La Guardia Civil blinda el chalé de Pablo Iglesias para evitar que los manifestantes se acerquen

Iglesias había criticado por la mañana las caceroladas que se producen delante de su famoso chalé, e incluso advertido a los líderes de la oposición que ellos también podían ser víctimas de este tipo de acciones a partir de ahora , en lo que pareció una amenaza más o menos velada.

Los manifestantes se mostraron en todo momento tranquilos, aunque molestos anmte lo que consideraban un despliegue policial desproporcionado. ha habido gritos de ¡libertad! y también se ha escUchado varias veces el Himno Nacional. Algunos vecinos también se unieron a la protesta desde sus casas. Tampoco han faltado los vítores a la Guardia Civil.

Los guardias civiles, cimpiendo su trabajo, han ido comprobando las matrículas de los coches de los allí congregados para detectar la presencia de algún elemento peligroso.

Los congregados coincidían en que las quejas de Iglesias por las caceroladas no han hecho más que aumentar el número de ciudadanos que han salido a la calle para protestar. «¿No decía que los escraches eran jarabe democrático? Pues espero que se cure con este» , afirma uno de los presentes.

La concentración se disolvió sin mayores incidentes. Probablemente mañana se repita la historia.