PP y Ciudadanos reclaman que sancionen a Ponsatí por burlarse de los madrileños fallecidos por coronavirus

El mensaje permaneció en su cuenta de Twitter durante varias horas y otros destacados dirigentes del independentismo lo compartieron, como el fugado expresidente autonómico catalán Carles Puigdemont . Las continuas quejas por el malestar generado, sin embargo, obligaron a Ponsatí a borrar el tuit.

Las disculpas no han llegado hasta hoy . «Tengo hermanos viviendo en Madrid. Ayer borré una crítica sarcástica e indignada con la gestión de la crisis por parte del Gobierno español. En este hilo me excuso a la gente de buena fe que se ha sentido herida y respondo a las interpretaciones interesadas», ha escrito.

Los siete eurodiputados de Ciudadanos (Cs) han enviado una misiva condenando el comentario al presidente del Parlamento Europeo , David Sassoli , en la que le piden que estudie aplicar sanciones tanto a Ponsatí por su burla «execrable» como a Puigdemont por retuitearla. También le ha enviado una carta exigiendo medidas contra Ponsatí la portavoz del PP en la Eurocámara, Dolors Montserrat .

La líder de los populares en Europa ha recordado a Sassoli que el Código de Conducta exige a los eurodiputados que actúen con «responsabilidad y respeto de la reputación del Parlamento Europeo». Asimismo, sin miramientos, lanza un mensaje claro a la exconsejera y le pide que en lo sucesivo «se abstenga de volver a utilizar cualquier vía o eufemismo para contribuir a combatir la enfermedad».

«Algunas ideologías, entre otras el nacionalismo separatista antiespañol, acostumbran a utilizar el humor como falso bálsamo para encubrir su desprecio, supremacismo y odio hacia todo lo que tenga que ver con España», denuncia Montserrat en su carta.

Durante esta crisis, Cs está demostrando su absoluta lealtad al Gobierno y está cerrando filas con Pedro Sánchez . Pero no ha dudado en criticar al nacionalismo cuando, en vez de remar para atajar una pandemia que afecta a todos por igual, ha continuado con sus ensoñaciones soberanistas. El tuit de Ponsatí rebasa los límites, o al menos así lo entiende la delegación de los liberales en Europa.

«La sra. Clara Ponsatí ridiculizó y se burló de las muertes de ciudadanos madrileños públicamente en su cuenta de Twitter con dos tuits, en los que utilizaba la expresión popular "de Madrid al Cielo" de forma peyorativa hacia los fallecidos«, denuncia Cs en su carta, y continúa: »Desgraciadamente, además, entre los miles de "likes" y "RT" que consiguió, encontramos cómo otro eurodiputado, el sr. Carles Puigdemont, consideró esta vejación como merecedora de su apoyo y procedió a difundirla en su propia cuenta«.

También recogen otras declaraciones de Puigdemont, quien, después de anunciar el Gobierno el estado de alarma y hacer una campaña institucional para concienciar a la población, consideró oportuno acusar al Ejecutivo de querer «virus para todos» o de preferir una España «antes infectada que rota».

Hay políticos independentistas que incluso llegaron a criticar que la palabra virus en la campaña gubernamental fuese de color amarillo, porque según ellos pretendía una identificación de la enfermedad con el lazo que reclama la libertad de los políticos condenados por sedición y malversación .

La carta suscrita por la delegación que encabeza Luis Garicano subraya que la libertad de expresión no puede amparar «discursos que inciten al odio y al enfrentamiento entre territorios y ciudadanos». «Que ridiculicen y se burlen de las muertes de otros seres humanos. Que alienten la xenofobia o el supremacismo. Que banalicen la desgracia y el sufrimiento, el miedo y la angustia que, por nosotros, por nuestros seres queridos y por todos los seres humanos, nos aflige en estos sombríos momentos», continúa.

Por todo ello, el PP y Cs piden a Sassoli que estudien si cabe la interposición de sanciones económicas contra Ponsatí y contra Puigdemont por «este tipo de comentarios ignominiosos». Los dos partidos creen que los tuits de los dos denunciados pueden violar el artículo 10.1 de las Reglas de Procedimiento del Código de Conducta del Parlamento Europeo. Algo que ahora deberá determinar su presidente.