Josep María Bartomeu: «Yo anulé el servicio de Negreira; Laporta le cuadruplicó el sueldo»

«Yo estoy muy tranquilo porque fui el que cortó este servicio», se empeña en dejar claro Josep Maria Bartomeu en conversación con ABC. El expresidente atiende a este diario para arrojar luz sobre todas las sombras generadas y explicar detalladamente el acuerdo entre Dasnil 95, los Enríquez y el club. Y para empezar deja claro: «Yo no tengo trato con el señor Enríquez Negreira y nunca me he reunido con él». Y añade: «Habremos coincidido alguna vez en la Federación, pero lo único que hemos cruzado ha sido un saludo. Nunca me reuní con él, salvo que para este señor cruzarnos en un pasillo sea mantener un encuentro».

El empresario catalán habla del episodio del burofax. «Recuerdo que me llegó, pero no le hice ni caso. Lo remití inmediatamente a los servicios jurídicos del club y nunca más se supo. No sé qué hicieron porque me desentendí del tema. Y evidentemente, nunca me reuní con el señor Negreira». Eso sí, apunta que las quejas y las amenazas del exárbitro venían de lejos. «Este burofax es de 2019, pero en marzo y abril de 2018, cuando pusimos fin a la relación que el Barça mantenía con su empresa, me llamó diciéndome que jugábamos con el dinero de su familia... El club no jugaba con el dinero de nadie, simplemente dejó de contar con los servicios de su hijo, que era el que hacía los informes porque se decidió que a partir de entonces los haría un departamento interno del club. Y ya no hablé más con él ni tuve más noticias hasta que llegó el burofax», explica el expresidente, que añade: «Cuando pasó el episodio de la llamada, su hijo nos dijo que no pasaba nada y que no le hiciéramos caso».

Bartomeu explica también los motivos por los que se decidió poner fin a a la relación con Negreira. «En 2018 se inició una época de recortes para sanear la economía del club. Pep Segura, entonces manager general de fútbol de club, y Oscar Grau, director general, me comentan que este servicio costaba mucha pasta y se decidió anularlo». Fue entonces cuando se produjo la primera amenaza de Negreira y cuando Bartomeu descubrió que el exárbitro estaba detrás de la empresa que les facturaba. «Yo no sabía quién era Javier Enríquez hasta que un día me lo presentan en el palco del Camp Nou, pero no sabía que era hijo del vicepresidente del CTA. Era 2015 y solo me dicen que era la persona que hacía los informes, le saludo y le digo que los técnicos están muy contentos con su trabajo. Y ya está», explica.

En su conversación con ABC, Bartomeu se muestra molesto por las insinuaciones que se están vertiendo sobre el club. «Parece que con este servicio estuviéramos pidiendo más penaltis a favor o que quisiéramos condicionar las decisiones de los árbitros y no es así. Este señor tenía cero poder entre los árbitros», asegura. Y se refiere a los precios que se pagaron. Entre 2003 y 2018, los años en los que el Barça trabajó con Dasnil 95, se registraron unos ingresos por parte de la empresa de 4,7 millones de euros. Entre 2003 y 2009, la cantidad ingresada fue de 198.000 euros. Y desde 2010, año de llegada de Sandro Rosell a la presidencia, la cantidad creció a los 300.000 euros. En 2016, la cifra pasaría ya del medio millón de euros (567.136).

«Este contrato ya estaba hecho desde la época de Núñez, Gaspart y la primera etapa de Laporta. Yo ni veía las facturas porque se pasaban directamente», apunta, aunque deja caer que «cuando Laporta llegó al club las facturas eran de cerca de 150.000 euros y cuando Sandro es nombrado presidente, éstas eran de mucho más de medio millones de euros. Lo único que puedo decir es que yo le corté el grifo a Negreira y Laporta le había cuadruplicado el sueldo, debería explicarlo».

El exdirigente fue citado por la Fiscalía el pasado lunes para declarar y allí pudo ver todas las facturas, desde 2001 a 2018, y el incremento tras la llegada de Laporta al club. No obstante, esos años no serán investigados porque fiscalmente ya ha prescrito el tiempo de revisión. Esta versión de Bartomeu coincide con varios culés del entorno contactados por este diario, a los que les extrañó la rápida respuesta de Laporta cuando saltó el escándalo y su intención de desviar la atención denunciando un intento de desestabilizar al equipo.

Insiste Bartomeu, que quiere que los lectores de ABC tengan claro que «nunca le pedimos nada a los árbitros» y desvela que él era el que personalmente mediaba con la Federación para quejarse de los arbitrajes cuando sentía que perjudicaban al equipo. «Yo me reunía con Villar y con Rubiales para quejarme. Iba personalmente a la Federación pero servía de poco porque me decían que los árbitros eran un órgano independiente...», reconoce. El gol anulado por Mateu Lahoz a Messi por un fuera de juego que no era ante el Atlético y que costó una Liga o el gol fantasma ante el Betis fueran algunas de las acciones que provocaron la visita de Bartomeu a la Federación. Y el entonces presidente apoyaba sus quejas con el visionado de vídeos que le hacía Javier Enríquez. «Los informes que nos hacía eran desde el punto de vista del arbitraje. Era un documento escrito y un DVD, para todos los partidos del primero equipo y del filial. Era un análisis arbitral. Cuando tenía que ir a Madrid selo decía a Zubizarreta, Robert Fernández... el que estuviera en el cargo, y éste le pedía un vídeo a Javier Enríquez, que era el que se encargaba de hacer todos los vídeos».