que desde la noche del sábado está activo en la reserva natural de La Garganta de los Infiernos. Más cautos eran desde la Consejería de Agricultura, aunque no se llegó a activar en ningún momento el nivel 2 de peligrosidad. «La evolución se mantiene incierta», se leía en su cuenta de Twitter.

Por otro lado, los incendios de Las Hurdes y de Monfragüe arrasaron ya 6.000 hectáreas. Así lo confirmó ayer Pedro Muñoz, director general de Política Forestal. En la mañana de ayer estos dos fuegos ya estaban sin llamas, pero los equipos de extinción se mantenían sobre el terreno atentos a las posibles reactivaciones. Y es que las temperaturas volvieron a superar los 40 grados a lo largo del día.

El fuego quedó ayer estabilizado en Málaga. El Infoca anunció ayer que ya no hay frentes activos. El incendio en la Sierra de Mijas está ya perimetrado y su evolución es favorable. La estabilización del fuego supone el regreso de las aproximadamente 1.000 personas que estaban fueras de sus casas todavía. Eran los desplazados en Pinos de Alhaurín de la Torre, El Chorro y el Puerto de los Pescadores en Alhaurín el Grande. En total, el recuento era de unas 650 viviendas, las que quedaban pendientes de realojo a la espera de la evolución.