Todo irá bien
No era Negreira, era Villar
«Las elevadas sumas de dinero que el club transfería se explican precisamente porque daba con un solo pago satisfacción a muchas voluntades»
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El Barça y los árbitros, una historia que comienza en 2003
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Iniciar sesiónNo es contradictorio que sean un escándalo los pagos del Barcelona al vicepresidente de los árbitros y el hecho de que José Manuel Enríquez Negreirano fuera nadie ni tuviera ningún poder real de decisión. Esta no es una historia entre el Barça ... y un árbitro, o los árbitros, sino la historia entre este club y el que fue el presidente de la Federación Española de Fútbol entre 1988 y 2017, Ángel María Villar. Cuando en el año 2000 Joan Gaspart fue elegido presidente del Barcelona se dio cuenta de que a Villar le quedaba mucho mandato por delante, y enseguida quiso estrechar todavía más sus lazos con el bilbaíno, tratando de complacerlo. Entre las múltiples complicidades y vías de colaboración que se buscaron y se encontraron estuvo la de mejorar la relación con los árbitros mediante los pagos que ahora se han dado a conocer.
De un lado, Villar conseguía hacer más suyos a los colegiados, presentándose como el que había conseguido que les pagaran más; del otro, el Barcelona tenía por primera vez interlocución con un estamento del que hasta entonces sólo se había quejado. No está claro que el único destinatario final del dinero que a partir de entonces se empezó a pagar fuera Enríquez Negreira. De hecho es altamente improbable que así fuera, y las elevadas sumas de dinero que el club transfería se explican precisamente porque daba con un solo pago satisfacción a muchas voluntades.
Enríquez Negreira, como han recalcado muchas crónicas de estos días, no era nadie. Sólo una peón del villarato, un distribuidor, y haciendo un esfuerzo de imaginación, una cierta correa de transmisión o interlocutor entre el Barcelona y los colegiados, aunque sobre todo Laporta tuvo siempre mejores fuentes.
Para apuntalar esta idea, está el hecho de que a partir de 2014, el Barça de Josep Maria Bartomeu realiza los pagos al excolegiado a través de la empresa Tresep 2014, S.L, que pertenecía a José Contreras Arjona, hombre de confianza de Villar en Cataluña.
Entre 2011 y 2014, Contreras había sido directivo de la Federació Catalana de Futbol, bajo la presidencia de Andreu Subies. Ambos movían en el fútbol catalán con la aquiescencia Villar, operando de un modo tan desacomplejado que al final tuvieron que declarar como imputados en la Audiencia Nacional por irregularidades en los pagos a algunas empresas en unas obras de su sede federativa. La sombra de Villar se alargaba aquellos pagos.
Contreras era un habitual del palco del Camp Nou con los presidentes Gaspart, Laporta y Bartomeu porque era el interlocutor con Villar, y a quien acudían para tener contento al presidente del fútbol español.
Lo que Gaspart inició, Laporta lo desarrolló y lo amplió con su habilidad para la distancias cortas, y si amplió la cuantía de los pagos a la empresa de Enríquez Negreira, no tanto por los emolumentos del colegiado como porque al haberse acercado todavía más que su antecesor a Villar, la lista de destinatarios finales se había ampliado. Que estos pagos sirvieran para tener un interlocutor y una influencia en el estamento arbitral no significa ni que Laporta pidiera acciones concretas –un partido, un penalti, la designación de un árbitro determinado–ni que no tuviera modos mucho más sibilinos y eficaces de mantener su relación de privilegio con la Federación. Estos pagos son un escándalo, y puede que un delito, pero no son lo que marcaron la diferencia. Son solo un engranaje más del sistema que montó Villar durante su presidencia.
Bartomeu explica en una entrevista a ABC que «le corté el grifo a Negreira», que es el modo ventajista y cínico de explicar que cuando Villar deja de ser el presidente, la empresa de Enríquez Negreira deja de facturar al Barcelona, lo que acaba de rematar la idea de que la relación importante es la que mantenía el Barça con Villar y que el excolegiado era sólo un peón. Rubiales, que conocía la trama, la deshace cuando toma la Federación, para crear sus propias redes de influencia y de cercanías como se puede deducir de las grabaciones que se han dado a conocer de algunas de sus conversaciones telefónicas.
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