Motivos y razones: el llamativo silencio del Real Madrid en el caso Enríquez Negreira

Ni el Real Madrid ni ningún miembro de su directiva se ha referido, al menos oficialmente, al caso Enríquez Negreira. Pese a la fuerte rivalidad deportiva entre el conjunto blanco y el Barcelona, la entidad del Santiago Bernabéu sigue sin hablar sobre un asunto que siembra de dudas al fútbol español. El Sevilla y el Espanyol se convirtieron el lunes en los primeros clubes en mostrar su preocupación y solicitar que se investigue todo lo que rodea los pagos por asesoramiento del Barcelona al exvicepresidente del Comité Técnico de Árbitros.

Aunque el madridismo lleva años denunciando supuestas 'ayudas' arbitrales al Barcelona, teoría que muchos aficionados han visto reforzada tras estallar el caso Enríquez Negreira, el club presidido por Florentino Pérez no ha echado, al menos de momento, leña al fuego. La buena relación que mantienen el máximo mandatario blanco y Joan Laporta podría haber influido en este silencio. También el hecho de la alianza entre dos conjuntos que reman en la misma dirección, enfrentándose a UEFA y FIFA, para crear una Superliga Europea.

Desde su vuelta a la presidencia del Barça, Joan Laporta ha tejido una estrecha relación con Florentino Pérez, unidos también contra un 'enemigo' común, Javier Tebas, el presidente de LaLiga. «Si Laporta no lo explica bien, debería dimitir. Una cosa es trabajar con exárbitros, y otra con el Comité técnico de Árbitros. Tendrán que ver por qué hizo eso. Son muchas temporadas, con diferentes directivas, que teóricamente no se hablaban, no sé, no me gusta nada» ha advertido el máximo dirigente de la patronal de los clubes.

El fútbol español, pero especialmente el Real Madrid, es consciente de que este escándalo, si se probaran pagos del Barcelona a algún árbitro, podría provocar un terremoto del que nadie de libraría porque los ingresos económicos por televisión se podrían ver resentidos. También la credibilidad de la competición y el prestigio del campeonato español.

En el Real Madrid no abren la boca sobre este asunto y no quieren entrar en el debate de una posible corrupción arbitral por respeto al colectivo y a los colegiados. Pero en esta posición también podría existir una estrategia. Enarbolar la bandera en el caso Negreira podría derivar en un enfrentamiento cara a cara entre ambas entidades y en el Santiago Bernabéu se preferiría que fueran otros equipos los que muevan los hilos. En el club blanco no gusta que durante años sus quejas no hayan sido apoyadas y que, algunos rivales, incluso hayan apuntado contra el Madrid por supuestas ayudas arbitrales.